Los Anfibios. Aparato locomotor

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En el aparato locomotor de cualquier vertebrado participan dos sistemas que funcionando de forma coordinada aportan movimiento al animal. Se trata de el sistema esquelético y el sistema muscular. Aparte de la función locomotora, pueden tener otras funciones, en muchas ocasiones de extrema importancia para la vida, como puede ser el actuar como órgano hematopoyético (productor de elementos de la sangre) como es el caso de la médula de algunos huesos, o el movimiento del propio corazón, realizado por músculos. Nos centraremos aquí en la función locomotora de estos sistemas

Esqueleto

Esqueleto de urodelo
Contrariamente a lo que pudiera parecer por tratarse de animales más evolucionados, el cráneo es más sencillo que el de los peces, sin embargo si que gana en tenacidad la columna vertebral, mostrando gran fortaleza capaz de soportar el peso de la cabeza, las cinturas y todo el peso de las vísceras. El esqueleto apendicular está constituido por las cinturas escapular y pélvica junto con las extremidades; esas cinturas, al igual que ocurría con el cráneo, son mucho más reducidas en los modernos anfibios que en los primitivos, y están totalmente ausentes en el grupo de los ápodos.

La cintura escapular alcanza un gran desarrollo, se sitúa justo detrás de la cabeza y está compuesta por tres partes principales bien diferenciadas: Una región supraescapular con forma de paleta situada en los hombros de la que salen músculos que la unen a las primeras vértebras, una segunda región está constituida por la cavidad en la que se articula la cabeza del húmero (cavidad glenoide) y una tercera región, región ventral, a la que se unen los músculos que la sujetan a cabeza y tronco.




La cintura pélvica está situada en la última pare del tronco, articulada con el último grupo de vértebras soldadas entre sí, la denominada región sacra de la columna por su analogía con la de mamíferos. Esta cintura pélvica está formada por tres pares de elementos soldados, ilion, isquion y pubis (al igual que con la región sacra se trata de regiones comparables a las homónimas de mamíferos).

Las extremidades posteriores pueden faltar en algunos Urodelos. Los Ápodos carecen tanto de extremidades como de cinturas y la locomoción la efectúan por ondulaciones horizontales del cuerpo

Quizás lo más relevante del esqueleto de los anfibios sean las extremidades, ya que es el primer grupo animal que presenta extremidades que le permiten desplazarse sobre la tierra firme. Cada extremidad consta básicamente de cinco elementos: propodio, episodio, mesopodio, metapodio y falanges. El propodio está representado por el húmero en la extremidad delantera, asociado con el radio y la ulna y el fémur en la trasera, asociado con la tibia y la fíbula. El mesopodio está formado por la muñeca en la extremidad superior, y el tobillo en la inferior, que al igual que en mamíferos están compuestos por una serie de huesecillos. El metapodio está representado por la palma de la mano y del pie, se trata de cuatro huesos en la mano (metacarpos) y cuatro o cinco en el pie (metatarsos). Por último quedan las falanges, pequeños huesos en la parte terminal que forman los dedos del animal, numerados de I a V desde la parte interna a la externa, si bien no siempre presentan los cinco dedos.

Esqueleto de anuro
Esqueleto de anuro

Los ápodos, como comentamos anteriormente, carecen por completo del esqueleto de cinturas y extremidades. En los urodelos esas extremidades están muy reducidas e incluso pueden haber perdido alguno de los elementos. Los anuros son el grupo que posee las extremidades mejor desarrolladas, si bien puede haber reducción o incluso desaparición de alguno de los elementos. Cuando ocurre reducción de dedos siempre será desde el exterior hacia el interior (tanto para anuros como para urodelos).

Musculatura

Como cabría de esperar teniendo en cuenta el desarrollo de las extremidades en anfibios, su musculatura presenta muchas semejanzas con la de los vertebrados superiores, sin embargo la musculatura torácica presenta rasgos primitivos, más próximos a sus antepasados acuáticos. De forma muy resumida podemos destacar sobre la musculatura del tronco que los músculos están segmentados en miómeros al igual que ocurre en los peces (se trata de segmentos musculares envueltos en tejido conectivo, relativamente fáciles de ver en larvas de peces, y de gran importancia porque cada miómero se corresponderá con una vértebra del individuo adulto), y los músculos largos están formados por la fusión de miómeros entre los que aún se pueden diferenciar los septos de unión (mioseptos).

Sin duda la musculatura más relevante de los anfibios es la relacionada con sus extremidades de modo directo, muy especializada en los anuros, mientras que se encuentra menos desarrollada en los urodelos. Resulta difícil encontrar la similitud muscular entre urodelos y anuros.

Musculatura de anfibio
Musculatura de anuro

Quizás los puntos más destacados a tener en cuenta sobre la musculatura de los anfibios sean que en general se pueda decir que todos los anfibios carecen del bíceps, realizando su función el músculo coracoidal y en la extremidad posterior de los urodelos falta la parte inicial del cuádriceps. Destacar, como no, que la extremidades de los anuros están muy desarrolladas por su cualidad de animales saltadores.

Jesús Oliveros Pérez

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Jesús Oliveros Pérez. "Los Anfibios. Aparato locomotor". asturnatura.com [en línea] Num. 259, 15/03/2010 [consultado el 4/4/2024]. Disponible en https://www.asturnatura.com/temarios/biologia/anfibios/aparato-locomotor.
ISSN 1887-5068

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