Santuario de la Virgen de Alba

Santuario de la Virgen de Alba

Pequeño santuario pero de gran importancia en la devoción mariana de los asturianos, está sobre la peña de Alba, a 1200 msnm, en uno de los municipios asturianos más montañosos, Quirós, desde donde se divisa un espectáculo imponente de montañas, paisajes y casi se alcanza a ver el mar.

La erección canónica de este santuario fue en 1581 gracias a una Bula del papa San Pio V,​ dominico y que antes de ser elegido papa llevaba el nombre de fray Miguel de Alejandría, ya que su procedencia era la ciudad italiana de Alessandría-Italia. Estudió filosofía y teología doctorándose en Bolonia y fue ordenado sacerdote en 1528. Poco después de su ordenación fue nombrado Prior de Alba.

Leyenda

La leyenda áurea dice que en el cercano pueblo de Villar vivía María, una jovencita que tenía diez hermanos menores que ella. Todavía de madrugada iba con las ovejas al monte, donde solían pacer, y no retornaba a su casa hasta el atardecer, pues así se lo había ordenado su madrastra. Solo comía de lo que ella se procuraba, pues no le daban nada y, a pesar de todo, salía contenta y cantando hacia el monte todas las mañanas.

Mientras las ovejas pacían, ella recogía las flores más bellas que encontraba para ofrecérselas a una bella señora que vivía en una cueva de la peña de Alba. Mientras tanto, los lobos eran los que cuidaban de su rebaño, pero un día ocurrió una tragedia: un lobo devoró a una cabritilla. El pánico hizo presa en María por lo que le diría su madrastra y se le ocurrió entrar en la cueva para pedir ayuda a la señora que también veía en sueños muchas veces. En aquel momento apareció frente a ella un cabritillo idéntico al descuartizado.

Maravillada por el suceso, María lo contó al pueblo, que acudió en masa al lugar indicado por María y encontraron la talla de una Virgen enterrada. A la vista de ello, el pueblo decidió construir en ese lugar una ermita en la que se venerase a la Virgen, lo cual viene haciéndose desde hace siglos con el nombre de Virgen del Alba.

Estructura y arquitectura

El edificio es de construcción muy sencilla sin relieve arquitectónico; posiblemente por las dificultades de acceso que tiene no se hiciera otro mayor, si bien se amplió posteriormente pero de forma muy modesta. Por el momento este es el único santuario de Asturias que carece de carretera de acceso. En una visita de don Florentino Fernández junto con otras personas el 14 de agosto de 1987 se encontraron los restos de lo que fue la Casa de las Novenas. El santuario pertenece eclesiásticamente a la parroquia de Salcedo.

El santuario consta de una sola nave y sacristía pero con un interesantísimo retablo del siglo XVIII, que preside la imagen de la Virgen de Alba. La imagen de la Virgen es de vestir, teniendo tallada solamente la cara, las manos y los pies.

Favores y milagros

Con el paso del tiempo, el rosario de favores en torno a la Virgen de Alba, concedidos por su mediación a los que reccurrían a la ella, fue creciendo enormemente. Un par de ellos valen de muestra. El primero se desarrolló en el siglo XIX durante los sucesos de la insurrección de Cuba. Un soldado español, quirosano, iba a ser fusilado y cuando ya le apuntaban los insurrectos, gritó: «¡Por la Virgen de Alba, no me matéis!». El jefe insurrecto detuvo la orden de fuego y le dijo al soldado: «Valor, paisano, estás salvo». Y es que aquel jefe insurrecto era otro quirosano que las circunstancias de la vida le llevaron a tal situación.

El segundo también se refiere a un hecho de vida o muerte. Un sacerdote quirosano estaba preso en la Iglesia de los jesuitas de Gijón durante la guerra civil española de 1936. Llegó un grupo de marxistas y leyeron una lista de nombres para darles el paseo, que era la forma coloquial que tenían para decir que los iban a fusilar. Durante una parada del camión donde los habían metido, los milicianos aprovecharon para beber y charlar con otros compañeros. Desde el camión, los condenados oían frases, más o menos como esta: «¡Para lo que les resta de vida!». Al oirlas, el sacerdote gritó: «¡Ay, Virgen de Alba, Fray Melchor, salvadme!». Al oírlo, un miliciano se acercó preguntando: «¿De dónde eres que hablas de la Virgen de Alba y Fray Melchor? ¿Eres de Quirós?»

El sacerdote le dijo que era de allí, cómo se llamaba y porqué lo habían detenido. El miliciano contestó: «Bueno, tranquilo, yo también soy de Quirós y voy a salvarte». Le indicó que mientras entretenía a sus compañeros se bajara y escondiera debajo del camión y que, después de arrancar, huyera, diciéndole: «No olvides que quien te salvó no fue la Virgen ni san Melchor». «¿Quién, entonces?» dijo el cura. «¡Pericón de Quirós!» contestó el miliciano.

El tercer favor puede considerarse como la segunda parte del anterior. El sacerdote que salvó la vida fue apresado de nuevo y fingió ser súbdito extranjero. Lo trasladaron a Gijón para verificar este dato, lo dejaron en una casa con la advertencia firme de que no se fugara, pero al ver que estaba solo, se escapó y buscó un refugio seguro,donde permaneció hasta que las tropas del General Franco lo liberaron.

Fiestas, devociones y tradiciones

Como el santuario tiene ciertas dificultades de acceso, el culto oficial se reduce, aparte de las visitas en grupo o individuales, a la de su festividad, el 15 de agosto, es decir, el día de la Asunción o también llamada popularmente el día de la Virgen de agosto. Antaño siempre iba precedida de novena. La afluencia de romeros y peregrinos proceden, además de los de los pueblos del concejo, de todos los pueblos del contorno como Lena, Morcín, Proaza, Riosa, Grado y también de Oviedo, Trubia, etc.

Antonio Fernández B., químico ovetense, tiene escritas unas letras llenas de emoción cuando en 1932 y 1933 que termina con una curiosa anécdota: «...por mi espalda se percibían explosiones de cohetes, y por mi derecha también. ¿Pero es que desde aquí se escuchan dos ecos? No, hombre -me dijo mi padre-, mira, los de nuestra espalda vibran en el cielo de la Virgen de Trubaniello y los de la derecha saludan a la Virgen del Cébrano, en Teverga».

Hay una tradición del vecino municipio de Lena que es digna de mención y que duró hasta el año 1950. Antes de amanecer, hacia las cinco de la mañana se concentraban en la plaza de la iglesia de Pola de Lena gran cantidad de personas con más de un centenar de caballerías para subir hasta el santuario de la Virgen de Alba y celebrar su festividad. La cabalgata la componían principalmente mozos de Pola, Vega del Ciego, Muñón, Villallana, etc. y tenían como punto fijo de descanso Las Morteras. Esta marcha la preparaban con muchos meses de anticipación, incluso de un año para otro. El último tramo, debido a lo estrecho del camino, ya no lo podían hacer pareados para ir conversando, sino en fila de a uno.

Fotografías de Santuario de la Virgen de Alba

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Glosario de términos

Ermita
De eremita. Capilla o santuario, generalmente pequeño, situado por lo común en despoblado y que no suele tener culto permanente.
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Retablo
Obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar. Se divide verticalmente en calles, la central más ancha se llama espiga, y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por el guardapolvo o polsera. La palabra procede del latin retaulus y este a su vez de retro (detras) y tabula (tabla).
Venera
Motivo decorativo en forma de concha marina, similar a las conchas de peregrinos
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