Cueva de La Covaciella

Cueva de La Covaciella

Descubrimiento y entorno

La cueva de La Covaciella se encuentra en la zona cabraliega conocida como Las Estazadas, a una buena altura sobre la margen izquierda del río Casaño y en las cercanías del Puente Golondrón; desde ella se puede ver la Cueva del Bosque, situada a menos de un kilómetro. Se descubrió en octubre de 1994 como resultado de una explosión llevada a cabo durante las obras de ampliación de la carretera AS-114; entonces se abrió un agujero en el techo de la cueva por el que se comenzaron a verter bloques para rellenarlo y asentar la carretera (unos 400 m3); antes de que se acabara de rellenar el hueco, la presencia de un día festivo, el 16 de octubre de 1994, permitió a varios lugareños entrar en él y descubrir sus pinturas.

La Covaciella está formada por una galería de unos 40 m de longitud que se abre a una gran sala, dividida en dos por los bloques vertidos antes de su descubrimiento; la parte oeste de la sala mide 11 x 13 m y la este 25 x 15 m. El desarrollo total de la cueva, de este a oeste, ascendente, es de 80 m; su entrada original es un pequeño orificio al noreste de la gran sala, y desde que fue cegado naturalmente hasta que se abrió a consecuencia de las obras, no hubo intromisión humana alguna en su interior.

A escasos metros de la entrada original existe un abrigo usado por los lugareños para refugiar el ganado, conocido como cueva de Los Gitanos, Covariella o Covariellas, de 25 m de fondo por 7 de ancho. Aparentemente nunca estuvo comunicado con La Covaciella, pero debido a su cercanía si existió una relación, ya que excavaciones en el mismo demostraron la existencia de varios niveles solutrenses o magdalenienses.

Representaciones

Las representaciones parietales de La Covaciella se desarrollan de este a oeste sobre la pared sur. La primera parte, conocida como el Panel Principal, se inicia a unos 55 m del extremo este de la cavidad. A unos 10 m de la última figura aparece una zona pintada, el Panel del Signo, y a unos 4 m se localiza el Panel del Bisonte; unos 2 m al oeste, un trazo corto, de 8 x 1.5 cm, situado en la pared opuesta y pintado en rojo, pone fin a las representaciones de la cueva. Apenas a unos metros de este trazo un tapón de arcilla ciega una posible salida de la cueva al exterior.

El Panel Principal

La organización de este panel (fig. II), corre a cargo de una grieta vertical que lo recorre de arriba abajo; los animales de la parte izquierda miran a la derecha, y los de la izquierda (salvo uno), a la derecha, dando una sensación de claro afrontamiento. En este panel aparecen un ciervo, un prótomo de caballo, siete bisontes, un reno, puntuaciones, bastoncillos y trazos digitales de enmarque.



La primera figura de este panel, comenzando por su parte este (izquierda al mirarlo de frente, fig. III), es un ciervo grabado de 103 cm, cuyo perfil aparece representado con un trazo digital único sobre la arcilla de descalcificación (ver fig. IV). En su interior, la manchas del anca, cuello y parte masetera presentan un modelado formado por varios trazos digitales entremezclados.

Sigue una figura de un bisonte de 88 cm (fig. V), perfilado con trazo digital y asociado con pintura negra sólo en el tren anterior; en su interior, la parte dorsal y posterior están modeladas con trazos digitales aplicados con suavidad.

Bajo este bisonte, casi a nivel del suelo, aparece el prótomo de un caballo, de unos 12 cm de longitud, pintado en negro (fig. VI).

En la parte oeste del panel (derecha, ver fig. VII), aparecen más representaciones. Continuando desde la parte anterior, la primera figura que aparece es un bisonte hembra pintado en negro que mide 62 cm (fig. VIII); su parte nasofrontal y los dos bordes pintados de los cuernos tienen una perfilado consistente en una línea fina pero profunda, a la vez que una banda ancha de trazos múltiples recorre el contorno externo de la parte dorsal desde el fuerte escalón de la crinera a la cola. Con este contorno se consigue destacar el trazo dorsal del animal del fondo, que gracias a esa banda se hace más claro al retirar la arcilla de la pared, aumentando así el contraste. Además, destaca en el interior, en la parte dorsal anterior, un modelado formado por finos grabados arriba y un alisado en el que se aplicó un pigmento ocre abajo; la barbilla, la zona ventral del cuello, la escápula y la parte inferior de las patas presentan un difuminado de la pintura negra. El anca de la pata posterior tiene un haz de grabados finos los cuales convergen hacia abajo adaptándose a las líneas negras de las patas.

Tras esta figura aparece otra que se corresponde a un bisonte macho con la cola levantada; su longitud es de 76 cm (fig. IX). Se realiza empleando las mismas técnicas que en la figura anterior y los grabados y modelados son similares.

Bajo esta figura o entre sus patas aparece un bisonte pintado en negro del que únicamente se representó la línea dorso - cervical, la crinera (casi borrada por el agua), los cuernos grabados con una línea simple y el perfil nasofrontal; puede verse la línea en la figura X, donde también se aprecia el conjunto de los bisontes pintados de esta parte del Panel Principal.

Por delante de la anterior aparece otro bisonte macho, de 69 cm, también con la cola levantada (fig. XI); para la representación de la línea cervical el artista aprovechó un resalte de la roca. Está realizado con pintura negra a la que se añade una roja que aparece tan sólo contorneando al negro en las patas trasera; la barbilla y la parte ventral del pecho presentaron un difuminado, que hoy ha borrado el agua de escorrentía. Bajo este bisonte, entre sus patas delanteras y el sexo aparece una mancha roja difuminada, y tras él dos puntuaciones también en rojo. Bajo las patas hay cuatro trazos cortos, uno más largo y dos más cortos.

Por encima del segundo bisonte de esta parte del panel, aparece una curiosa figura, ya que se aprovechó la forma natural de la superficie para crearla. Se trata del cuarto trasero de un bovino que mira a la derecha, al contrario del resto de animales de esta parte del panel; aprovechando una oquedad se representa la cola (que aparenta estar erguida gracias a un resalte curvado) y el comienzo del anca, cuya parte inferior se completa con un trazo digital para diferenciarla de las grietas contiguas; otro trazo finaliza la pata posterior, realiza el pliegue inguinal e inicia el vientre. En la parte dorsal, después de la cola, otro trazo digital inicia al comienzo de la grupa, que es marcada luego por el resalte de la cornisa. Por el contexto figurativo, correspondería a la parte trasera de un bisonte; puede apreciarse en la fig. XII.

Tras el bisonte anterior aparece grabado otro (fig. XIII), mirando a la izquierda, de 44 cm, y del que sólo se representó barbilla, boca, la lengua saliendo, nariz, ollar, ojo y línea del párpado superior; la pelambrera anterior aprovecha alguno de los trazos del bisonte inferior y la crinera está realizada a base de numerosos trazos paralelos, sin estar delimitada por arriba y abajo como en los otros; le sigue la línea dorsal. Carece por tanto de las patas, vientre y cola.

La última figura del panel es una que ha sido identificada como un posible reno (fig. XIV). Está realizado magistralmente mediante un trazo que alisa la arcilla de descalcificación para perfilar la figura, que se amplia para reflejar los despieces del cuello, de la zona ventral del pecho y de la escápula; en la cabeza tiene unos largos cuellos arqueados. En total, la figura mide 71 cm de longitud.

En el Panel Principal existen otras representaciones, como los trazos meandriformes digitales antes del primer ciervo, trazos que se repiten de forma discontinua hasta el reno. En la cornisa de la mitad oeste existen dos espeleotemas teñidos de rojo, que posiblemente fueran trazos en su inicio.

El Panel del Signo

Este panel está formado por una mancha roja de 42 x 27 cm, situada a ras de suelo y muy lavada por el agua de escorrentía; además, los frotamientos que realizaron en ella las personas que entraron cuando se descubrió la cueva han contribuido aún más a su pérdida.

El Panel del Bisonte

Aparece aquí representado un bisonte macho pintado en negro, de 56 cm, similar a los anteriores, pero sin tanta complejidad técnica, ya que no está grabado. A su derecha aparece otro que quizás pueda ser un bisonte joven, con las patas posiblemente replegadas.

Estilo y cronología

Se trata de una cueva relativamente pobre en representaciones, pero tanto la calidad de las mismas como su dispoción y conservación le dan una gran importancia. En el Panel Principal, el hecho de que todos los animales estén mirando a la grieta que divide verticalmente el mismo, como intentando entrar en ella, recuerda a otras composiciones similares como el Cueva de Covalanas, Cueva de Llonín y la Cueva de El Bosque; en el arte parietal de La Covaciella se emplean además todos los recursos estilísticos que caracterizan el magdaleniense, como el grabado digital, su fundido con la pintura negra, perfilados, raspados y alisados coloreados.

Para conocer la creación de las pinturas se realizaron dataciones con C14 para el bisonte de la figuras VIII y IX, obteniendo los resultados de 14260 ± 130 años para el primero y 14060 ± 140 años para el segundo; esto indica que la realización de las pinturas de La Covaciella ocurrió hace 14100 ± 130 años. Según la definición de los estilos de Leroi-Gourhan, la temática bisonte - caballo + reno - ciervo, hace de La Covaciella uno de los claros ejemplos del estilo IV.

Conservación

En tan sólo el día que estuvo abierta la cueva al ser descubierta, entraron en ella numerosas personas que provocaron graves daños. La primera consecuencia fue la alteración del suelo, que había permanecido intacto, y que fue pisoteado, borrando las huellas que habían dejado los artistas que realizaron las pinturas; también se frotaron, rasparon y se realizaron otras manipulaciones sobre las pinturas y grabados, lo que causó daños irreparables al conjunto.

La gran parte de las representaciones se encuentran sobre una capa de arcilla de descalcificación, lo que hace que cualquier mínima alteración del equilibrio de la cueva sea un peligro. Un aumento de la cantidad de agua de escorrentía supondría la dispersión de esta arcilla y por tanto de la dispersión de las pinturas, mientras que un aumento de la temperatura supondría la precipitación del carbonato cálcico y la formación de placas de descamación de la arcilla, que acabarían por caer, lo que conllevaría la desaparición de las representaciones. Estos dos procesos existenten en el Panel Principal, y debido a esto es inviable para la conservación de la cueva una alteración de su microclima; por esta causa no debería ser abierta nunca al público.

Fuente y bibliografía:
Wikipedia

Fotografías de Cueva de La Covaciella

Dispones de 15 fotografías de Cueva de La Covaciella

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