Camino de Santiago. Castro Urdiales - Laredo

Camino de Santiago. Castro Urdiales - Laredo

El itinerario

Otra bonita etapa, con una fuerte subida a La Magdalena, donde se admira un hermoso paisaje del valle de Liendo, y se termina en una ciudad con todos sus servicios: Laredo.

Dejamos Castro Urdiales con la vista puesta en el Poniente. Una indicación cerca de la plaza de toros, donde está el albergue, nos invita a seguir durante 36 kilómetros una vía, entre arbustos y acantilados.

La primera aldea que nos encontramos es Allendelagua, paraje bucólico -todavía- de ganadería vacuna. Descendemos hasta cerca de la autovía donde existe otro camino que nos lleva a Cerdigo, un pequeño pueblo con la iglesia de San Juan y casonas antiguas en el alto, y nuevas construcciones en su falda. Atravesamos la aldea hacia el cementerio, y de allí atravesamos bosques con olor a mar. El camino desemboca en Islares, desde donde nos dirigimos a la hermosa playa de Arenillas. Podemos tomar la ruta hacia la Magdalena o dirigirnos al Pontarrón de Guriezo, donde hay un albergue.

Tomamos el camino viejo a Laredo, que pasa por Tarrueza y el barrio de Santa Ana. Ya se ve Laredo.

En Laredo es sencillo encontrar los dos albergues. Si nos colocamos en su plaza principal mirando a la Casa Familiar de Mar a nuestra derecha está el Palacio Benito de Zarauz. Junto a él, asciende la calle San Francisco. Antes de llegar al Convento de San Francisco descubriremos un callejón en el que está el albergue de El Buen Pastor. Si seguimos unos metros llegamos a un plazoleta en la que la calle Fuente Fresnedo baja al centro. En mitad de esta callejuela, a nuestra derecha está el albergue Casa de la Trinidad. Ambos están señalizados.

Dificultades

La Magdalena. La subida de la Magdalena, una etapa mítica de la Vuelta Ciclista a España, es dura. Su bajada es mucho más suave.

Observaciones

Salvo que fallen las fuerzas, conviene evitar el albergue de Pontarrón de Guriezo. La localidad es bonita, pero el albergue, muy triste y estropeado. Comparte edificio con la estafeta de correos.

Qué ver y qué hacer

La villa de Laredo tiene ya constancia histórica a finales del siglo X como posesión del Conde Fernán González. Alfonso VII le otorgó el llamado "Privilegio Viejo de Laredo" y Alfonso X concedió a su Concejo "cartas de estimación y merced" por los muchos servicios que hicieron en la conquista de Sevilla. Fue Laredo puerto militar de Castilla y el único habilitado desde Avilés a Bilbao para las expediciones a América, hasta que Sevilla y Cádiz asumieron el destacado papel que en este aspecto les correspondió en aquella época.

Palacio Benito Zarauz. Reconstruido en 1816, se encuentra situado al final de la Plazuela de Cachupín, lugar desde el cual partía el famoso camino de Castilla. De su arquitectura, destacan los cuatro arcos con piedra de sillería, en el soportal; el arranque de la Puerta Medieval de la Mar, en el interior; y la balconada corrida típica de esta región. Además, es reseñable el escudo nobiliario de barro con profusión de lambrequines, banderas, picas, cañones y otros atributos militares.

Casa Familiar de Mar. La construcción de la casa palacio de la familia de la Mar data del siglo XVII. Posee una fachada de piedra de sillar y destacan las balconadas con basamento de piedra y balaustrada de hierro, adornada con bolas de bronce. Ostenta un soberbio escudo de armas: timbrado por un adorno, en los cantones superiores vemos dos sirenas y bajo ellas sendos leones hacen de soportes, pisando con sus patas dos bustos de mujer. Las armas del escudo pertenecen a los apellidos Mar, Libarona, Arce y Mantilla. Esta edificación nobiliaria se hallaba al lado del río Bario, navegable en época medieval y moderna, que hoy canalizado y abovedado discurre bajo la carretera. Si nos dirigimos a la plaza Cachupín, pasado el Palacio de Zarauz, está la casa torre del Hoyo, también conocida como la casa de Vélez Cachupín, el último destino del recorrido.

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