Conjunto Histórico de Arévalo

Conjunto Histórico de Arévalo Al norte de los montes de Ávila se extiende una vasta comarca cerealista, Conocida como La Moraña, su nombre deriva, seguramente, de Mauritania o tierra de moros, que nos recuerda su historia y el origen de los principales pueblos que la componen. Arévalo es capital de esta penillanura. Encaramada sobre la lengua que forman los ríos Arevalillo y Adaja (el primero viene a morir al segundo bajo la atenta mirada del castillo).

El momento de máximo esplendor de la villa se inscribe en la Edad Media, tras la repoblación impulsada por Alfonso VI. La convivencia de las culturas cristiana, musulmana y hebrea y en ella posibilitó el desarrollo de una de las juderías más importantes de Castilla. Cinco linajes se repartirían la ciudad administrándola y dando así el nombre por el que también se conoce a Arévalo, la "ciudad de los cinco linajes". Ya en el siglo XV la villa adquiriría una importancia extraordinaria gracias a las frecuentes estancias de la corte en el Palacio Real y a la celebración de Cortes. Por la villa pasaron la joven princesa Isabel de Castilla o su nieto el infante Fernando. Hoy en día Arévalo cuenta con 7.800 habitantes censados. El soporte económico principal gira en torno a la actividad comercial a nivel comarcal, los servicios y un sector industrial en expansión. Situada a 50 kilómetros de Avila, 77 kilómetros de Valladolid y 125 kilómetros de Madrid, la villa supone un atractivo destino turístico tanto monumental como natural y gastronómico.

Fue Arévalo otra de las villas castellanas donde, tras la reconquista de Alfonso VI, coexistieron diversas etnias religiosas vinculadas entre sí gracias al comercio. El punto de contacto de los barrios árabe, judío y cristiano era la hoy conocida como Plaza del Arrabal, nodo comercial en torno al cual pivotaban los diversos trazados. Las etnias religiosas minoritarias se ubicarían en el arrabal del sur, fuera del recinto intramuros con sus siete parroquias.

Esta confluencia de pueblos y culturas no se dispuso en Arévalo de forma superpuesta o estratificada, estando cada barrio asignado a una etnia religiosa o un grupo social. Las plazas, verdaderas articulaciones entre los diversos trazados, son buenos ejemplos del urbanismo castellano de la época.

El trazado original de las murallas de Arévalo no está exento de cierta polémica o, al menos, discrepancia entre los dos principales estudiosos de la construcción, Luis Cervera Vera y Ricardo Guerra Sancho, que presentan en sendos estudios tesis diferenciadas del origen y la morfología muraria. Cervera Vera plantea la existencia de una primera muralla de la que quedarían restos en los lienzos noreste de la Iglesia de San Martín de Arévalo y noroeste de la Iglesia de San Miguel de Arévalo, aunque reconoce que no se hallaron restos durante los trabajos de restauración de la plaza de la Villa, en los ańos 80, por lo que la obra muraria pudo abandonarse antes de ser finalizada. Guerra Sancho señala estos lienzos como simples muros de contención de terreno en puntos donde se acentúa el desnivel.

La segunda muralla, o "definitiva", iniciada el siglo XII, adquiere un trazado diferente según el autor consultado, sobre todo en el cuadrante noreste. Las parroquias de San Nicolás de Bari y San Esteban quedan extramuros en el análisis de Cervera Vera, en discrepancia con el trazado propuesto por Guerra Sancho, que las incluye en el interior del recinto.

Ambos trazados propuestos arriban en el castillo, actualmente fechado en el siglo XIV y del que debió existir una construcción antecedente bajo lo que hoy se conoce como barrio de San Pedro, según apunta Guerra Sancho.

Este autor seńala también la existencia y razón de ser de numerosas parroquiasfortaleza, algunas desaparecidas, cuyos campanarios pudieron adoptar usos defensivos. Sería esta hipótesis, no tenida en cuenta por Cervera, la que plantea un dato definitivamente diferenciador a la hora de plasmar el trazado de la muralla. A finales del siglo XIX y principios del XX, el desarrollo urbano y comercial y el nuevo impulso de la modernidad llevaron a derribar gran parte de las murallas que, convertidas en canteras, sirvieron en la construcción de nuevas edificaciones. No así los puentes, cuyo trazado se conserva en la actualidad.

Desde los ańos 60 se ha realizado diversas obras de consolidación y restauración.

Arévalo es una de las ciudades de Castilla con mayor cantidad de monumentos mudéjares. Se trata de una ciudad con declaración de conjunto histórico-artístico, en la que cabe destacar:

  • Castillo de Arévalo. También conocido como castillo de los Zúñiga.​ Ocupa la parte más extrema del triángulo amesetado formado por la confluencia de los ríos Adaja y Arevalillo. En su origen la fortificación primigenia estaba unida a la muralla.​ La torre del homenaje fue construida sobre un torreón de estilo mudéjar. El castillo actual data de la segunda mitad del siglo XV, aunque sufrió posteriormente importantes reformas a principios del XVI, cuando la fortaleza estuvo en mano de los Reyes Católicos;​ con estos cambios pasó de una planta cuadrada a la planta pentagonal que le caracteriza.​ Durante el siglo XIX sufrió fases de abandono y también fue utilizado como campo sacro y cantera de piedra. Finalmente el municipio cedió el inmueble al Ministerio de Agricultura, que acometió diferentes reformas y obras de restauración.​ Acoge un museo de cereal. Actualmente está abierto para su visita durante los fines de semana y festivos nacionales, realizándose visitas guiadas cada media hora hasta las seis de la tarde.

  • Muralla. Sólo apreciable en parte, debido a su deterioro. Se comenzó un período de restauración, actualmente paralizado. Tenía 5 puertas y formaba un triángulo en cuyo vértice superior se encontraba el castillo. Los dos lados del triángulo están formados por los ríos Arevalillo y Adaja. La base del triángulo constaba de un doble lienzo de muralla con foso al sur. Se puede ver la puerta denominada «Arco del Alcocer», llamado popularmente «Arco de la Cárcel» por haberse utilizado como cárcel local en determinados periodos, y que fue la entrada principal de la muralla, acogiendo en la actualidad la oficina de turismo de la ciudad.

  • Iglesia de Santo Domingo de Silos de Arévalo. Construida extramuros y situada en la actualmente conocida como Plaza del Arrabal. En ella se veneran los restos de San Vitorino, patrón de Arévalo, así como la nueva imagen de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad, rescatada después de su abandono provisional al producirse el derribo de la Iglesia del Convento del Real, donde históricamente había recibido fervoroso culto. Cuenta con varias obras de arte de muy buena factura destacando su imagen de San Francisco de Asís y la impresionante rejería. En lo referente al culto diario, es la principal Iglesia de Arévalo.

  • Iglesia de San Juan Bautista de Arévalo. Incrustada en la muralla, su torre formaba parte del 'Camino de Ronda', era la iglesia del palacio de los Trastámara en Arévalo. Su origen se fecha entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII.66​ Entre el siglo XVI y el siglo XIX la iglesia sufrió importantes remodelaciones;​ entre ellas las comprendidas en los siglos XVIII y comienzos del XIX, se remiten sobre todo a la adecuación del templo a un estilo barroco.68​ Es la única que, junto con la parroquial, se mantiene abierta al culto de los fieles aunque no a diario sino en fechas y novenarios determinados. Actualmente acoge muchas de las obras de arte que estuvieran en su día en la iglesia de San Nicolás de Bari, de la Compañía de Jesús. También se encuentra allí la talla original de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad y de la que fuera muy devota la reina Isabel la Católica (tanto es así que hizo que se llevaran esta imagen a la Toma de Granada, pasando a ser después de la conquista la patrona de dicha ciudad).

  • Iglesia de San Nicolás de Bari. Forma parte del complejo iglesia-colegio que bajo la advocación de Santiago la Compañía de Jesús tuvo en Arévalo hasta su expulsión de España en el año 1767. Se encuentra incluida en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra por su lamentable estado de conservación.

  • Iglesia de Santa María la Mayor de Arévalo. Situada en la Plaza de la Villa, presenta la peculiaridad de que su torre —la más alta de Arévalo— es atravesada por la calle del mismo nombre. Durante su restauración aparecieron restos policromados de un Pantocrátor que se cree proceden de la iglesia original (siglo XII-XIII). No tiene culto. Entre los meses de mayo y noviembre de 2013 acogió junto con las de San Martín y El Salvador el evento Credo correspondiente a la Exposición de las Edades del Hombre, una muestra de arte sacro.

  • Iglesia de San Miguel de Arévalo. Se trata de una iglesia intramuros, construida en una zona cuya defensa fue encargada a la familia Montalvo. Se hace mención del templo en el documento de Gil Torres de 1250. Sufrió profusas y profundas reformas durante el siglo XVI.​ Su torre aparece desmochada y rematada en ladrillo. Cuando se construyó quedó más alta que la torre de la Iglesia de Santa María la Mayor (o Santa María la Real). Siendo esta última la iglesia real, no se permitió que ninguna otra (de las 14 que llegó a tener la ciudad) la superase en altura. En la actualidad se encuentra vacía y sin culto siendo usada solamente para conciertos y actos culturales. En su interior podemos admirar el magnífico retablo del arcángel que da su nombre a la iglesia y que fue pintado entre 1507-1508 por el maestro Marcos Pinilla.

  • Iglesia de San Martín de Arévalo. También llamada «de las Torres Gemelas», está situada en la plaza de la Villa. Actualmente se encuentra muy restaurada y acoge una sala de exposiciones (Centro Cultural de la Iglesia de San Martín). Entre los meses de mayo y noviembre de 2013 acogió la segunda sede de CREDO correspondiente a la Exposición de las Edades del Hombre.69​ Su primera mención escrita se remonta a 1250; cuenta con una nave de tapial y dos torres, una hueca —la «Torre de los Ajedreces»— y otra maciza —la «Torre Nueva»—. Fue declarada monumento nacional el 4 de junio de 1931, aunque estuvo abandonada durante una gran parte del siglo XX.

  • Iglesia de El Salvador de Arévalo. Iglesia extramuros de fábrica románica de ladrillo. Se conoce mención escrita del templo ya en 1230. Los elementos románicos y mudéjares corresponden a la capilla del evangelio y a la torre. En los siglos XVI y XVII se acometieron nuevas reformas en las que se añadieron nuevas capillas y bóvedas. Actualmente sin culto, en ella se guardan normalmente los pasos procesionales de Semana Santa. Entre los meses de mayo y noviembre de 2013 acogió la tercera sede de CREDO correspondiente a la Exposición de las Edades del Hombre.

  • ​ Plaza de la Villa. Típicamente castellana, porticada, es decir, con soportales, según expresión popular. Declarada conjunto Histórico-Artístico. Con, interesante históricamente, edificación castellana denominada la Casa de los Sexmos que albergaba el gobierno estas circuncripciones territoriales.

  • Puente de Medina de Arévalo. Este puente medieval —que cruza el río Arevalillo— fue construido durante el siglo XIV. De estilo mudéjar, está compuesto de tres arcos principales apuntados con forma de ojiva.​ Fue declarado mediante Real Decreto bien de interés cultural con la categoría monumento el 19 de octubre de 1983 (publicación en el Boletín Oficial del Estado del 27 de diciembre de 1983).

  • Ermita de La Lugareja de Arévalo. También conocida como iglesia de Santa María, la ermita, que se encuentra a 1,5 km al sur de la localidad, era antiguamente un monasterio​ de estilo mudéjar del que únicamente se conserva la cabecera con tres ábsides.​ Este fue mencionado por primera vez en abril de 1179 y abandonado hacia 1240 por sus ocupantes —canónigos—, momento en el que fue entregado a monjas de la orden del Císter.​ Cuenta con un cimborrio montado en el interior a base de una cúpula sobre pechinas.​ La ermita es de titularidad privada81​ y fue declarada monumento histórico-artístico el 4 de junio de 1931.

  • ​ Palacio de los Sedeño. Se localiza en la calle de Santa María. Se trata de una casa-palacio que cuenta con una torre de planta rectangular de 18 m. La construcción de está última se data alrededor del año 1400, mientras que el resto del edificio adosado en los siglos XV —la portada y los tres cegados huecos del piso superior— y XVI.​ Se encuentra en estado ruinoso.

  • Palacio de Gutiérrez-Altamirano. Está situado en la Calle Larga de dicha localidad, y está dividido en varias casas particulares. Se trata de una casa-palacio de los Señores Altamirano, entroncada con la rama que existía en la vecina localidad de Fontiveros; sobre su adintelada puerta de granito, campean los escudos con el águila de los Sedeño, el Castillo de los Altamirano y los roeles de los Gutiérrez. Una de sus pecualiaridades es un balcón esquinado con columna de capitel jónico, muy semejante a los característicos balcones esquinados extremeños. Hace esquina con el callejón del Paraíso. En este palacio vivieron los abuelos de Hernán Cortés.

  • También existen casas-palacio como: la Casa de las Milicias Concejiles; Palacio de Cárdenas; Palacio de Río Ungría; Palacio de Ballesteros Ronquillo (en ruinas); y Palacio del General Vicente de Río. Sin olvidar otros como el o el del Marqués de Villasante en la calle de la Morería. El Palacio de don Juan II o del Real, donde se educó Isabel La Católica desapareció en la década de 1970 por motivos nunca del todo enteramente aclarados.

Aparte de esta localizaciones otros lugares de interés son la avenida de Emilio Romero; el nuevo puente construido sobre el de San Julián; la Ermita de la Virgen del Camino (popularmente llamada "la Caminanta"); la biblioteca municipal (instalada en la antigua alhóndiga); el Centro de Interpretación de la Naturaleza, situado en la Plaza del Real; y el mercado de los martes en el recinto ferial; plazas como las del Arrabal, del Real, San Pedro y de la Villa.

Fotografías de Conjunto Histórico de Arévalo

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