En las cercanías de la localidad llanisca de Pría se encuentra, junto a la
Playa de Guadamía, el campo de bufones más extenso de Asturias. Se puede visitar siguiendo la ruta PR AS-57,
Ruta de los bufones de Pría.
Los bufones son formaciones geológicas de interés notable; básicamente son chimeneas abiertas en la costa en comunicación con simas marinas. Comienzan su formación con la erosión superficial por medio del agua de lluvia que, en zonas de factura o planos de estratificación de estas calizas, formó agujeros verticales o chimeneas que ponían en comunicación la superficie con la base del acantilado. El mar, a su vez, creó una cámara en la base del mismo que comunicaba con el agujero que llega a la superficie.
De esta forma, la llegada de una ola a la cámara comprime el aire que tiene y sale por el agujero a presión, emitiendo un sonido característico o bufido. Si además el mar está malo, las olas, que rompen con fuerza en el acantilado, entran a presión por el agujero, saliendo entonces por el agujero agua a presión, pulverizada, formando un surtidor que puede llegar a medir entre 20 y 40 m, pudiendo expulsar también restos de algas, piedras, arena, que quedan alrededor del surtidor (se recomienda observarlos de lejos en época de mal tiempo, ya que son extremadamente peligrosos, y sobre todo no asomarse a las chimeneas en pleamar o temporal, ya que se han producido muertes) y emitiendo un bufido que se puede oír a varios kilómetros de distancia, siendo un espectáculo digno de admiración. Los bufones no aparecen de forma solitaria, sino que generalmente forman campos de varios de diversa potencia cada uno.