Asthenognathus atlanticus (2 de 3)

Descripción

Subo hoy unas fotos de una especie que aún no tiene fotos ni ficha en la web: Asthenognathus atlanticus.

Se trata, como veis, de un pequeño cangrejito, muy peculiar tanto por su aspecto general como por su modo de vida (lo que condiciona bastante su aspecto).

De poco más de un centímetro y medio de ancho de caparazón por unos 8 milímetros de largo, esta hembra de las fotos fue recolectada por mí hace muchos años, exactamente el 18 de septiembre de 1992, aunque las fotos se las hice ahora, como en el caso de los ejemplares de Stenosoma acuminatum y Stenosoma lancifer de los que subí fotos recientemente.

Lo conseguí gracias a un marinero de bajura, amigo mío, que tuvo a bien llevarme un día en su bote para recoger los trasmallos que había largado el día anterior, por el centro de la Ría de Vigo.

Dentro de un tubo apergaminado de gusano de la especie Chaetopterus variopedatus venía este ejemplar, vivo, que inmediatamente captó mi atención. Era el segundo que encontraba dentro de un tubo de esa especie de poliqueto (el anterior, también atrapado en las redes de ese marinero, unos meses antes, lo había visto ya muerto, en el pantalán donde depositaba sus artes cuando las subía a tierra). Pensé que hallar sólo dos ejemplares pero siempre en el mismo refugio no podía ser casual y, efectivamente, no lo era: como luego pude averiguar, esta especie de cangrejos pertenecen a la familia Pinnotheridae, junto con otras especies de cangrejos, comensales de moluscos bivalvos, de las que ya subí fotos hace algún tiempo. Pero los ejemplares de esta especie, en concreto, habitan preferentemente en el interior de tubos de gusanos de cierto porte (la especie se cita como comensal de Amphitrite edwardsi, por ejemplo), y por ello, según entiendo, adaptó su anatomía a esa existencia “tubular”, ensanchando su caparazón, de contorno suavemente hexagonal, en detrimento de su longitud, haciendo que fuese especialmente liso y sin espinas para que pudiese deslizarse por el interior del tubo sin engancharse a sus paredes, y dotándose de unos pares centrales de pereiópodos (las patas marchadoras de los pares 3 y 4) mucho más largas que las quelas o las patas del 2º y 5º par que, por su posición, poco podían ayudar en la locomoción forzadamente estrecha y lateral por dentro del tubo, antes bien, podrían dificultarla si fuesen más largas.

La frente, apenas sobresaliente y sólo levemente hendida en su mitad, también ayudaría con su falta de prominencias a esa forma de locomoción por el interior del tubo.

En la foto 1 muestro una vista dorsal del ejemplar, en la foto 2 una ventral (que permite apreciar que se trata de una hembra) y, finamente, en la foto 3 enseño una visión frontal, en la que se pueden observar los ojos y la levísima depresión central.

La localización en el mapa la doy sólo de manera aproximada (que no tenía yo de aquellas muchos medios para posicionarme con exactitud en medio de la ría).

Espero que esta especie, de existencia discreta y por ello bastante desconocida para el público en general, os haya resultado interesante.

Un saludo.

Etiquetas

#invertebrados #naturaleza #fotografía

Datos de la fotografía

Autor: Marcos Fernández Iglesias

Fecha de realización: 04/03/2016

Fecha de publicación: 30/03/2016

Visitas: 1969

Comentarios: 11

Localización

Pontevedra, Vigo, Ría de Vigo (42.25006,-8.73825)

Registro

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Comentarios

Fe de erratas: como bien corrigió Juan Luís, la familia a la que se adscribe esta especie ha cambiado y ahora ya no es la misma que engloba a los pinnotéridos. Ahora es la familia Varunidae. Cosas de taxónomos, je, je... Un saludo.

¡Hola, Marcos! Ya echaba de menos que subieses alguna foto ;-) Y más si vienes a sorprenderme con una especie tan interesantísima, con una morfología tan peculiar y de la que no sabía nada de nada... ¡Gracias por compartir! Un fuerte abrazo, amigo mío.

Interesante y curioso, aunque, por lo que respecta a la supuesta adaptación, voy a discrepar en el sentido de que parece que sea voluntad del individuo cambiar su forma para moverse dentro del tubo y sin embargo es precisamente el entorno el que hace al individuo; por ejemplo, el que consigue esconderse sobrevive, el que no, muere. Quiero decir que si no cabes dentro del tubo mueres y si cabes, vives y dejas descendencia, de manera que es el entorno quien acaba con la forma que no cabe. Selección natural. La selección natural no da forma a los seres vivos sino que decide, de las formas que hay, cual sigue su curso. Perdona Marcos, pero ese es un tema sobre el que he discutido mucho con amigos a los cuales no he convencido y que hoy todavía piensan que el oso polar es blanco porque vive en la nieve o que la jirafa tiene el cuello largo para comer de las ramas más altas. Yo opino que el oso polar vive en la nieve porque se camufla y caza más y la jirafa come de las ramas altas porque tiene el cuello largo. Y así con todo esa supuesta adaptación es el resultado de la aplicación de la selección natural. Me alegro de veros. Un abrazo.

Iñaki Rojo Legarra

Iñaki Rojo Legarra

31-03-2016

Hola, Iñaki. Quizás la forma de pensar de tus amigos se deba a que es la línea de pensamiento socialmente más extendida: el lamarkismo. Imagino que su origen se debe a dos razones: a) es la teoría más intuitiva y fácil de entender; b) que a muchos, en la escuela, nos enseñaron esa teoría. En mi caso fue así: luego, en secundaria, me enseñaron la teoría de la selección natural. Yo lo entendí bien y adopté la teoría darwinista, pero imagino que habrá gente que se habrá quedado con la copla anterior. Quizás los profes y exprofes de instituto de la web nos puedan arrojar más luz si esto que digo es algo general o mi experiencia personal simplemente es un caso aislado. ¡Suerte con ellos, Iñaki! A lo mejor los convences. Un abrazo a los dos.

Touché, Iñaki. Cuando tienes razón hay que dártela. Y ahora la tienes.

Lo cierto es que yo también pienso como vosotros (es la selección natural la que funciona, y porque el órgano existe, puede hacer la función y no al revés), pero a veces me traiciona lo que he aprendido de chaval, y quiere colarse en mis explicaciones. Efectivamente, porque el Asthenognathus atlanticus es como es puede vivir donde vive, muy cierto.

No obstante, como casi todo en la vida (y más siendo yo gallego), cierto nivel de "depende" no viene del todo mal, porque verdades absolutas hay muy pocas, y aún esas suelen caer bastante antipáticas con su pretensión de infalibilidad. No, no os asustéis: no discuto la mayor; pero, a veces, la realidad, terca, se empeña en querer avisarnos de que no es todo tan monolíticamente inalterable. Todos conocemos muchísimos ejemplos en los que la "falta de función" atrofia órganos, o el uso excesivo de otros órganos los potencia, claro que a un nivel muy micro: el dedo meñique de los pies, que va menguando generación tras generación, el pelo y dientes de los niños ferinos que crecen más de lo normal (al tiempo que decrecen en la población mundial "coincidiendo" con su abandono de ciertos hábitos alimenticios), o, sin ir más lejos, el incremento de la masa muscular en quien practica un deporte. Admito que los últimos ejemplos -no así el del meñique, ojo- son un poco tramposillos, y que se quedan en el rango del individuo y no se transmiten a su descendencia. Vaya, que todo es verdad a medias, ¿no creéis?.

Pero, insisto, soy de vuestra misma creencia, haya dicho como lo haya dicho antes, al describir al bichito.

Al final, en lo que siempre estaréis de acuerdo conmigo es en que estos cangrejos han escogido un buen lugar para vivir, ¿verdad?. A la vista está.

Un fuerte abrazo a ambos, y muchas gracias por vuestros comentarios.

Hola de nuevo; cuando toqué (¿estrujé?) el tema lo hice sabiendo que podía causar polémica. Veo que es fácil caer en la tentación de empezar la casa por el tejado (a mí también me pasa) y casi siempre tendemos a preguntarnos las cosas de manera que parece que la evolución es algo planificado; por ejemplo : para que tienen las jirafas el cuello largo en vez de porqué. Respecto a lo del meñique, ahí está todavía; no hay nada que nos demuestre que esté mermando generación tras generación; de hecho, estoy seguro de que los sietemil millones de seres humanos que vivimos en este planeta (incluso los que puedan estar en órbita) tenemos meñique independientemente de la raza (salvo algunas excepciones como amputaciones u otras razones). Mientras el meñique no sea un impedimento para sobrevivir ahí estará. Además, la selección natural pierde su oportunidad en el momento en que el especimen se reproduce, por lo que aunque acabe con él, si su simiente está echada, no acaba con la estirpe. Bueno esto es todo un poco orientativo y a mi modo de ver. Escabrosillo a fin de cuentas. No sé si es extrapolabre a todos los casos o sólo a unos pocos, habría que discutirlo. Ayer ya estuve discutiendo de nuevo con un amigo. Me gusta el tema, da mucho juego y hay muchos ejemplos que se pueden aportar. A ver quién me convence. Ja,ja,ja. Un potente abrazo a ambos.

Iñaki Rojo Legarra

Iñaki Rojo Legarra

02-04-2016

Una cosa más, perdonad mi brusquedad por haber irrumpido de esta manera con el tema; sea como sea, lo expuesto, no resta importancia a esa asociación que parece que está hecha el uno para el otro, ni quiero decir que todo sea como yo lo digo. A fin de cuentas la cosa es como tu la has descrito, Marcos: ... "su caparazón, de contorno suavemente hexagonal, en detrimento de su longitud, haciendo que fuese especialmente liso y sin espinas para que pudiese deslizarse por el interior del tubo sin engancharse a sus paredes"... y también: ..."su modo de vida ... que condiciona bastante su aspecto)"... A mí, lo que me pasa, es que tengo que aprender a callarme y no liarla. Perdonad de nuevo y enhorabuena por el hallazgo y las fotos, que están muy bien y son esclarecedoras. Un abrazo.

Iñaki Rojo Legarra

Iñaki Rojo Legarra

04-04-2016

No hay nada que perdonar, Iñaki, ¡sólo faltaba!. Fui yo el que se expresó rematadamente mal al principio, dando pie, afortunadamente, a un interesante cruce de comentarios que, a mi modo de ver, enriquecen más que el Avecrem.

De todos modos, lo que es una pena es no poder dedicarle al tema todo el tiempo que merece, delante de un buen cachopo asturiano y un buen vino.

Tienes que animarte, Iñaki, al siguiente encuentro científico-gastronómico-festivo que se organice, para vernos las caras, que va siendo hora, ¿no crees?.

Un abrazo, y gracias de nuevo por todos tus comentarios.

Sabes que me encantaría participar; si pusieran la cena de Navidad a finales de mayo o primeros de junio sería fácil acudir. De todas formas, este año me esforzaré, a ver si lo consigo. Un abrazo.

Iñaki Rojo Legarra

Iñaki Rojo Legarra

05-04-2016

¡Te estamos tomando la palabra! ;) ¡Un abrazo!

Pues, atendiendo a la elástica cronología del supuesto nacimiento de Jesús (por ejemplo: según la tradición oriental nació tal día como hoy, un 6 de abril, aunque existe cierta unanimidad entre los doctores de las iglesias en que se produjo unos 4 años antes de Cristo -¡esto de elucubrar sobre estos temas es más incierto que atinar con el nombre científico de una especie, a causa de los vaivenes de "estos taxónomos"!-), bien podría ser que celebrásemos la navidad en las fechas que dices, Iñaki, o en cualquier otra que nos diera la gana. O cualquier otra cosa ("San Queremos" puede ser una buena opción), que motivos no han de faltar, ¿verdad?. Un abrazo a ambos.

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