Cementerio de Comillas

El Cementerio de Comillas se sitúa sobre unas antiguas ruinas góticas, restos de lo que antiguo fue la iglesia del pueblo, del siglo XV-XVI. Doménech se encargó de su ampliación, mediante un alto tapial de mampostería rematado por pináculos, en el que se abre una magnífica portalada de reja realizada en hierro y la apertura de varios arcos en la antigua iglesia.

En lo alto de sus muros, se recorta sobre el cielo el ángel blanco de Llimona. Dicen que fue un encargo del primer Marqués de Comillas para el mausoleo de su hijo primogénito pero que finalmente se lo donó a su pueblo, dejándolo libre, para velar por el alma de los fallecidos.

En su interior se encuentran excelentes mausoleos, como el de la familia de Piélago, que al igual que el Ángel, es obra de Llimona.

La fachada de este cementerio es Bien de Interés Cultural desde 1983.