Villa romana de La Olmeda

Villa romana de La Olmeda

La Villa Romana La Olmeda fue descubierta el 5 de julio de 1968 al realizar don Javier Cortes Álvarez de Miranda unos trabajos de terraplenación en una tierra de cultivo de su propiedad. En 1980 fue donada por su propietario a la Diputación Provincial de Palencia, quien desde entonces ha gestionado los trabajos arqueológicos y los necesarios para la visita y difusión de la villa. Para ello construyó un funcional edificio inaugurado en 1984, que fue ampliado en sucesivas ocasiones hasta que la Diputación acometió la realización del actual edificio, obra de los arquitectos Pedrosa-Paredes, finalizado a comienzos de la primavera de 2009, que permite la visita de la villa y su conservación en un marco actual.

Los orígenes de la villa romana La Olmeda se pueden fechar a fines del siglo I o principios del II, en época Flavia a la que corresponde la estructura del edifico de una primera villa situada al norte de la actual. A mediados del siglo IV se produjo un cambio radical en el emplazamiento de la villa: el primitivo edificio se abandona o cambia de uso y se levantó uno nuevo, en un contexto de recuperación que vivió su mejor momento entre los gobiernos de Constantino I y Teodosio I el Grande, en el que se han centrado la mayor parte de los trabajos realizados en el yacimiento arqueológico y que constituye el conjunto arqueológico principal y el objeto de la visita.

Mosaico de la Villa romana de La OlmedaSe trata de un espléndido edificio con dos partes independientes pero unidas por un ancho pasillo; la que servía de vivienda a los dueños, y al O de ésta, los baños, con una extensión total que supera los 4.400 metros cuadrados, con mas de 1400 metros cuadrados de pavimentos con mosaicos. Pero el conjunto de la villa estaba formado por otras dependencias para viviendas de colonos y siervos, almacenes, cuadras, y demás áreas de trabajo. También contaba con zona de enterramientos.

Historia

Se trata de una explotación agrícola en la que se diferencian dos fases cronológicas distintas. Por un lado, existió una villa fundada a finales del siglo i que perduró hasta finales del siglo III, momento de crisis económica y social, y, por otro, la reedificación de la villa, de nueva planta y en un lugar distinto, durante el siglo iv, que perduró hasta mediados del siglo V y fue destruida y abandonada posiblemente en el siglo VI. Esta segunda fase se inserta en el contexto de recuperación iniciado en época de Diocleciano y su sistema de Tetrarquía, que vivió su mejor momento durante el gobierno de Constantino I y sus hijos, a principios del siglo IV, y bajo el gobierno de Teodosio I, a finales del mismo siglo. A este momento constantiniano-teodosiano pertenece el mayor esplendor de la villa. El conjunto de la explotación constaba de dos partes: la villa urbana, residencia señorial del latifundista (la parte excavada), y la villa rústica, residencia de los trabajadores, ya fueran esclavos o colonos, además de estancias de almacén y cuadras. Esta segunda parte no está localizada y puede estar ya destruida debido a la precariedad de su construcción.

Socialmente, se trataba de un núcleo aristocrático que constituía una dinastía familiar de terratenientes, cuyos retratos se observan en el mosaico principal. Contaba con mucha fuerza en la organización política y social, tanto del mundo romano como en tiempos godos, al ser, poco a poco, sustituidos por la aristocracia de origen germánico. La cultura de este dominus se englobaba dentro de la tradición clásica, con fundamentos literarios y mitológicos antiguos, algo normal en esta clase social resistente al proceso de cristianización, que en la villa tan solo está constatado en una inscripción dedicada a Marciana sobre una pieza de cerámica.

Se desconoce el nombre de los distintos propietarios que se sucedieron durante los siglos IV y V, pero la riqueza de los restos hallados ha sugerido algunos nombres como el del general Asturius, dux de la Tarraconense entre 441 y 443. Sin embargo, y a pesar de las inscripciones halladas, continúa el anonimato de la villa.

El Palacio

Villa romana de La Olmeda 2La vivienda principal, de cerca de 3.000 metros cuadrados es de forma cuadrada, con jardín central rodeado de galerías a las que abren las habitaciones; corresponde al tipo de vivienda llamada casa de peristilo, de origen mediterráneo, frecuente en el mundo romano.

En sus fachadas N. y S. se disponen sendos pórticos flanqueados en sus extremos por torres, octogonales en la fachada S. y cuadradas en la N. El acceso principal al interior de la vivienda, una vez atravesado el pórtico S., se hacía por la habitación V-03, al fondo de la habitación se alzaban dos columnas cuyas basas se conservan in situ que servían para marcar el paso del vestíbulo a la galería S. del peristilo.

Villa romana de La OlmedaDesde la galería S. del peristilo se accedía a la habitación V-05, pavimentada con un suelo de opus signinum (mortero de cal y fragmentos cerámicos) que tiene en su sector central cuatro hoyos hemisféricos unidos por canales, quizás para asiento de tinajas, lo que ha hecho pensar que ésta y la habitación contigua V-06 pudieron haber tenido la función de despensas-almacenes. En la pared N. de la V-06 se conservan restos de pintura, y se pueden ver las escaleras de acceso al piso superior. La habitación V-09 es una especie de alcoba con uno de los más bellos mosaicos geométricos de la Olmeda. La habitación V-13 se puede considerar como uno de los comedores o triclinios de la casa.

El Oecus (V-14), sala principal de la vivienda, de 175 m2, es donde se hallan los mosaicos figurados más importantes conservados en la Olmeda. El principal mosaico se describe en un apartado posterior.

Al extremo E. de la galería una puerta da entrada a una habitación absidada, V-16, que estuvo dotada de hypocaustum sistema de calefacción subterránea radiante.

Villa romana de La OlmedaEl mosaico de la habitación V-18 destaca por su fuerte colorido, principalmente amarillo y rojo, y tiene un diseño de cuadrados y hexágonos alargados separados por sogas que encierran diversos motivos geométricos y florales. Rodean el mosaico dos cenefas, una interior de flores de tres pétalos (tulipanes) contrapuestas y otra exterior de flores cuatripétalas encerradas en cuadrados. Este mosaico es uno de los que se ha conservado íntegro.

Las habitaciones que abren a la galería N del peristilo tienen suelos de opus signinum y de tierra. La V-22 es la entrada N. del palacio. En la V-24 se ve el hueco de la escalera de acceso al piso alto. El doble piso existía tanto en esta zona N. como en la S., siendolas otras dos alas del palacio, E. y W., de planta baja.

Villa romana de La OlmedaLa galería W. del peristilo (V-28) está pavimentada con un mosaico que tiene el mismo diseño que el de la galería oriental. Del centro de esta galería arranca hacia el Occidente el pasillo de comunicación con los baños. La habitación V-32, es posiblemente el comedor o triclinio principal de la vivienda.

El espacio central de la casa -jardín del peristilo (V-41)- tenía en medio una fuente, de la que apenas quedan restos, rodeada por un pequeño mosaico totalmente destruido. De la fuente parte un desagüe de ladrillo visible en la actualidad que después de atravesar la galería N. del peristilo bajo el mosaico, la habitación V-22 y el pórtico N. (V-40), vertía a un arroyo perpendicular, hoy desaparecido.

Los mosaicos

Mosaico en la Villa romana de La OlmedaPosiblemente el mayor atractivo de la villa lo constituye el conjunto de mosaicos que pavimenta sus suelos, considerado como uno de los más importantes de España. Comenzando por el acceso sur de la vivienda, pavimentado con un mosaico en el que se alternan cuadrados y octógonos y está bordeado por una cenefa de círculos secantes, las cuatro galerías del peristilo están pavimentadas; al norte y al sur el diseño es sencillo, de carácter geométrico, y así en el corredor norte el espacio se divide en cuadros o casetones en los cuales se alternan motivos como nudos de Salomón, esvásticas o cruces rodeados por una cenefa de motivos florales, mientras que en el corredor sur, muy destruido debido a la zanja, aparecen círculos secantes con cenefa de triángulos encadenados (guiloches). Por su parte, al este y oeste se repite un mismo tema a base de parejas de hexágonos irregulares que al cortarse dejan en el centro un octógono y al unirse con otras parejas de hexágonos forman cuadrados y rombos.

Detalle de mosaico en la Villa romana de La OlmedaEn la esquina sureste se encuentra, por un lado, la habitación n.º 20, que cuenta con uno de los diseños geométricos más destacados de la villa: un octógono central en cuyos lados se sitúan cuadrados, y entre estos aparecen rombos alargados, todo ello rodeado con una cenefa de trenza y línea en zig-zag. Por otro lado, el triclinio que conforman las habitaciones n.º 14 y 15 presenta, en su ábside, nudos de Salomón dentro de círculos mientras que el resto de la sala cuenta con una corona de laurel en el centro y a su alrededor ocho rectángulos en cuyo interior albergan círculos con flores de ocho pétalos.

Tanto en la esquina noreste como noroeste las habitaciones tripartitas presentan pavimento de mosaico. Al noreste, el habitáculo principal (n.º 3) contaba -antes de ser saqueado- con un diseño de hexágonos alternando con cuadrados, la n.º 2 presenta cuadros separados por sogas y dentro de ellos cuatro peltas, alternativamente rojas y negras, y la n.º 4 tiene un diseño a base de cuadrados y hexágonos, separados por sogas, dentro de los cuales hay motivos geométricos y florales, y todo ello con dos cenefas, una de flores de tres pétalos y otra de flores cuatripétalas. Por su parte, al noroeste, la habitación absidiada (n.º 11) cuenta con un diseño de octógonos y cuadrados, con flores de ocho pétalos y cruces en su interior, todo bordeado por una cenefa de tulipanes en el ábside y por triángulos encadenados (guiloches) en la parte baja. Contiguas, la habitación n.º 10 presenta un centro de cuatro flores separadas por sogas y alrededor paneles de distinto tamaño, y la n.º 12 muestra un diseño de círculos secantes y cenefa de triángulos isósceles.

Detalle de un mosaico de la Villa romana de La OlmedaEn la esquina suroeste, el triclinio principal de la vivienda así como su vestíbulo presentan también pavimento musivario. El mosaico de la parte más antigua del comedor muestra un diseño de flores enlazadas por sus tallos sobre el que se superponen círculos unidos y está rodeado por una cenefa de guirnaldas. Por su parte, el mosaico de la zona ampliada presenta líneas rectas sobre las que se disponen círculos con flores en su interior y cenefa de almenas. Su vestíbulo, la habitación n.º 32, ofrece una decoración de hiladas de peltas separadas por sogas.

En cuanto al edificio de los baños, varias de las estancias también están pavimentadas con mosaico.29​ Así, la gran habitación circular presenta un diseño similar al de las galerías este y oeste del peristilo, con un cuadrado en el centro en el que dos cenefas de guirnaldas rodean una estrella de ocho puntas. En las cuatro pequeñas salas contiguas, las dos al sur tienen un diseño de casetones con motivos cruciformes en su interior, y las dos al norte, una presenta un diseño de cuadrados y hexágonos -similar al de la habitación n.º 4- y la otra parejas de escamas afrontadas o dobles hachas. Por último, el pavimento del vestuario presentaba un diseño de cuadrados, octógonos y cruces, con cenefa de círculos secantes, que posteriormente fue cubierto con opus signinum.

Mosaico del Oecus de la Villa romana de La OlmedaEl pavimento más excepcional de la villa es el situado en el oecus (habitación n.º 15). Lo componen una escena central figurativa rodeada por una cenefa que presenta un diseño similar al de la galería este del peristilo con coronas de laurel superpuestas y junto a la pared otra cenefa de cintas onduladas que envuelven tulipanes. La parte central figurativa se compone de tres temas distintos:

  • Escenas de caza en mosaico de la Villa romana de La OlmedaLa zona más cercana a la entrada de la sala representa siete escenas de caza, en cinco de las cuales distintos animales luchan con cazadores a pie o a caballo, armados con lanza o jabalina. Otra de las escenas muestra un león del Atlas (especie ya desaparecida) herido, y otra el ataque de un león a varios antílopes africanos.
  • Escena de Aquiles en la Villa romana de La OlmedaEn el centro de la sala está representado un tema mitológico muy común en la antigüedad, tanto en el mundo griego como romano, y el Renacimiento. Se trata de la leyenda del descubrimiento de Aquiles por Ulises, cuando Aquiles estaba oculto vestido de mujer en la isla de Skyros, en el palacio del rey Licomedes. En la escena, Ulises señala a Aquiles la dirección a Troya y las princesas, hijas del rey, tratan de impedir su marcha sabiendo que morirá en la guerra. Los personajes representados, a un tamaño superior al natural, son los siguientes:
    • Aquiles, desnudo y con pendientes femeninos.
    • Ulises, empuñando una espada con remate de cabeza de águila.
    • Rea, reina de Skyros, con diadema y ceñidor del manto.
    • Seis princesas, entre ellas la amante de Aquiles, Deidamía.
    • Albina, el ama de Deidamia, que ofrece a Rea un huso señalando que la escena se desarrolla en el gineceo del palacio.
    • Agirtes y Diomedes, que acompañana a Ulises y tocan las trompetas haciendo que Aquiles se descubriese al empuñar las armas con las que trataba defenderse.
  • El tercer tema figurado, el más destacado por su singularidad, es la cenefa que rodea la escena de Aquiles y Ulises. Se compone de varios medallones ovalados que cuelgan de alas de ánades, los cuales sujetan con los picos ánforas apoyadas sobre plantas, cuya cola acaba transformando en un delfín. En cada medallón aparece un rostro, alternándose masculino y femenino, de personajes la mayoría jóvenes, hechos con teselas de pequeño tamaño que alternan con pasta vítrea.

De los dieciocho retratos originarios, se conservan catorce y su interpretación es complicada. Entre las diversas teorías propuestas, Dimas Fernández-Galiano identificó los medallones como instrumentos litúrgicos relacionados con algún tipo de culto pagano mientras que otros postulan que se trata de retratos familiares.30​ En las cuatro esquinas de la cenefa están representadas las cuatro estaciones, de las que se conservan todas excepto el verano, elaboradas de manera clásica: primavera con flores, otoño con uvas e invierno con velo. La forma de representación de los ojos, grandes y con cierta inexpresividad, es común en el Bajo Imperio y época bizantina.

El conjunto de mosaicos de la Olmeda es uno de los mayores existentes en edificios no públicos del occidente romano. Si exceptuamos los aprox. 400 m2 que tuvo la planta alta del edificio, casi completamente destruidos, el resto, hasta unos 1 .400 m2, se ha conservado en su mayor parte.

Su importancia no se basa únicamente en la cantidad, sino también en la calidad de su ejecución, tanto en los de diseño geométrico como en los figurados siendo muy superior a la que presenta la mayoría de los mosaicos tardorromanos de Hispania. Uno de los grandes logros de la Olmeda es el haber conseguido la conservación in situ de sus mosaicos y poder contemplar en las cercanías los materiales de la excavación arqueológica, permitiendo al visitante hacerse una idea global de lo que fueron estas villas romanas.

Los Baños

Baños de la Villa romana de La OlmedaEs un edificio situado al W. de la vivienda y unido a ella por un amplio corredor. Vivienda y baños forman un conjunto uniforme construido simultáneamente.

El corredor divide los baños en dos partes: al S. una gran habitación circular de 170 metros cuadrados, B-12 del plano, con cuatro salientes en ángulo recto y pavimento de opus signinum de color muy claro al que se superpone un mosaico. Esta sala se calentaba mediante hypocaustum Las chimeneas para el tiro se situaban en los salientes en ángulo recto de la sala, empotradas en la pared. Dos puertas al W. de esta sala circular la comunican con cuatro pequeñas habitaciones. Al N. del corredor de unión con la vivienda, frente a la sala circular de la zona Sur de los Baños, se encuentra el apodyterium o vestuario de los baños, habitación B-02. De forma cuadrada, con las esquinas redondeadas, tiene adosada a su pared oriental y a parte de la pared S. un banco corrido, En la esquina NW. una pequeña bañera de forma oval muy bien conservada con escalones para descender al fondo. Toda la sala estaba cubierta por un pavimento de opus signinum superpuesto a un mosaico de factura poco cuidada. De la esquina SE. de esta sala parte un desagüe profundo de fábrica que atraviesa la habitación 8-05 identificada como las laetrinae (retretes), con solado de ladrillos o baldosas.

Baños de la Villa romana de La OlmedaDesde el centro de la pared N. de la habitación B-02 una ancha escalera desciende al frigidarium (sala del baño frío) de forma trilobulada, habitación B-03, asimismo con dos pavimentos de opus signinum superpuestos. Al oeste de esta habitación han aparecido en 201 O las habitaciones de las zonas templada y caliente de los baños (tepidaria y caldaria) con mosaico e hipocausto B-08, B-09 y B-1 O. Junto a ellas también una habitación rectangular rematada en ábside con bello mosaico geométrico B-07.

Museo

Durante las excavaciones de la villa aparecieron un gran número de objetos, ya sean de uso cotidiano o de carácter más excepcional. Dicho conjunto, junto con los materiales procedentes de los ajuares de las tumbas, representa la cultura material característica de una residencia señorial del Bajo Imperio. Debido a la importante relación que guarda con la historia de la villa, a través de su vida cotidiana, se decidió exponer el conjunto al público y así, inicialmente, se mostró una selección del material en una habitación de la casa particular del propietario.

Sin embargo, el creciente volumen de los hallazgos hizo que dicha estancia resultase insuficiente y, tras su cesión por parte de la Diócesis de Palencia, en 1984 se instaló el museo monográfico en la entonces recién rehabilitada iglesia de San Pedro de Saldaña.

Fotografías de Villa romana de La Olmeda

Dispones de 145 fotografías de Villa romana de La Olmeda

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