Ribeira de Oporto

Ribeira de Oporto

Toda postal de Oporto muestra más colorida y pintoresca imagen de la ciudad: la Ribeira. Este paseo al lado del río en Oporto es visita obligada para turistas o residentes. En la Plaza de la Ribeira, ahora llena de sillas de los diferentes restaurantes, encontramos entre otras cosas la Capilla del Largo del Terreiro, que popularmente se conoce como de la Señora de la Ó, la Fuente Taurina y el característico muro decorado con arcos que invitan a pasearse entre los comercios y restaurantes. Llama la atención el grabado que muestra la hazaña vivida por los pobladores de Oporto para impedir la entrada de las tropas napoleónicas; quienes decidieron desplomar el puente que comunicaba entonces a la ciudad y morir para no dejarse vencer. Los portuenses fallecidos son aún recordados bajo el nombre de as alminhas (las almitas), adorados como una suerte de mártires.

En la Ribeira de Oporto se encuentran muchos restaurantes con comidas típicas y terrazas para tomar una cerveza y petiscar, que sería la forma local de referirse a comer algunas tapas o porciones pequeñas de especialidades portuguesas.

La Ribeira está presidida por el puente más famoso de Oporto, el Puente de Luis I de Oporto; fue construido en 1877 por Teófilo Seyrig, quien era socio de Eiffel y junto al río y los edificios coloridos conforman uno de los paisajes más bonitos de Oporto. El nivel más bajo se puede atravesar a pie o en auto; la parte alta es posible también transitarla como peatón o con el metro que la atraviesa, de la línea amarilla o línea D, dirección Dom João I.

La visita a la Ribeira debe ir acompañada de un paseo en barco, que se toma en el muelle. Hay diferentes opciones de recorridos, unos más cortos que te llevan a conocer los puentes que unen Porto con Vila Nova de Gaia o también existe la opción de un barco más grande o crucero, cuyo paseo puede ser incluso de un día, y llevar a los asistentes hasta el sitio donde se cultivan las uvas con que se hace el vino de Oporto.

En la Ribeira se puede visitar la Iglesia de San Francisco de Oporto, el monumento gótico más representativo de la ciudad. Muestra también una decoración perteneciente al barroco con el dorado oro casi como color exclusivo.

Otro atractivo es el Palácio de la Bolsa de Oporto, que con su sala árabe, el Patio de las Naciones, la Sala Presidencial y la habitación de la Asamblea General lo convierten en uno de los monumentos de Oporto más visitado.

La Casa del Infante o Casa do Infante en portugués, fue el edificio que acogía la aduana en el año 1300. Además se dice que fue en esta casa donde nación el príncipe Henry en navegante. Dentro se muestran elementos importantes de la historia portuense.

No hace falta adentrarse mucho entre sus callejuelas (que recomendamos mucho hacerlo, de todas formas) para encontrar lo genuino. En Oporto, las peixeiras -vendedoras de pescado tradicionales- y los grandes comercios internacionales cruzan la calle juntos día tras día, como si el tiempo se hubiera dividido en dos, pasando para algunos y detenido para muchos otros.

Para llegar a ella se puede bajar desde la plaza de la Catedral de Oporto por escaleras y empinadas y estrechas calles, o bien usar el funicular de Guindais o el ascensor de Ribeira; en la parte de Gaia existe un teleférico que lleva a la parte alta del puente de Luis I.

Fotografías de Ribeira de Oporto

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