Cuevas de Andina

Cuevas de Andina

Estado de protección: Monumento Natural de las Cuevas de Andina (Decreto 44/2002 ).

Tipo de zona: playa interior.

Localización: concejo de El Franco (Asturias), en las cercanías de la localidad de Andina.

Superficie: 11.90 ha.

Accesos: por la N-634, la FR-5 hasta Arancedo y después la FR-6 a Andina .

Geología: modelado cárstico

Vegetación característica: formaciones boscosas con laureles, acebos, madroños y tejos.

Situación

El Monumento Natural de Las Cuevas de Andina se encuentra cerca del pueblo homónimo en el concejo de El Franco. Se llega tomando desde la N-634, en La Caridad, la carretera FR-1 hasta Arancedo y desde allí la FR-6 hasta poco antes del pueblo de Andina. A la entrada se encuentra un pequeño parking con un área recreativa. El acceso al Monumento Natural requiere el pago previo de una entrada de hasta 3 €. La visita es guiada y discurre por unos caminos señalados con indicaciones sobre la flora.



Características

Las Cuevas de Andina constituyen un paraje de gran singularidad geológica, geomorfológica y paisajística. Se trata de una depresión kárstica que da lugar a un valle semicerrado, recorrido por un arroyo que termina por verter aguas al río de El Mazo, tributario del Porcía. En el centro de la depresión se sitúa un promontorio calcáreo (hendido de arriba abajo en un estrecho pasillo rocoso y horadado en varias oquedades), que en su cumbre se transforma en varios pináculos inaccesibles. Su valor geológico se debe a su naturaleza, ya que se tratan de mármoles del Cámbrico inferior correspondientes a la Formación Vegadeo, bastante raros en el occidente asturiano.

Su caprichoso relieve se debe a la acción combinada de los fenómenos naturales y sobre todo de una fuerte actividad minera en la época romana destinada a la obtención de oro; así, consecuencia de ello aparecen abruptas trincheras, quebradas, vaciados, cerros de residuos y grandes acumulaciones de escombros que están disumulados por la vegetación. Esta explotación a cielo abierto alcanzó cortados de más de un centenar de metros de desnivel. Diversas cuevas y galerías indican una explotación subterránea. Varios depósitos y canales, uno de ellos de 5 km de longitud, facilitaban el uso de la energía hidráulica tanto en los desmontes como en el lavado de las tierras ricas en oro.

Los terrenos beneficiados fueron cuarcitas y pizarras, quedando al descubierto un esqueleto de calizas con vetas marmóreas (la formación Vegadeo). Es posible que los habitantes de los castros existentes en las cercanías, como La Corona de Castro de Arancedo o el mismo Castro de Coaña participaran en las tareas de excavación.

La abundante y densa vegetación que cubre esta zona hace que desde el exterior apenas sea visible. Las zonas más abruptas están pobladas por laureles (Laurus nobilis), castaños (Castanea sativa) y madroños (Arbutus unedo), mientras que en las más bajas son los fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana), acebos (Ilex aquifolium), tejos (Taxus baccata) y robles (Quercus robur) los que forman la cobertura arbórea principal. En los alrededores aparece prados y plantaciones de pinos (Pinus sylvestris) y eucaliptos (Eucayptus globulus).

La fauna es diversa; viven aquí numerosas aves, como rapaces entre las que destacan azores, ratoneros y cernícalos, lechuzas o cárabos. Entre los mamíferos, corzos (Capreolus capreolus) y jabalíes (Sus scrofa) encuentran aquí refugio; zorros y varios mustélidos, roedores y numerosos anfibios y reptiles también han sido localizados, al igual que martas (Martes martes), nutrias (Lutra lutra) y ardillas (Sciurus vulgaris).

Fotografías de Cuevas de Andina

Dispones de 6 fotografías de Cuevas de Andina

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