Ermita de San Baudelio de Berlanga

Ermita de San Baudelio de Berlanga La ermita está ubicada en Casillas de Berlanga (actualmente pedanía adscrita al Ayuntamiento de Caltojar), en el suroeste de la provincia de Soria, dentro de la comarca denominada Tierra de Berlanga. En un páramo reseco de las cercanías de Berlanga en Soria, encontramos este extraño edificio que, por sus especiales características, parece fuera del tiempo, fuera del espacio o ambas cosas a la vez. En efecto, todo en él es sorprendente: su discreta imagen exterior, su compleja estructura interior y los restos de sus pinturas que, después de una triste historia de compraventas y juzgados, están repartidas entre varios museos norteamericanos y el Museo del Prado. Fue declarado Monumento Nacional en 1917.

Al llegar a sus proximidades, lo primero que aparece a nuestra vista es una austera construcción cuadrada, situada en el costado norte de una pequeña loma, con tejado a cuatro aguas, dos puertas, una en el muro norte, en doble arco de herradura prolongado en 1/3 del radio, y otra, de arco de medio punto, a poniente, ambas situadas a distinta altura aprovechando el desnivel del terreno. A esa nave hay adosado otro cubo más pequeño en la cara este, cubierto con tejado a dos aguas. Toda ella está construida con gruesos muros de mampostería, sobre una base de grandes sillares, y no existe ninguna decoración exterior; no hay aleros, modillones, ni ningún otro detalle que pueda llamar la atención en este pequeño edificio que sólo dispone de dos ventanas en arco de herradura, muy estrechas y con derrame interior, una en el ábside y la otra a mayor altura en la parte occidental de la cara norte.

En el exterior del ábside se encuentra una necrópolis rupestre con más de una veintena de tumbas antropomorfas toscamente talladas. Están orientadas de este a oeste y estuvieron cubiertas por lajas. Su excavación inicial puede datarse alrededor del siglo X, si bien pudieron ser utilizadas sucesivamente, posiblemente hasta el siglo XVI.

La construcción de la ermita se enmarca en la época de la consolidación definitiva de los reinos cristianos en toda esta zona, que tiene lugar hacia el año 1060, cuando tiene lugar la toma, por Fernando I, de Gormaz, Vadorrey, Aguilera, Berlanga y Bordecorex, que se encuentran camino de Medinaceli, que fue centro defensivo estratégico de la frontera musulmana desde el siglo X.

No se conoce nada cierto sobre su origen, si bien hay noticia documentada desde 1136 en que se trasladó la jurisdicción de la ermita y el monasterio a la diócesis de Sigüenza. Según la tradición, la gruta a la que se entra por la esquina sur del interior de la ermita, debió de servir en su día como habitáculo de algún eremita. En torno a esta gruta y al manantial que brota y que hace más habitable el paraje, se organizó a finales del siglo X un cenobio o monasterio que hipotéticamente debió quedar adscrito a la advocación de San Baudelio, mártir galorromano del siglo IV, del que parece que circularon algunas reliquias, procedentes de Nimes, por diversos lugares de la geografía hispano visigoda, llegando finalmente a Toledo. Según parece, los antiguos discípulos de San Baudelio solían habitar en parajes apartados ubicados en las inmediaciones de fuentes de agua para evocar, de ese modo, el lugar donde San Baudelio había sido enterrado.

Las reliquias bien pudieron, con motivo de la invasión islámica, necesitar de un traslado desde Toledo a Asturias o Navarra, por lo que tal vez alguna de ellas pudo haber quedado depositada temporalmente en este lugar.

El culto estuvo suspendido durante mucho tiempo, siendo utilizada incluso como lugar para guardar rebaños de ovejas.

A pesar de lo anterior, varias de las más importantes pinturas de la ermita, que era propiedad de varios vecinos de Casillas de Berlanga a principios del siglo XX, fueron vendidas a marchantes que las revendieron a diferentes museos estadounidenses. Una parte pudo ser recuperada a mediados del s. XX y hoy se exhibe en el Museo del Prado de Madrid. Por otro lado, la pésima conservación de la techumbre de la ermita causó en su tiempo un irreparable deterioro a buena parte de las pinturas del techo que quedaron.

La iglesia fue adquirida por la Fundación Lázaro Galdiano en 1949 y donada al Estado. Una larga y cuidadosa restauración, que requirió incluso el arrancamiento de las pinturas para su tratamiento experto en talleres especializados, ha permitido la recuperación del monumento para la posteridad.

Todo en la estructura interior de San Baudelio es de una sorprendente originalidad. La nave principal es un cubo de 8,50 por 7,30m, con una altura interior máxima de casi 10m, al que está adosado un ábside de 4,10 por 3,60 y por unos 6m. Toda la nave está cubierta por una única bóveda esquifada muy rebajada que se soporta sobre ocho arcos de falsa herradura y trazado irregular que emergen, apoyados sobre ménsulas, de un gran pilar central, de casi un metro de diámetro, y terminan en los vértices y los centros de los lados del rectángulo que forma la nave. Se trata de una solución muy poco habitual, sin antecedentes conocidos, de la que sólo encontramos otro ejemplo de la misma época en la ermita de Santa María de Peñalba en Arnedillo (La Rioja), aunque en ese caso con sólo cuatro arcos, y posteriormente en algunas construcciones atribuidas a los templarios como la iglesia de la Vera Cruz de Segovia o la Capilla de Nuestra Señora del Monsagro en Asturias. Sin embargo en ella encontramos similitudes muy interesantes con otros monumentos mozárabes, como el hecho de que la proyección horizontal de la bóveda de San Baudelio es idéntica a la de cada uno de los dos ábsides de San Millán de Suso, aunque de mucho mayor tamaño, por lo que quizá en este caso se hizo necesario el pilar central. Otra similitud interesante es que los arcos que acaban en las esquinas, para mantener la sensación de arco de herradura, se apoyan sobre salientes en forma de cuarto de cilindro semejantes a los cuartos de pirámide escalonada que se utilizan para la misma función en Santiago de Peñalba. También podemos destacar la curiosa semejanza con la pequeña ermita de Santas Céntola y Elena de Siero (Burgos) que, a pesar de las grandes diferencias entre ambas, tienen en común el hecho de que constan sólo de una nave y un ábside, así como un tipo de construcción semejante, los ábsides, que en los dos casos son del tipo visigodo, de forma rectangular, testero plano y bóveda de cañón, aunque en Siero es en herradura, el banco corrido en piedra a lo largo de todos los muros excepto el de la cabecera y, sobre todo, la estructura de los arcos de herradura del ábside y la puerta norte de San Baudelio, muy semejantes al de la cabecera de dicha ermita, todos ellos prolongados 1/3 del radio, prolongación que se produce mediante una imposta que sobresale del arco generando la forma de herradura, características más habituales en el arte visigodo que en el mozárabe.

San Baudelio de Berlanga: Detalle del conjunto de arcos y columnas que forman la pequeña mezquitaPero las sorpresas no han hecho más que comenzar. Enfrente del ábside, como algo también exclusivo de esta iglesia, la mitad occidental de la nave está ocupada por un conjunto de tres filas de seis pequeñas columnas cada una, que soportan arcos de herradura muy irregulares. Se trata de columnas cilíndricas, sobre grandes plintos cúbicos, sin basas pero con alguna decoración en la unión con el plinto, y sin capitel, aunque la conjunción de varios arcos sobre cada columna forma algo semejante a un gran cimacio. Este conjunto, que da la sensación de formar una reducida mezquita de menos de dos metros de altura, sin ningún antecedente en el arte prerrománico español, soporta por medio de pequeñas bóvedas entre los arcos, también esquifadas, en este caso de cuatro paños, una segunda planta que ocupa gran parte de la mitad occidental de la iglesia, algo de lo que sólo encontramos como antecedente la tribuna existente en Santa Cristina de Lena. Sin embargo en San Baudelio la interpretación de este espacio elevado, que además dispone de una alta balaustrada, en parte reconstruida en las últimas restauraciones, es más compleja que en el caso de la iglesia asturiana, ya que su espacio es mayor y, además de los elementos que encontramos en aquella, incluida la escalera interior adosada en este caso en el costado sur, aquí existe una puerta al exterior y una especie de oratorio, también cubierto por bóveda de cañón y con acceso por medio de un arco de herradura de sólo 1,8m de altura, que avanza desde el coro hasta el pilar central generando una pequeña capilla particular dentro de la iglesia, también orientada al este, como el ábside. Tampoco existen antecedentes en el prerrománico español de capillas elevadas de este tipo, por lo que se han dado diferentes interpretaciones, desde que se tratara de una zona para seglares a que fuera un tabernáculo para ceremonias privadas de culto, pero por el momento no sabemos cuál fue su función.

San Baudelio de Berlanga: Vista de la estructura bóveda alrededor del pilar centralAún más sorprendente es un pequeño compartimento casi inaccesible que existe en el pilar central, justo encima del nacimiento de los ocho arcos que soportan la bóveda, aprovechando el hueco que los arcos generan en una zona en la que el pilar ya no tiene funciones de soporte. El resultado es un espacio de forma cilíndrica, de aproximadamente un metro de diámetro por dos de altura que se comunica con el exterior mediante ocho pequeñas ventanas en arco de herradura, de unos 24cm de anchura, situadas entre los grandes arcos del soporte central, que permiten observar el interior cubierto por una cúpula califal cuidadosamente decorada, semejante a las de la mezquita de Córdoba y a las del Cristo de la Luz de Toledo, formada por una doble armadura de de seis nervios en arco de herradura y otros dos que se cruzan en el centro. Tampoco existen antecedentes de una estructura de este tipo, aunque se puede intentar establecer una relación con los compartimentos que existen encima de la cabecera de algunas iglesias visigodas y asturianas y una función de protección – muy dudosa, ya que el lugar es fácilmente accesible – de objetos de culto en caso de peligro. Parece más relacionada con la tradición oriental, conservada por la cultura islámica, de decorar con gran cuidado algunos espacios poco visibles pero de alto significado religioso, por lo que quizá estuviera dedicada a conservar las reliquias de San Baudelio.

La decoración tiene un carácter excepcional, no habiéndose utilizado en la misma en absoluto la madera, y basándose por lo tanto íntegramente en la decoración pictórica hecha al temple sobre un enlucido de yeso que reviste completamente el interior, quedando cubiertos todas las paredes de la ermita, tanto las verticales como las abovedadas, las columnas y las nervaduras.

Las pinturas se encuentran entre las muestras más antiguas de pintura románica en el país, y sorprenden por su excelente factura y porque combinan la temática religiosa y la profana, con inspiración seguramente en cerámicas y marfiles de la época califal cordobesa.

Las pinturas, para las que se utilizaron muy pocos colores, se consideran obra de tres artistas locales desconocidos que han sido denominados: Maestro de Maderuelo o Primer Maestro de Casillas, a quien se atribuyen todos los temas decorativos de arquerías y bóvedas, las grandes escenas bíblicas y las pinturas del ábside; Maestro de San Baudelio, quien debió pintar las escenas cinegéticas de la zona baja, que son las pinturas más originales, y un tercer maestro, de más modesta competencia, a quién se atribuyen las pinturas del interior del coro.

En el ábside, se encuentran pintados San Nicolás de Bari y San Baudelio a ambos lados de una representación de la paloma del Espíritu Santo, invertida, en la clave de la ventana abocinada. Y en el centro una palmera.

Otros personajes y escenas representados son: escenas de cacerías, un guerrero, un halconero, un elefante portando un castillo con tres torres, un dromedario, un oso, perros rampantes, bóvidos afrontados, las tres Marías ante el sepulcro, la curación del ciego y la resurrección de Lázaro, las bodas de Canna, las tentaciones de Jesús, la entrada de Jesús en Jerusalén, la Santa Cena, episodios de la Pasión, águilas con alas extendidas, un ibis, Caín y Abel en actitud oferente, una luna semicircular de la que irradia una cruz griega y sobre la que se proyectan dos ángeles, un personaje sentado en actitud escatológica, etc.

Fotografías de Ermita de San Baudelio de Berlanga

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Glosario de términos

Alero
1. Parte inferior del tejado, que sale fuera de la pared y sirve para desviar de ella las aguas de lluvia. 2. Borde de un techo.
Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Armadura
En arquitectura, cubierta de madera que cubre el techo
Balaustrada
Cada una de las columnas pequeñas que con los barandales forman las barandillas o antepechos de balcones, azoteas, corredores y escaleras. Guarda cuerpo que se coloca a lo largo de una galería, balcón, tribuna, terraza, escalera, etc., por razones de seguridad y estéticas. Está formada por la sucesión de pequeños pilares unidos por un pasamanos.
Banco
Es la parte inferior del retablo el que se apoya el mismo. Si el banco lo forman dos pisos el inferior se llama sotobanco
Basa
Pieza inferior de la columna que sirve de apoyo al resto
Cabecera
Testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Capitel
Parte superior de una columna, compuesta de molduras y otros elementos decorativos. Elemento colocado sobre el fuste de una columna que sostiene directamente el arquitrabe, arco etc. Los capiteles pueden ser vegetales, historiados (con historias), figurados (con personajes), antropomorfos (se reconocen figuras humanas), zoomórficos (animales conocidos) y fantásticos (animales no existentes). La voz proviene del latín capitellum diminutivo de caput (cabeza)
Cenobio
Sinonimo de monasterio. Casa o convento, ordinariamente fuera de poblado, donde viven en comunidad los monjes
Cimacio
Pieza en forma de tabla delgada que remata los capiteles, normalmente jonicos y corintios.
Clave
Dóvela central de un arco o pieza central de una bóveda.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Cubierta
En general, sistema de cierre de la parte superior de una construcción.
Derrame
Disposición oblicua del interior de un vano por la que es distinta la abertura de un lado al otro del muro.
Enlucido
Revoco con que se cubre un muro de materiales pobres
Ermita
De eremita. Capilla o santuario, generalmente pequeño, situado por lo común en despoblado y que no suele tener culto permanente.
Escalera
Construcción diseñada para comunicar varios espacios situados a diferentes alturas. Partes de una escalera
Imposta
Hilada de piezas sobresaliente sobre la cual se levanta un arco o bóveda, que se coloca también para evitar que el agua discurra de forma continua por la fachada del edificio. También es un saliente con forma prismática a modo de capitel situado sobre una pilastra.
Medina
Nucleo urbano de una ciudad musulmana, en ella se encontraba la mezquita, la madraza, la alcaicería y la zona comercial
Monasterio
Conjunto de edificios donde se agrupan los monjes para vivir en comunidad. Voz proveniente del latín monasterium y este a su vez del griego monastérion
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Oratorio
Capilla privada fuera del ámbito eclesial
Pilar
Pilastra exenta, suele tener más consistencia que la columna.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Plinto
Pieza petrea donde se apoya las basas de las columnas y que sirven para elevar las mismas.
Sepulcro
Es la obra que se construye para dar sepultura a una persona, generalmente en piedra y elevada respecto del suelo
Sillar
Bloque de piedra labrado y asentado en hiladas, con forma, dotado de seis caras.
Testero
Pared de un edificio que se encuentra frente a la entrada principal. Tambien se le relaciona con el muro de la cabecera de la iglesia.
Tribuna
Galeria sobre la nave lateral de un templo donde pueden alojarse los fieles
Tumba
La tumba es una pequeña edificación o cámara para depositar a los difuntos, con muros, tejado y si se usa para más de un cuerpo, con puerta
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