Monasterio de San Martín de Castañeda

Monasterio de San Martín de Castañeda

El Monasterio San Martín de Castañeda es un monumento histórico-artístico nacional desde 1931 que se encuentra situado en la localidad de San Martín de Castañeda del municipio de Galende, en la comarca de Sanabria, provincia de Zamora (España). Como monumento artístico es un exquisito ejemplo más del románico zamorano.

Historia

El monasterio de San Martín de Castañeda se cree de origen visigodo y se supone fue destruido por los musulmanes del Al-Ándalus.

Siglo X

En el año 916, según Gómez Moreno, o en el 897, según Miguel Fernández de Prada, el monasterio es restaurado, al parecer, por el abad Martino y un grupo de monjes mozárabes provenientes de San Cebrián de Mazote (Valladolid) y que se trasladaron a este lugar huyendo de una pertinaz sequía y de una peste y buscando probablemente poder subsistir con la explotación de las pesquerías del lago; en el 921, siendo abad Juan I, proveniente de Córdoba, los monjes levantaron un templo mozárabe en el que se supone trabajó Viviano, quien también debió trabajar en Mazote y en Pañalba. El nuevo monasterio aparece documentado por vez primera en el año 927; el documento hace referencia a un pleito entre el monasterio, del que es abad Juan I, y un tal Ronasindo que, con otros compañeros, se había apoderado de parte de los derechos de pesca y de las tierras que el cenobio había comprado, unos años antes, a un tal Domnino; el pleito se resolvió, en la iglesia de San Pedro de Spino (probablemente en el actual Valdespino), a favor del monasterio. En el 940, el rey Ramiro II reconoce al monasterio la propiedad del lugar y de otras tierras cicundantes y aumenta éstas con la propiedad de la aldea de Vigo, y con tierras y vides en la comarca y en Tierra de Campos. En el 952, el rey Ordoño III y su séquito son huéspedes del monasterio, y el abad Juan II aprovecha su estancia para reclamar al monarca los derechos de pesca en el lago. Poco después, reinando aún Ordoño III, el abad Romano y sus “gasaliones”, pertenecientes probablemente al monasterio de San Juan de Ribadelago, se apropiaron de parte de las pesquerías y de las tierras del monasterio y el monarca ordenó su devolución.

Siglos XII y XIII

En el año 1150, el rey Alfonso VII donó el lugar a Pedro Gutiérrez, o San Pedro Cristiano, monje del monasterio leonés de Carracedo que restaura nuevamente la vida monacal en Castañeda, bajo la observancia de la Regla de San Benito, y convierte a Castañeda en filial de Carracedo; años más tarde, en 1156, siendo abad Martín IV, Pedro Cristiano, ya obispo de Astorga, defiende el derecho de los monjes, de acuerdo con la regla de San Benito, a elegir a su abad. Siendo abad Martín IV se construyó el templo actual.

Fueron probablemente monjes venidos de Carracedo a Castañeda los que propagaron la leyenda de que en el lago de Sanabria hay una ciudad sumergida llamada Valverde de Lucerna, leyenda que por esos años el autor del “Pseudo-Turpin”, del libro IV del Códice Calixtino, había trasplantado desde la Lucerna, en Suiza, al Bierzo.

Cuando en 1203, Carracedo abraza la observancia cisterciense, San Martín de Castañeda se niega a abrazar dicha observancia y niega la obediencia al abad de Carracedo. Esta situación se mantuvo hasta 1245, fecha en la que la comunidad de Castañeda, con su abad Viviano al frente, después de recordar su histórica dependencia de Carracedo, acepta el ingreso en el Cister y la dependencia por filiación de su antigua casa matriz. Para estas fechas, las sucesivas donaciones y compras habían incrementado notablemente el patrimonio del monasterio, que llegó a tener el dominio o la jurisdicción sobre más de 120 localidades repartidas por las comarcas de Sanabria, Valdeorras, La Carballeda y La Cabrera y también por la raya de Portugal.

Siglos XV y XVI

Las crisis políticas y religiosas del siglo XV provocaron en Castañeda una etapa de decadencia que finalizó cuando, en 1542, el monasterio se incorporó a la Congregación Reformada de San Bernardo de Castilla, o de España. De 1557 a 1560 fue abad del monasterio fray Marcos del Barrio quien de 1551 a 1554 había sido general de la Congregación y que también rigió el monasterio de la Espina durante cuatro mandatos.

En la segunda mitad del siglo XVI se construyó la sacristía y se reconstruyó la portada occidental del templo.

Siglos XVII y XVIII

El abad fray Vicente de Guevara, en el siglo XVII, construyó la cárcel del abadiazgo en el barrio de La Granja En 1737, al dividirse la citada Congregación en cuatro provincias, en cumplimiento de la bula "Quatripartita" del papa Clemente XII, la abadía de San Martín de Castañeda quedó incorporada a la provincia de Galicia, a la que perteneció y de la que tuvo la presidencia hasta la supresión del monasterio y de la Congregación.

En la segunda mitad del siglo XVIII se construyó la fachada conventual que forma un ángulo recto con la portada del templo.

Siglos XIX y XX

La guerra y las desamortizaciones del primer tercio del siglo XIX privaron al monasterio de parte de sus bienes y redujeron notablemente el número de miembros de su comunidad monacal, provocando una etapa de decadencia que finalizó con la supresión del monasterio como consecuencia del decreto de exclaustración general de los regulares promulgado en 1835; era entonces abad del monasterio fray Manuel Perea.

El templo siguió abierto al culto como parroquia que durante los cinco años siguientes fue atendida por el monje exclaustrado Jerónimo Mariano Usera, fundador luego de las religiosas del Amor de Dios.

La mayor parte del edificio conventual y los bienes del monasterio fueron subastados y pasaron a manos de particulares; el abandonó provocó la ruina del edificio conventual que tuvo que ser derribado a finales del siglo XIX y cuyas piedras fueron en parte aprovechas en construcciones particulares del pueblo y de los pueblos vecinos Miguel de Unamuno pasó en el lugar el verano de 1930 y, en 1931, ambientó en el su novela "San Manuel Bueno, Mártir", aunque en la novela el lugar recibe el nombre de Valverde de Lucerna.

El 3 de junio de 1931, el monasterio de San Martín de Castañeda fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. El 23 de junio de 1953, el lago de Sanabria, con el monasterio de San Martín de Castañeda, fue declarado Paraje Pintoresco Nacional. Posteriormente, en el último tercio del siglo XX, el lago de Sanabria y su entorno fueron declarados Parque Natural y lo que quedaba en pie de los edificios conventuales del monasterio, restaurado para ese fin, se convirtió en el Centro de Interpretación del Parque. El templo también fue restaurado y continuó ejerciendo funciones de parroquia.

Arquitectura

Como ha quedado explicado, del primitivo conjunto monástico de San Martín de Castañeda se ha conservado tan sólo la iglesia, funcionando desde la exclaustración de la comunidad monacal como iglesia parroquial del pequeño pueblo crecido al amparo del cenobio.

El resto de equipamientos y dependencias monacales, una vez arruinadas tras la extinción de la comunidad, fueron reutilizadas sus pierdas como cantera para la erección de construcciones y viviendas tanto del propio pueblo de San Martín, como de otras localidades cercanas.

Levantada en sillería granítica notablemente escuadrada y complementada puntualmente con pizarra, la iglesia del Monasterio de San Martín de Castañeda consta de tres naves de cuatros tramos cada una que desembocan en un crucero marcado al exterior tanto en planta como en alzado, tras el cual, canónicamente orientada y levantada sobre un prominente basamento, se yergue una cabecera de tres ábsides semicirculares, el central de mayor tamaño.

Al exterior, llama la atención la homogeneidad de líneas de los muros, propiciada principalmente porque, gracias al grosor de los mismos, no fue prácticamente necesaria la erección de contrafuertes de refuerzo.

De una manera perfectamente fundamentada, son numerosos los especialistas y estudiosos que han llamado la atención sobre las manifiestas semejanzas planimétricas de San Martín de Castañeda con la catedral románica de la capital zamorana.

Desde el punto de vista visual, es sin duda en la cabecera triabsidial donde se concentra el mayor interés de la fábrica. Compuesta como hemos dicho de un ábside principal semicircular de mayor tamaño y dos ábsides colaterales más modestos, se eleva toda ella sobre un marcado podium desde el que nacen las semicolumnas que, a modo de contrafuertes y recorriendo verticalmente el muro hasta la propia cornisa, articulan los hemiciclos dividiéndolos en paños: cinco en el central y tres en cada uno de los laterales.

Mientras que las absidiolas presentan cada una un solo vano de medio punto sobre columnillas; son tres y de mayor complejidad las que abren en los tres lienzos centrales en el ábside principal, presentando dos arquivoltas también de medio punto y de marcado abocinamiento que descansan sobre soportes de fustes cilíndricos acodillados.

Llama también la atención la particular articulación exterior del brazo norte del transepto, el cual, en su registro medio y apoyándose directamente sobre una línea de imposta, presenta una curiosa arquería ciega constituida por cuatro arquillos lanceolados de agudo peralte. Es de suponer que una configuración similar se repetiría en el brazo meridional, sin embargo, éste fue objeto de reformas posteriores.

Conserva la iglesia de Castañeda tres portadas: dos en el hastial sur, y otra, bastante reformada y que funciona como ingreso principal, en la fachada de los pies.

De las habilitadas en el muro sur, la primera de ellas se encuentra en el tramo más occidental de la nave colateral, constando de un sencillo vano en la actualidad cegado. Mucho más interés posee la que en origen comunicaba la iglesia con el claustro, situada en el tramo más próximo al transepto y constituida por cuatro arquivoltas de medio punto sobre columnillas rematadas en capiteles vegetales.

La occidental, coronada por una espadaña de hechura moderna y un óculo original perfilado por puntas de diamante, fue rehecha en el año 1571 tal y como reza una inscripción, apareciendo presidida en su tímpano por San Martín, santo titular del cenobio, entregando su capa al pobre. Junto a ella, fue empotrada la lápida fundacional anteriormente comentada.

El claustro, que en origen se levantaba al costado sur de la iglesia, desapareció prácticamente en su totalidad tras su abandono, siendo reutilizadas sus piedras, al igual que las del resto de dependencias, como materia prima para la erección de viviendas vecinales del caserío.

Tan sólo tres tramos de su panda occidental pudieron ser salvados, observándose en los menguadísimos restos conservados los arranques de las cubiertas abovedadas de la galería, de clara hechura goticista.

El interior de la iglesia monacal de San Martín de Castañeda, al igual que su exterior, se caracteriza por su pureza de líneas y por su notoria austeridad ornamental.

Se articula el espacio en tres naves de cuatro tramos cada una separadas por arcos apeados sobre pilares de sección prismática los cuales, en sus caras orientadas a las naves laterales, adoptan formulación cruciforme al adosar sobre ellos las semicolumnas sobre las que descansan fajones y formeros.

No ocurre sin embargo lo mismo en las caras interiores de los pilares asomadas a la nave central, ya que en este caso, los soportes de los arcos fajones que refuerzan la bóveda de la nave principal, en lugar de proyectarse hasta el nivel del suelo, reposan sobre potentes ménsulas dispuestas por encima de la línea de imposta.

Queda cubierta la nave central, al igual que el transepto, por bóveda de cañón apuntada, mientras que en las laterales encontramos tanto tramos cubiertos con bóvedas de crucería como tramos para los que se eligieron soluciones de arista, estando algunos de ellos remodelados en época moderna.

En cuanto a la cabecera triabsidial, cabe ser destacada, tanto en ábside central como en los laterales, la marcada profundidad de los tramos rectos que preceden a los hemiciclos, siendo apreciables aún en ellos signos de la existencia de altarcillos laterales, circunstancia para nada anómala en monasterios altomedievales.

En cuanto a la decoración escultórica del monasterio, tanto al interior como al exterior, su característica principal es la sencillez, destacando por encima de otras la temática vegetal que orna la mayoría de capiteles, apareciendo de forma muy residual la figuración tanto animalística como antropomórfica.

En resumen, nos encontramos en San Martín de Castañeda, dentro de un espacio paisajístico de enorme belleza en plena comarca sanabresa, ante uno de los cenobios más antiguos e importantes de la provincia de Zamora tras la Reconquista.

Un cenobio que, tras sufrir distintas reformas y ampliaciones antes del año mil, fue definitivamente rehecho en plena época románica, adoptando su comunidad primero la regla benedictina y, posteriormente, la cisterciense. Un lugar que, sin ningún género de dudas, bien merece una visita.
Fuente y bibliografía:
Wikipedia / Arteguías

Fotografías de Monasterio de San Martín de Castañeda

Dispones de 2 fotografías de Monasterio de San Martín de Castañeda

Glosario de términos

Altar
En el culto cristiano, especie de mesa consagrada donde el sacerdote celebra el sacrificio de la misa
Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Basa
Pieza inferior de la columna que sirve de apoyo al resto
Cabecera
Testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.
Capitel
Parte superior de una columna, compuesta de molduras y otros elementos decorativos. Elemento colocado sobre el fuste de una columna que sostiene directamente el arquitrabe, arco etc. Los capiteles pueden ser vegetales, historiados (con historias), figurados (con personajes), antropomorfos (se reconocen figuras humanas), zoomórficos (animales conocidos) y fantásticos (animales no existentes). La voz proviene del latín capitellum diminutivo de caput (cabeza)
Cenobio
Sinonimo de monasterio. Casa o convento, ordinariamente fuera de poblado, donde viven en comunidad los monjes
Claustro
Galeria cubierta alrededor de un patio generalmente cuadrangular y separada de él por columnas o arquerias. Suele estar adyacente a la iglesia y formando parte de un complejo mayor (catedral, monasterio etc.). Su etimologia procede de claustrum = cerrado.
Contrafuerte
Construcción destinada a contrarrestar el excesivo empuje sufrido por una pared.También llamada estribo.
Cornisa
1. Coronamiento compuesto de molduras, o cuerpo voladizo con molduras, que sirve de remate a otro. 2. Parte superior del cornisamento de un pedestal, edificio o habitación.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Crucero
Espacio en que se cruzan la nave central de una iglesia y la que la atraviesa.
Cubierta
En general, sistema de cierre de la parte superior de una construcción.
Fuste
Parte de la columna situada entre la basa y el capitel
Hastial
Triangulo superior de un muro enmarcado por las vertientes del tejado.
Imposta
Hilada de piezas sobresaliente sobre la cual se levanta un arco o bóveda, que se coloca también para evitar que el agua discurra de forma continua por la fachada del edificio. También es un saliente con forma prismática a modo de capitel situado sobre una pilastra.
Monasterio
Conjunto de edificios donde se agrupan los monjes para vivir en comunidad. Voz proveniente del latín monasterium y este a su vez del griego monastérion
Monje
Persona que perteneciendo a una orden religiosa vive en comunidad en un monasterio. La voz proviene del occitano monge, que a su vez procede del latín monicus que a su vez procede del griego monachus.
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Panda
Cada uno de los lados que forman el claustro de los monasterios. La voz proviene del latín pandus que significa curvado
Pilar
Pilastra exenta, suele tener más consistencia que la columna.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Portada
Puerta ornamentada o decorada.
Transepto
Espacio transversal que aísla el ábside y el coro del espacio de la nave. Sobre él se eleva generalmente el centro arquitectónico o eje vertical mayor del conjunto, cubierto con bóveda y flanqueado de vanos.
Vano
Abertura o hueco abierto en un muro que realiza funciones de puerta, ventana, respiradero etc.
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