Los Anfibios. Sistema nervioso

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El papel del sistema nervioso es fundamental en este y el resto de grupos de animales, por su papel en la recepción y la interpretación de los estímulos sobre el animal (externos e internos) y el desarrollar respuestas adecuadas ante los estímulos.

La información es recogida por los órganos sensoriales, situados en la superficie y en diferentes puntos del interior del cuerpo, esa información, de forma general, es trasladada al sistema nervioso central a través de nervios del sistema nervioso periférico, y allí se traduce en sensaciones y se articula una respuesta específica ante cada estímulo concreto.

En el sistema nervioso de los vertebrados (incluidos los anfibios) se pueden diferenciar tres partes:

  • 1) el sistema nervioso central
  • 2) el sistema nervioso periférico
  • 3) los órganos de los sentidos.

En los anfibios el sistema nervioso central está constituido por el encéfalo y la médula. En el encéfalo podemos distinguir tres partes: encéfalo anterior, encéfalo medio y encéfalo posterior, que se corresponden con el cerebro, cerebelo (muy poco desarrollado) y bulbo raquídeo de los vertebrados superiores.

Sistema nervioso, vista dorsal
Vista dorsal del sistema nervioso central de anuro - Clase Amphibia

Sistema nervioso, vista lateral
Vista lateral del sistema nervioso central de anuro - Clase Amphibia



Este sistema nervioso de los anfibios está mucho más desarrollado que el de sus predecesores los peces. El cerebro es pequeño, la unidad fundamental en el encéfalo es el téctum del mesencéfalo (parte que está sobre el cerebelo), del que destaca el gran desarrollo de los lóbulos ópticos.

El sistema nervioso periférico está caracterizado por la presencia de nervios compactos en las extremidades y la presencia de plexos nerviosos entre las extremidades y la médula espinal, caracteres que los diferencian de los peces. El sistema nervioso autónomo ya se encuentra muy desarrollado dejando claras las divisiones del sistema nervioso simpático y parasimpático que continuarán hasta organismos más evolucionados, incluido el hombre.

Los órganos de los sentidos, como comentamos anteriormente, sirven para captar los estímulos externos e internos. Están por una parte los receptores externos, que captan estímulos externos, como la vista o el olfato, y los internos, como los propiorreceptores. Vamos a ver de forma detallada algunos de ellos.

En primer lugar cabe destacar la presencia de la línea lateral, propia de animales acuáticos y totalmente ausente en los vertebrados terrestres. Se encuentra presente en las larvas y en organismos adultos que viven en el agua. Se trata de una serie de receptores en la piel del animal situados a lo largo de la cabeza y tronco formando una línea y que son capaces de percibir corrientes en el agua, lo cual les supone de gran ayuda para la captura de alimento y defensa ante depredadores.

El sentido de la vista está bastante desarrollado en los anfibios. Los ojos son anatómicamente y funcionalmente muy parecidos a los de peces. Tienen párpados y en los anuros membrana nictitante. En la retina podemos encontrar conos y bastones, con un funcionamiento parecido a los de humanos, utilizándose los conos para visión diurna y los bastones para condiciones de poca luz, si bien, como veremos posteriormente, los conos no perciben colores.

Hay cuatro tipos de células sensibles: bastones rojos, bastones verdes, conos simples y conos dobles. Los bastones rojos contienen rodopsina, y su funcionamiento es similar al de los bastones de la retina de vertebrados superiores; los bastones verdes contienen un pigmento amarillo y son únicos entre los vertebrados.

Tienen cierta sensibilidad al color y son capaces de distinguir colores con luz verde, pero no cuando la luz es muy intensa. Los bastones tienen un funcionamiento muy parecido al de los vertebrados superiores y les sirven, como se ha comentado anteriormente, para ver cuando las condiciones de luz son limitadas.

La pupila puede presentar formas muy diferentes según los diferentes grupos y las distintas especies. Los músculos que sostienen la retina son sensibles a la luz y reaccionan ante ella, se trata de un acto reflejo (la sensación no pasa por el encéfalo, sino que llega a la médula espinal y allí se desarrolla una respuesta refleja). Por ello animales ciegos mantienen cierta respuesta ante estímulos luminosos.

El oído consta de la cavidad timpánica cuyo límite es el tímpano, y dentro de la cavidad timpánica hay una serie de huesos que comunican con el oído interno, en el que encontramos el laberinto y los tres canales semicirculares.

El olfato está muy desarrollado, muy importante para localizar el alimento.

El gusto está en la lengua y el paladar, y distingue distintos sabores gracias a tener papilas gustativas diferenciadas.


Jesús Oliveros Pérez

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Jesús Oliveros Pérez. "Los Anfibios. Sistema nervioso". asturnatura.com [en línea] Num. 259, 15/03/2010 [consultado el 4/4/2024]. Disponible en https://www.asturnatura.com/temarios/biologia/anfibios/sistema-nervioso.
ISSN 1887-5068

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