Catedral Nueva de Salamanca

Catedral Nueva de Salamanca La Santa e Ilustrísima Basílica Catedral de Salamanca es una de las dos catedrales que tiene la ciudad de Salamanca. Al igual que otras muchas sedes episcopales de Castilla, vio erigir una catedral románica en el siglo XII que es considerada como uno de los más notables edificios medievales de Castilla y León, especialmente por su bellísimo cimborrio (perteneciente a los llamados cimborrios leoneses (ver Catedral Vieja de Salamanca) y la calidad de sus capiteles interiores. Pero la capital salmantina vio incrementada notablemente su población en los posteriores siglos, en gran medida por el poder de atracción de su brillante universidad, lo que dejó a la vieja catedral pequeña y también oscura, en comparación con las obras góticas que se estaban realizando en ciudades cercanas. Se decir pues comenzar la construcción de un nuevo templo, que se va a concebir en lo que actualmente entendemos como gótico tardío. Es por ello que a la Catedral Nueva de Salamanca se la considera, junto a la Catedral de Segovia, la más tardía de estilo gótico construida en España.

La Catedral Nueva, adosada a la Vieja, se comenzó a construir en 1513, y en 1733 se inaugura y consagra solemnemente. En la promoción inicial intervinieron los Reyes Católicos, a petición del Cabildo Catedral, que, con los obispos sucesivos, actuó siempre como principal promotor. Entre los grandes maestros arquitectos que dirigieron las obras durante casi dos siglos y medio figuran: Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, Juan de Álava, Juan Setién Güemes, Pantaleón Pontón, los hermanos Churriguera,... o Juan de Sagarbinaga. Se comenzó a construir en estilo gótico, y aunque goza de la utilización de algunos otros estilos posteriores, conservará hasta el final una unidad estilística en este arte. Se trata de una iglesia con planta rectangular, de tres naves, donde además median numerosas capillas hornacinas entre contrafuertes. En lo alto coronan bóvedas estrelladas. En el crucero se yergue un magnífico cimborrio formado por cuerpo ochavado sobre pechinas, tambor cilíndrico liberado por amplios ventanales y cúpula semiesférica, remata en linterna; fue finalizado por Juan Sagarbinaga en 1765. Rodeando el interior hay relieves con ocho escenas de la Virgen.

La catedral sufrió los devastadores efectos del Terremoto de Lisboa, que se produjo el 1 de noviembre de 1755, quedando todavía signos visibles en las grietas y vidrieras rotas. Después del terremoto hubo que rehacer la cúpula (por Juan de Sagarvinaga) y reforzar el campanario, que era más esbelto, muy semejante al de la catedral de Segovia. El campanario sufrió graves desperfectos durante el terremoto, llegando a inclinarse e incluso amenazar ruina. Tras consultar a varios arquitectos que recomendaron su demolición fue, finalmente, Baltasar Dreveton quien propuso zuncharla con 8 cadenas tensadas y forrarla con piedra en forma de talud llegando hasta el cuerpo de campanas. Así puede contemplarse actualmente, forrada de piedras e inclinada hacia uno de sus lados por efecto del terremoto de Lisboa. Actualmente esta catástrofe se recuerda con la tradición del «Mariquelo» el 31 de octubre.

Hacia 1812 el ejército de ocupación francés derribó la manzana de casas situada al norte de la catedral, creando la actual plaza de Anaya y poniendo de relieve la fachada norte, no preparada para la exhibición y poco agraciada. Este hecho ha provocado que las fotos más conocidas de la catedral sean tomadas desde este lado, haciendo olvidar la fachada principal, mucho más interesante pero situada en una calle estrecha y sin suficiente amplitud para obtener buenas fotografías.

La Iglesia recibe la luz de 90 vidrieras, procedentes originariamente de Flandes. En sus muros también se extienden dos galerías corridas, en dos alturas, 90 medallones con bustos de profetas, evangelistas y doctores, y otros tantos escudos catedralicios con el búcaro de azucenas.

En el exterior cabe destacar la fachada principal, tremendamente profusa en detalles entre los que destacan los relieves de las escenas principales del Nacimiento y la Epifanía. En lo alto de ambas se encuentra Cristo crucificado, flanqueado por las figuras de los Santos Pedro y Pablo.

La Portada de Ramos despliega el conjunto expositivo de la Entrada de Jesús en Jerusalén de interesante factura. La Puerta del Patio Chico, tercera en importancia, en el crucero sur, se cubre de adornos naturalistas, repisas y doseletes, para estatuas, a semejanza de su homologa del lado septentrional.

Esta Catedral, con la advocación a la Asunción de la Virgen, presenta en el segundo tramo de la nave principal el Coro. Fue construido de 1730 a 1740, según trazas de Joaquín Churriguera. De estilo barroco, presenta dos secciones: cuerpo alto compuesto por 57 sillas, y el bajo con 41. En los asientos superiores se representan las imágenes del Salvador, Apóstoles y Santos. A la Virgen y a Santas quedan reservados los inferiores. Son obra de varios artistas como Múgica, Carnicero y otros. Cierra el coro y Capilla Mayor una reja de Duperier. El trascoro con estructura de retablo columnado, se encuentra decorado con talla menuda. Representa a Ntra. Sra. de Loreto en el centro, realizada a mediados del XVI, y a Santa Ana y a San Juan Bautista, obras de Juni, en los laterales.

El Crucero y cabecera: hasta la década de los 80 del siglo XVI no se puede decir que comenzara la segunda etapa de construcción de la Catedral Nueva. Después de haberse terminado la parte de los pies al crucero en la primera fase, ahora se afrontan las obras del propio crucero y cabecera. Se desarrollará manteniendo la unidad de estilo desde sus inicios góticos. Eso sí, Ribero Rada modifica los presupuestos iniciales de planta semicircular de la cabecera y los sustituye por una rectangular de inspiración herreriana, siguiendo el planteamiento de capillas hornacina y remate de dos torres en ángulos. Por su parte, el crucero queda elevado a la altura de la nave principal, permitiendo una insospechada luminosidad y amplitud. La Portada del Patio Chico queda cubierta interiormente por una cancela diseñada por Alberto de Churriguera. En el crucero norte, a la parte derecha, está situada la imagen del Cristo de la Agonía esculpida en el siglo XVI, de histórica devoción, que procesiona en Semana Santa. Aquí mismo, enfrentado, se encuentra el sepulcro de Francisco de Bobadilla, obispo que bendijo la primera piedra de esta nueva Catedral, atribuido a Mitata. Arriba, en el andén superior se conserva una pintura de grandes dimensiones; hablamos de la peste de Milán con la figura central, San Carlos Borromeo de F. Camilo.

Las Sacristías son unas de las últimas construcciones catedralicias realizadas. Se sitúan al lado sur de la cabeza. Fueron comenzadas por Manuel de Larra Churriguera, pero finalmente la mayoría de la construcción se debe a Juan de Sagarbinaga, hacia los años 50 del siglo XVIII. Las estancias se componen por: Sacristía de Capellanes, Sacristía de Canónigos, Sala Capitular y casa del sacristán. En la primera quedan ubicados vestidor con cajonería y aguamanil, obra éste de Gabilán Tomé. La segunda o Sacristía Mayor, al igual que el conjunto queda marcada por un estilo continuista. Con gran uniformidad se sucede una decoración rococó entre los arcosolios de todas sus paredes, destacando el altar del testero con frontón semicircular. No debemos olvidar la cajonería, los extraordinarios espejos con rocallas, o la colección de cuadros en cobre donde se refleja la vida de Cristo, legado de Crespo Rascón. El tesoro tiene cabida en esta sacristía. De su riqueza tan solo podemos destacar las andas procesionales, el conjunto de relicarios de cronologías que parten del XV, urna eucarística,... o un magnífico juego de objetos litúrgicos.

La Capilla Mayor es de planta rectangular en correspondencia con la cabecera, se encuentra cubierta por una fastuosa bóveda policromada y dorada. Conserva hoy, presidiendo, con colgadura de terciopelo, una imagen de la Asunción hecha en 1624 por Esteban de Rueda, un sagrario de Gavilán Tomé, y las urnas de plata con los restos de San Juan de Sahagún (patrono de Salamanca) y Santo Tomás de Villanueva. Dieciocho capillas circundan la Catedral Nueva, enriqueciendo y dando mayor esplendor al conjunto catedralicio en las más diversas artes.

La Capilla de San Lorenzo es la primera capilla desde los pies por el costado sur. Fue fundada por Lorenzo Sánchez de Acebes y su esposa en 1630, quienes tienen su sepulcro en la misma. Preside un retablo de la época de un solo cuerpo con la escena del martirio del titular. El zócalo es talaverano con mascarones platerescos. Hoy ofrece el paso de esta catedral a la Vieja.

La Capilla Dorada fue mandada hacer por el arcediano de Alba Francisco Sánchez de Palenzuela hacia 1515. Dispone de tribuna, órgano (hoy en la Catedral Vieja), benditera, sacristía y cripta. Cuenta además con arcosolios que contienen hermosos sepulcros. El que más destaca es el del fundador con escultura del yacente, y al fondo pintura de la Virgen del Popolo. Destaca la profusa decoración de los muros de la capilla. Están ocupados por estatuas sobre repisas y doseletes, policromados y dorados. Las imágenes de Adán y Eva se ven acompañadas por las de patriarcas, apóstoles, santos, sibilas y profetas. Llama la atención por su feroz realismo la representación de la muerte situada en un vano de la pared. El Calvario preside el retablo, con una pintura sobresaliente de Adiosdado de Olivares. Como la anterior presenta zócalo con azulejos polícromos.

La Capilla del Presidente, denominada así por ser fundada en 1577 por Francisco Fernández de Liébana, presidente de la Real Chancillería de Valladolid. El altar presenta un retablo dividido en dos cuerpos. El superior encarna la Aparición de Cristo Resucitado a la Virgen y el inferior el Entierro de Cristo; según algunos autores pueden ser atribuibles a Navarrete “el Mudo”. Enfrente, la pequeña y finísima escultura de la virgen de Belén que pudiera ser obra de Luisa “la Roldana”. Al lado, sobre una peana, el patético Ecce Homo, de la Escuela de Mena. En el centro corona la capilla una impresionante lámpara posiblemente de Hipólito Escolar, ya enclavada en pleno siglo XX.

La Capilla de la Virgen de Morales, presidida por el retablo de San Bartolomé, que fue ensamblado en 1627 por Antonio González Ramiro. La compone una imagen central del santo titular, junto a San Agustín y San Gregorio. Sobresale sobre todo la pintura de la Virgen con el Niño Jesús y San Juanito, de Luis de Morales en el ático del conjunto, obra de gran valor y significado. De frente se encuentra el sepulcro del doctoral Juan de Mogrovejo, tío de Santo Toribio. También se halla el sepulcro de los hermanos Aguilera médicos de papas y catedráticos de la Universidad. Son obra de Morales, del mismo modo, un Nazareno sobre el sepulcro del canónigo Sánchez Palacio, y tal vez un Ecce Homo en un tríptico contiguo al retablo de bella factura.

Capilla de la Virgen del Desagravio. Lo más interesante es su retablo. Tradicionalmente se dice que tuvo su origen en el traslado de la pintura de la Inmaculada, que lo preside, a la Catedral, para posibilitar el desagravio, al haber recibido una cuchillada de un desaprensivo. Corona el conjunto San Bernabé. Fue construido el retablo en 1665 por Francisco García y el tallista Juan de Mondravilla. Es digno de señalar que éste es el primero de toda Salamanca que se construye con columnas salomónicas.

La Capilla de Jesús Nazareno acoge la mejor colección de pintura italiana de toda la seo. En su retablo se encuentran obras como la Magdalena, Cristo camino del Calvario o la Verónica, atribuidas a pintores como Sacchi y Romanelli. En los arcosolios del fondo destacan lienzos como la Matanza de los Inocentes o la Expulsión de los Mercaderes del Templo atribuidos a Spadaro. A continuación de esta capilla se halla la antesala de acceso a las sacristías.

La Capilla de San Nicolás de Bari, dignos de nombrarse aquí son dos retablos, uno con la imagen del titular de la capilla de buena calidad y del ámbito de José de Larra, y otro neoclásico con la Inmaculada.

La Capilla de San José y de la Piedad acoje un retablo, con la imagen central del santo con el Niño en brazos, de buena factura; en el ático hay un lienzo de Santiago Matamoros. Últimamente aquí se han colocado las reliquias y pintura del Beato Julián Rodríguez Sánchez. Dentro de ésta, en lo que es el cuerpo bajo de una de las torres de cabecera, se encuentra la Capilla de los Dolores, cubierta con una cúpula neoclásica. Ésta última fue fundada por el racionero Juan M. García Serrano, quien dotó la capilla con el retablo, la reja y la imagen de la Piedad. Dicha imagen, una de las de mayor valor artístico y devoción, fue realizada por Salvador Carmona y colocada hacia 1762.

La Capilla del Cristo de las Batallas es sobresaliente sobre muchas del templo. En ella se encuentra el Cristo de las Batallas, imagen que llevaba el obispo Jerónimo, primer pontífice salmantino de la reconquista, a las contiendas del Cid. El retablo que acoge el crucifijo, es obra de Alberto de Churriguera y fue donado por el obispo Sancho Granado hacia 1734. Se puede apreciar en él cierta influencia portuguesa en la escalinata de la hornacina. En esta misma capilla se encuentra el sepulcro de dicho prelado. También aquí se sitúa una Virgen del Carmen de gran calidad.

La Capilla de la Soledad, con la Virgen que preside el retablo, es obra posiblemente de Joaquín de Churriguera. La imagen de Ntra. Sra. de la Soledad es una de las imágenes de más profunda devoción en los salmantinos. Fue tallada por Mariano Benlliure en pleno siglo XX, y de forma permanente la cuidan los cofrades de Nuestra Señora de la Soledad.

La Capilla de la Virgen del Pilar se sitúa la imagen pétrea de la Virgen del Pilar en el centro del retablo de la capilla, talla gótica del siglo XIV. Detrás de la misma queda representada en pintura la venida de María a Zaragoza. En los arcosolios laterales figuran dos relieves, los de San Jerónimo y la Sagrada Familia.

La Capilla de la Virgen de la Cabeza, con la imagen de la Virgen titular centra el altar, siendo obra del siglo XIV. Sobre sitial gótico está sentada con el Niño en su rodilla izquierda. Recientemente se colocaron unos sitiales del coro.

La Capilla de San Antonio; como es habitual, el retablo de la capilla está presidido por el titular de la capilla. En el cuerpo alto se sitúa un lienzo de la Magdalena. Todo ello es del siglo XVIII y realizado por autores locales. Destaca el Martirio de San Juan Bautista de García de Espinosa.

La Capilla de Nuestra Señora de la Verdad fue fundada por el obispo Antonio Corrionero para su enterramiento y el de sus familiares, cabe destacar el retablo del altar y el sepulcro del fundador. Dicho retablo seguramente obra de González Ramiro, queda dividido en dos cuerpos, el superior donde se representa al Crucificado con los donantes, y el inferior con tres calles. En la central se sitúa la Virgen titular con el Niño, del s. XII. Las laterales son pinturas de Pedro de Parada como la superior y están datadas en 1630.

La Capilla de Santiago y Santa Teresa; el racionero Antonio Almansa y Vera la dotó con varias misas en 1625. El retablo de dicha capilla alberga en la calle central las esculturas de los dos santos titulares, patronos de España. Ésta es también obra de González Ramiro, mientras que las figuras son de Antonio de Paz. Las pinturas de las calles laterales son del entorno de Valentín de Aguilar. Aquí yacen los restos de dos importantes prelados del siglo XX, el P. Cámara y F. Frutos Valiente.

La Capilla de Diego de Neyla, situada en el espacio de la Portada de Ramos, básicamente está formada por dos arcosolios con dos grandes sepulcros. A la izquierda el de Diego de Neyla fallecido en 1577. El arco del fondo presenta una pintura de la Virgen con el Niño y San Juanito del siglo XVI de gran calidad, de autor desconocido. Enfrente se sitúa el arcosolio donde reposan los restos de Roque de Vergas; obra construida hacia 1627, donde figuran las armas del arcediano de Monleón.

La Capilla de San Clemente; el retablo que alberga, muestra en lo alto una Virgen del Socorro de Maratti y realizada en 1661. Otra pintura hay del propio San Clemente en el mismo retablo.

A modo de curiosidad, siendo una imagen muy conocida por los visitantes, en la puerta de Ramos (norte), frente al Palacio de Anaya, puede observarse la anacrónica figura de un astronauta esculpida en el flanco izquierdo. Con motivo de acoger Salamanca la exposición Las Edades del Hombre en el año 1993, se decidió restaurar la Puerta de Ramos, muy deteriorada por el paso del tiempo. Durante esta restauración, el astronauta fue labrado en piedra en 1992 por el cantero Miguel Romero, siguiendo la tradición de incorporar un elemento contemporáneo en cada restauración. El día 20 de septiembre de 2010 apareció con el brazo derecho roto objeto de un acto vandálico. Debajo del astronauta se encuentra un lince, a su derecha un toro, debajo del toro se puede ver un dragón con un helado de tres bolas que está sonriendo. Más a la derecha, junto a la puerta, hay tres figuras: un cangrejo de río, una cigüeña y una liebre que representan, respectivamente, agua, cielo y tierra en Salamanca.
Fuente y bibliografía:
Wikipedia

Fotografías de Catedral Nueva de Salamanca

Dispones de 53 fotografías de Catedral Nueva de Salamanca

Glosario de términos

Aguamanil
Jarro con pico para echar agua en la palangana o pila donde se lavan las manos, y para dar aguamanos
Altar
En el culto cristiano, especie de mesa consagrada donde el sacerdote celebra el sacrificio de la misa
Arcediano
Eclesiástico al frente de los cabildos catedralicios, también llamado archidiacono. En la actualidad el cargo viene a estar ocupado por el vicario del obispo
Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Arcosolio
Arco que, a manera de nicho, alberga un sepulcro generalmente incrustado en la pared. Su uso aparece en la época imperial romana
Barroco
Estilo artístico basado principalmente en el exceso de énfasis y abundancia de decoración, en contraposición al clasicismo renacentista. Se situa entre 1600 y 1750 y su nombre proviene de la palabra barrueco que significa perla irregular, ya que este estilo marcaba exageradamente las formas irregulares y onduladas
Cabecera
Testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.
Cabildo
Órgano ejecutivo eclesiástico encargado del cuidado y gobierno de las iglesias mayores de la misma en sus aspectos litúrgicos y organizativos
Calle
Franja vertical del ábside formado entre columnas o contrafuertes
Cancel
Reja o losa de piedra, generalmente baja, que en una iglesia separa el presbiterio de la nave.
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Capitel
Parte superior de una columna, compuesta de molduras y otros elementos decorativos. Elemento colocado sobre el fuste de una columna que sostiene directamente el arquitrabe, arco etc. Los capiteles pueden ser vegetales, historiados (con historias), figurados (con personajes), antropomorfos (se reconocen figuras humanas), zoomórficos (animales conocidos) y fantásticos (animales no existentes). La voz proviene del latín capitellum diminutivo de caput (cabeza)
Cimborrio
Torre normalmente cilindrica que sirve de base a la cúpula y descansa inmediatamente sobre los arcos torales. Construcción elevada sobre el crucero de las iglesias que tiene forma de torre cuadrada o poligonal
Contrafuerte
Construcción destinada a contrarrestar el excesivo empuje sufrido por una pared.También llamada estribo.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Cripta
Parte subterránea de una iglesia.
Crucero
Espacio en que se cruzan la nave central de una iglesia y la que la atraviesa.
Cubierta
En general, sistema de cierre de la parte superior de una construcción.
Hornacina
Hueco coronado por un cuarto de esfera, generalmente practicado en un muro y destinado a recibir una estatua, jarrón, tumba u otro objeto decorativo.
Linterna
Torre pequeña más alta que ancha y con ventanas, que se pone como remate en las cúpulas de algunos edificios y sobre las medias naranjas de las cúpulas de las iglesias con el objeto de iluminar su interior. También por extensión se suele denominar linterna al cimborrio de una iglesia
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Ochavado
En forma de octógono, que tiene sus ocho lados iguales
Pechina
Cada uno de los cuatro triangulos curvilineos sobre los que se sustenta una cúpula. Sirven para pasar de la planta cuadrada a la circular.
Pilar
Pilastra exenta, suele tener más consistencia que la columna.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Plateresco
Estilo español de ornamentación empleado por los plateros del siglo XVI, aprovechando elementos de las arquitecturas clásica y ojival.
Portada
Puerta ornamentada o decorada.
Retablo
Obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar. Se divide verticalmente en calles, la central más ancha se llama espiga, y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por el guardapolvo o polsera. La palabra procede del latin retaulus y este a su vez de retro (detras) y tabula (tabla).
Rocalla
Decoración que imita contornos de piedras y de conchas
Sepulcro
Es la obra que se construye para dar sepultura a una persona, generalmente en piedra y elevada respecto del suelo
Sitial
Asiento de ceremonia con brazos y un alto respaldo.
Talud
Inclinación del paramento de un muro o de un terreno. Se suele usar por una parte para dar mayor resistencia al muro y también para evitar el acceso de las máquinas de guerra
Tambor
Cilindro o anillo donde se apoya la semiesfera de la cúpula
Testero
Pared de un edificio que se encuentra frente a la entrada principal. Tambien se le relaciona con el muro de la cabecera de la iglesia.
Tribuna
Galeria sobre la nave lateral de un templo donde pueden alojarse los fieles
Vano
Abertura o hueco abierto en un muro que realiza funciones de puerta, ventana, respiradero etc.
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