Dinosaurios. Sauropodomorfos - Saurópodos

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Clasificación y características

Los sauropodomorfos constituyen uno de los dos grandes grupos de dinosaurios herbívoros junto con los ornitisquios. Hay dos grandes grupos de sauropodomorfos, los Prosaurópodos del Triásico y sus gigantescos descendientes los Saurópodos. Es posible trazar una secuencia morfológica entre los pequeños tecodontosaurios y los grandes plateosaurios, melanosaurios y vulcanosaurios hasta las gigantescas formas del Cretácico como los saurópodos.

Evolución de los saurisquios

Características de los sauropodomorfos:

  • Cráneo pequeño, menos de la mitad de la longitud del fémur.

  • Dientes con coronas espatuladas o lanceoladas.

  • Extremo anterior de la premaxila y dentario apuntando hacia abajo.

  • Narinas externas alargadas.

  • Diez o más vértebras cervicales; la central y la posterior más largas que las dorsales. Tronco relativamente largo en relación con los miembros traseros. Tres o más vértebras sacras (con adición de caudales).

  • Húmero con cresta deltopectoral en más de la mitad de la longitud del hueso. Ungular I de las manos más largos que las otras falanges de las manos.

  • Acetábulo abierto.

  • Proceso anterior del íleo corto y apuntado.

  • Porción proximal del pubis profunda. Tibia mayor que el fémur. El proceso ascendente del astrágalo encaja en una ranura formada por un proceso descendente de la tibia.

  • Proceso ascendente del astrágalo ancho; tarsos distales ausentes; pie corto con largas garras en el dedo I.

  • Grastrolitos frecuentes. La mayoría vegetarianos.


Los prosaurópodos

Los mas primitivos prosaurópodos tenían el mismo cuello largo, cabeza enana y dientes que más tarde caracterizarían a los gigantescos saurópodos. Todos eran herbívoros, y engullían piedras (gastrolitos) para mejorar la digestión.

Los primeros prosaurópodos conocidos eran pequeños, de apenas un metro de altura, bípedos y pertenecían a la familia de los Thecodontosauridae. Poco después apareció Anchisaurus, que podía caminar a cuatro patas o mantener la postura bípeda; en este punto, algunas de estas pequeñas formas evolucionaron hacia formas más grandes y cada una de las líneas continuó evolucionando de forma paralela e independiente desde su radiación. Las más pequeñas, como los tecodontosaurios y los anquisaurios medían uno o dos metros de longitud y no pasaban de los 25 kg, mientras que las más grandes, como los yunnanosaurios, llegaban a los 7.5 m de longitud, al igual que los plateosaurios, los prosaurópodos más comunes. Estos últimos podían llegar a medir unos 10 m y pesar casi 1500 kg, por lo que este aumento de tamaño hizo que estos animales pasasen a ser cuadrúpedos, aunque si la situación lo requería, eran capaces de adoptar una postura bípeda. El aumento de tamaño también continúa en la línea de los melanosaurios, que llegaban a los 12 m y casi dos toneladas.

Thecodontosaurus
Thecodontosaurus

Anchisaurus
Anchisaurus

Plateosaurus
Plateosaurus

Melanosaurus
Melanosaurus

Las varias líneas de prosaurópodos sobrevivieron durante paso del Triásico - Jurásico y fueron contemporáneas de los primeros grandes saurópodos. Fueron quizás desplazadas por el éxito de los ornitópodos, unos herbívoros más eficientes, y por los saurópodos a principios del Jurásico.

A pesar de su nombre de prosaurópodos, éstos no fueron los antepasados directos de los saurópos, sino que actualmente se acepta la idea de que ambas líneas derivan de un tecodontosaurio primitivo, siendo posible considerar a Anchisaurus como el saurópodo más primitivo.

Los saurópodos

A principios del Jurásico aparecieron los primeros verdaderos saurópodos, los vulcanodóntidos, aunque el registro fósil de saurópodos de esta época es bastante incompleto. A mediados del Jurásico aparecen ya diferentes familias, como los braquisaurios, sunosaurioos y cetiosaurios que, dependiendo de las especies, podían medir entre 8 y 21 m de longitud y alcanzar las 30 toneladas.

A mediados del Jurásico los saurópodos habían alcanzado una distribución cosmopolita. Se han encontrado fósiles en Inglaterra, Marruecos, Madagascar, Argentina, China y Australia. Esto es fácil de entender si pensamos que, como en el Triásico, las masas continentales se encontraban unidas y aunque en esta época ocurrió la separación de Laurasia al norte y Gondwana al sur, no existieron barreras serias para la dispersión de estos gigantes.

A mediados del Jurásico los saurópodos se habían dividido en dos grandes ramas principales, que son las Macronaria y Diplodocomorpha. Ambas tenían largos cuellos para alcanzar la vegetación alta, pero se diferenciaban en la forma del cuerpo y su comportamiento alimenticio. La rama Macronaria incluye, como sus representantes más evolucionados, a los Brachiosaurios, que tenían unas patas delanteras más largas que las traseras, una cabeza relativamente globosa, dientes fuertes, cola corta y era capaz de levantarse sobre sus patas traseras para buscar árboles; florecieron desde mediados del Jurásico a mediados del Cretácico. Otro miembro conocido era el Camarasaurius, llamado así por las numerosas cavidades que tenía su cráneo.

Los diplodocomorfos tenían las patas traseras más largas que las delanteras, cola larga, cuerpo esbelto y cabeza pequeña y alargada con pocos dientes. A este grupo pertenece la familia de los diplodócidos (reptiles de doble viga), que incluye al Diplodocus, Apatosaurus y Seismosaurus.

Brachiosaurus
Brachiosaurus

Apatosaurus
Apatosaurus (= Brontosaurus)

Diplodocus
Diplodocus

La última parte del Jurásico fue la edad de oro para los saurópodos, y cuando aparecieron las formas gigantestas, fueron los animales más grandes que jamás pisaron la Tierra. Los Apatosaurus, Mamenchisaurus, Brachiosaurus, Supersaurus, Ultrasaurus y Seismosaurus podían llegar a los 40 m de longitud y las 30 o 50 toneladas de peso.

Seismosaurus
Seismosaurus

Mamenchisaurus
Mamenchisaurus

Existe cierta incertidumbre sobre las relaciones entre los diferentes grupos de saurópodos. Los que vivieron durante finales del Jurásico y Cretácico, los más evolucionados, tenían vértebras huecas para aligerar el peso del animal, algo que no tenían los que vivieron durante mediados del Jurásico, que las tenían sólidas.

Mientras la mayoría de los saurópodos desaparecieron a finales del Jurásico durante la extinción que hubo, algunos, como los Braquiosaurios, sobrevivieron y florecieron durante el Cretácico. A medidos del mismo también declinaron, quizás debido a un cambio climático que modificó la vegetación o por la competición que supuso la aparición de los ornitisquios.

Durante finales del Cretácico una nueva familia de saurópodos apareció, los Titanosauridos, de los que se han encontrado restos en todo el mundo excepto en Asia-América. A pesar de su nombre eran pequeños en comparación con las formas anteriores, median unos 12 m y tenían una apariencia bastante uniforme. Esta fue la época del máximo esplendor de los ornitisquios y de sus formas armadas. Pero también existieron formas gigantestas en este grupo, como el Antartosaurus, conocido en Sudámerica y que llegaba a las 50 toneladas y los 30 m de longitud. Es también conocido el Argentinosaurus, que llegaba a los 40 m de longitud.

Argentinosaurus
Argentinosaurus

Al igual que los otros grupos de dinosaurios, los saurópodos se extinguieron durante la extinción masiva de finales del Cretácico.


Juan Luis Menéndez

Juan Luis Menéndez

Me gusta la divulgación de la naturaleza y el patrimonio cultural, motivos por los que he decidido comenzar el desarrollo de asturnatura.com. Soy un amante de la botánica y la geología.

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Menéndez Valderrey, Juan Luis. "Dinosaurios. Sauropodomorfos - Saurópodos". asturnatura.com [en línea] Num. 103, 27/11/2006 [consultado el 4/4/2024]. Disponible en https://www.asturnatura.com/temarios/geologia/dinosaurios/sauropodos.
ISSN 1887-5068

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