Catedral de Sevilla

Catedral de Sevilla

La catedral metropolitana de Santa María de la Sede es la catedral de la archidiócesis de Sevilla. Se trata del templo gótico con mayor superficie del mundo y el tercer templo cristiano tras la Basílica de San Pedro en Roma y la Catedral de San Pablo de Londres. La Unesco la declaró en 1987, junto al Real Alcázar de Sevilla y el Archivo de Indias de Sevilla, Patrimonio de la Humanidad​ y, el 25 de julio de 2010, Bien de Valor Universal Excepcional.​ Según la tradición, la construcción se inició en 1401, aunque no existe constancia documental del comienzo de los trabajos hasta 1433. La edificación se realizó en el solar que quedó tras la demolición de la antigua mezquita aljama de Sevilla, cuyos alminar (la Giralda) y patio (patio de los Naranjos) aún se conservan.

Uno de los primeros maestros de obras fue Maese Carlín (Charles Galter), procedente de Normandía (Francia), que había trabajado previamente en otras grandes catedrales góticas europeas y llegó a España según se cree huyendo de la guerra de los Cien Años. El 10 de octubre de 1506 se procedió a la colocación de la piedra postrera en la parte más alta del cimborio, con lo que simbólicamente la catedral quedó finalizada, aunque en realidad siguieron efectuándose trabajos de forma ininterrumpida a lo largo de los siglos, tanto para la decoración interior, como para añadir nuevas dependencias o consolidar y restaurar los desperfectos ocasionados por el paso del tiempo, o circunstancias extraordinarias, entre las que cabe destacar el terremoto de Lisboa de 1755 que produjo únicamente daños menores a pesar de su intensidad.​ En estas obras intervinieron los arquitectos Diego de Riaño, Martín de Gainza y Asensio de Maeda. También en esta etapa Hernán Ruiz edificó el último cuerpo de la Giralda. La catedral y sus dependencias quedaron terminadas en 1593.

El templo acoge los restos mortales de Cristóbal Colón y de varios reyes de Castilla: Pedro I el Cruel, Fernando III el Santo y el hijo de este, Alfonso X el Sabio.

Historia

Periodo almohade (1172-1248)

Durante la administración musulmana, el califa almohade Abu Yacub Jusuf ordenó la construcción de una gran mezquita en Sevilla en los terrenos que actualmente ocupa la catedral.​ Los trabajos se prolongaron entre abril de 1172 y marzo de 1198, aunque se inauguró el 30 de abril de 1182. La dirección de las obras fue encargada al prestigioso arquitecto de origen andalusí Ahmad Ben Baso, el mismo que edificó los palacios de la Buhayra en Sevilla, el cual construyó un hermoso edificio de planta rectangular de 113 x 135 m y con una superficie de más 15 000 m².12​ Poseía 17 naves adornadas con arcos de herradura y un amplio patio, el sahn que aún se conserva con el nombre de patio de los Naranjos. La actual puerta del Perdón daba acceso al recinto.

Periodo mudéjar (1248-1401)

Tras la conquista de la ciudad por los cristianos el 23 de noviembre de 1248, la mezquita mayor fue consagrada, pasando a ser catedral de la archidiócesis con pequeños cambios, como el de una Capilla Real donde se enterraron diferentes monarcas y familiares, entre ellos Alfonso X, Fernando III y Beatriz de Suabia. Los cristianos utilizaron durante más de 150 años el edificio musulmán. A partir de 1401 se pensó en un nuevo templo de formas totalmente cristianas, por lo que con el pretexto de que la mezquita se encontraba en estado ruinoso, se procedió a demolerla.

Gótica (1401-1528)

El cabildo catedralicio decidió el 8 de julio de 1401 construir un nuevo templo, pues la antigua mezquita almohade se encontraba mal conservada después del terremoto ocurrido en 1356 que la afectó gravemente. Según la tradición oral sevillana la decisión de los canónigos habría sido: «Hagamos una iglesia tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren labrada nos tengan por locos» y según el acta capitular de aquel día la nueva obra debía ser «una tal y tan buena, que no haya otra su igual». Las obras se iniciaron en 1434.5​ y se prolongaron en esta fase hasta 1506. Se cree que el primitivo proyecto de la obra se debió al maestro Alonso Martínez. Posteriormente fueron maestro de obras Ysambarte y en 1439 el francés Carlín (Charles Gauter de Rúan) que se hizo cargo de los trabajos con un salario de mil maravedíes anuales, creyéndose que estuvo al frente de los mismos hasta su muerte hacia 1448, su sucesor fue el cantero Juan Normant. Entre 1498 y 1512 ejerció el cargo de maestro mayor Alonso Rodríguez.

El día 6 de octubre del año 1506, tuvo lugar la ceremonia oficial para celebrar la conclusión de la obra, en la que se colocó la "piedra postrera" en la parte más alta del cimborio. Se invitó al arzobispo Diego de Deza a participar en el acto, aunque se excusó por encontrarse demasiado viejo para subir y lo presenció como espectador desde la capilla de la Virgen de la Antigua. No se pudieron realizar celebraciones por haber fallecido dos semanas antes el rey Felipe I de Castilla (Felipe el Hermoso). Al año siguiente, 1507, tuvo lugar la consagración del templo, aunque quedaron pendientes algunas obras por concluir. El resultado final fue un grandioso templo gótico de enormes dimensiones y riguroso diseño.

Cuatro años después, el 28 de diciembre de 1511, falló uno de los enormes pilares y se produjo un derrumbe que afectó al cimborio que cubría el crucero, todo al parecer causado por el peso excesivo de la estructura. Se destituyó a Alonso Rodríguez y, tras un detenido estudio de las posibles soluciones, el arquitecto Juan Gil de Hontañón, siguiendo el marco estilístico inicial, diseñó una nueva cúpula que se completó en el año 1519. Este cimborio se desplomó 370 años más tarde, el 1 de agosto de 1888, volviéndose a reconstruir por el arquitecto Joaquín Fernández con igual forma, tal como se ve en la actualidad.

Renacentista (1528-1593)

Corresponde al periodo iniciado en 1528, en que se construyeron una serie de dependencias anexas al templo gótico, como la Sacristía mayor, la Sala Capitular y la Capilla Real y se terminaron otras como la Sacristía de los Cálices y las Capillas de los Alabastros. En estas obras intervinieron los arquitectos Diego de Riaño, Martín de Gainza y Asensio de Maeda. También en esta etapa Hernán Ruiz edificó el último cuerpo de la Giralda. La catedral y sus dependencias quedaron terminadas en 1593.

Barroca (1618-1758)

En esta fase se construyó la iglesia del Sagrario (1618-1663) por Miguel de Zumárraga; se trata en realidad de una iglesia independiente de la catedral, aunque se encuentra anexa a la misma y se comunica con ella. A este edificio le acompañaron en el mismo estilo una serie de pequeños agregados en el frente de Poniente.

Académica (1758-1823)

Durante esta fase predomina el estilo neoclásico. Se construyeron diversas dependencias situadas en la zona suroeste del templo, entre la actual avenida de la constitución y el Archivo de Indias. Entre los años 1762 y 1797 se procedió al derribo de los edificios que unían el monumento al caserío de la ciudad, para conseguir que la manzana que ocupa estuviera totalmente independiente. Los principales arquitectos que intervinieron en las obras fueron Manuel Núñez y Fernando de Rosales.

Neogótica (1825-1928)

Este periodo comprende desde 1825 hasta 1928. Durante el mismo se terminaron partes del edificio que habían quedado inconclusas, procurando en todo momento mantenerse lo más próximo posible al diseño gótico original. Continuando el proyecto del arquitecto Demetrio de los Ríos del año 1866, las puertas de la Concepción y la de San Cristóbal o del Príncipe, fueron acabadas por Adolfo Fernández Casanova entre 1895 y 1917. También se realizaron diferentes trabajos de restauración. Inició esta etapa Fernando de Rosales y la cerró Javier de Luque.

La Giralda

La Giralda es la torre y el campanario de la catedral de Sevilla. Destaca por su altura de 104 m, lo que la hace visible desde gran parte de la ciudad. Su base cuadrada se sitúa a 7,12 m sobre el nivel del mar, teniendo 13,61 m de lado. Fue construida a semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos), aunque el remate superior y hermoso campanario que eleva y estiliza su estructura, es renacentista.

Las obras se iniciaron en el año 1184 bajo la dirección del arquitecto Ahmad Ben Baso. La torre tenía una altura de 82 m. Según cuenta el cronista Ibn Sahib al-Salá, las obras se concluyeron el 10 de marzo de 1198, con la colocación de cuatro bolas de bronce dorado en el remate superior de la torre.

A raíz de un terremoto ocurrido en 1365 se perdió la antigua esfera original de cobre que la coronaba. En el siglo XVI, se añadió el cuerpo de campanas a cargo del arquitecto Hernán Ruiz, que además fue encargado por el cabildo catedralicio, para que el nuevo cuerpo tuviera un remate en forma de estatua que representa La Fe. La estatua fue instalada en 1568. La palabra giralda proviene de «girar» y significa «veleta de torre que tiene figura humana o de animal». Con el paso del tiempo, ese nombre pasó a denominar a la torre en su conjunto, comenzándose a conocer a la figura que la corona como «el Giraldillo».

El Patio de los Naranjos

El patio de los Naranjos era primitivamente el patio de abluciones de la mezquita almohade. Su forma es rectangular, midiendo 43 m por 81 m. Los lados menores estaban originalmente constituidos por siete arcos gemelos y los mayores contaban con trece arcos, formando dos tandas de seis con un gran arco central. ​Desde la calle, se accede a su interior a través de la puerta del Perdón que está decorada con yeserías renacentistas realizadas por Bartolomé López en 1522.​ Las hojas de la puerta son de madera revestida de bronce y están decoradas con lacerías, sobresalen los dos aldabones de bronce fundido y cincelados. Es una importante obra almohade del siglo XII. En el centro del patio se alza una fuente cuya taza superior es visigoda.

Las obras de construcción se realizaron entre 1172 y 1186. Inicialmente se utilizó para las actividades típicas de los patios de abluciones musulmanes (sahn).​ Tras la conquista de Sevilla por los cristianos en 1248, se empleó para diversas actividades: cementerio, celebración de las ferias anuales de la ciudad y lugar de predicación.​ En la actualidad, el patio de los Naranjos es uno de los anexos más importantes de la catedral de Sevilla y está totalmente integrado en ella. A lo largo de los siglos ha sufrido varias modificaciones significativas como la de 1618, cuando se derribó el ala oeste para construir la Iglesia del Sagrario.​ A partir del siglo XV fue perdiendo poco a poco su connotación cultural, siendo hoy un recinto sin actividades religiosas.

El Exterior

El exterior de la Catedral de Sevilla tiene diez portadas.

La Portada del Bautismo, es la situada más a la izquierda, fue construida en el siglo XV, se encuentra decorada con la representación del relieve del Bautizo de Cristo, en el tímpano obra realizada por el taller de Lorenzo Mercadante de Bretaña, es de estilo gótico con arquivoltas apuntadas adornadas con tracerías, también se encuentran esculturas de los obispos de Sevilla, San Leandro y San Isidoro, de Santa Justa y Rufina obras directas de Lorenzo Mercadante y una serie de ángeles y profetas debidos a Pedro Millán.

La Portada principal o de la Asunción, es la situada en el centro de la fachada y permaneció sin realizarse hasta el siglo XIX, cuando el cardenal Cienfuegos y Jovellanos encargó su decoración escultórica, entre la que destacan las figuras de los apóstoles, ejecutadas por Ricardo Bellver entre 1877 y 1898.

La Portada de San Miguel o del Nacimiento, llamada así ya que en la portada se incluye la representación del Nacimiento de Cristo. Fue construida en el siglo XV y se encuentra decorada con esculturas de terracota entre las que destacan las de San Laureano, San Hermengildo y los cuatro evangelistas, ejecutados por Millán. És la vía por la que acceden las procesiones de Semana Santa al templo catedralicio en su recorrido por la carrera oficial.

La Puerta de San Cristóbal o del Príncipe (1887-1895), es la que coincide con el crucero sur, fue proyectada por Adolfo Fernández Casanova y terminada en 1917, aunque su primer diseño fue realizado por el arquitecto Demetrio de los Ríos en 1866. Delante de esta puerta, está situada una réplica del «Giraldillo».

La Puerta de la Concepción (1895-1927), está situada en la parte norte del crucero que se abre sobre el patio de los Naranjos, también el diseño fue realizado por Demetrio de los Ríos y proyectada y finalizada por Adolfo Fernández Casanova en 1895, fue construida imitando el estilo gótico para armonizar con el resto del edificio.

La Puerta del Lagarto, comunica con la parte cubierta del patio de los Naranjos, cuya galería también recibe este mismo nombre por un lagarto colgado del techo con motivo de un antiguo exvoto, es la de más simple decoración.

La Puerta del Sagrario, da acceso desde dentro de la catedral a la iglesia del Sagrario, realizada por Pedro Sánchez Falconete en el último tercio del siglo XVII. Está enmarcada por unas columnas de orden corintio y en la parte alta se encuentra una escultura representando a San Fernando, a un lado Santa Justa con San Isidoro y al otro lado Santa Rufina con San Leandro.

La Puerta del Perdón, con este nombre se conoce a la puerta de acceso al patio de los Naranjos desde la calle de los Alemanes y por tanto no es propiamente una puerta de la catedral, pero sí había pertenecido a la antigua mezquita y conserva de aquella época un arco apuntado de herradura. A principios del siglo XVI se realizaron obras, decorándola con esculturas de terracota del escultor Miguel Perrin, destacando el gran relieve de la Expulsión de los mercaderes sobre el arco de entrada. Los ornamentos en yesería fueron hechos por Bartolomé López.

La Puerta de Palos, también llamada Puerta de la Adoración de los Magos, por el relieve con este tema que se encuentra en su tímpano, modelado por Miguel Perrin hacia 1520. El nombre de «Palos» es más popular, y se debe a las rejas de madera que la separan de antiguas dependencias del cabildo catedralicio.

La Puerta de Campanillas, nombrado así porque en la época de su construcción era desde donde se tocaban las campanillas para llamar a los obreros. Las esculturas renacentistas, así como el relieve del tímpano que representa La entrada de Cristo a Jerusalén, fueron realizados por Miguel Perrin a principios del siglo XVI.

El Interior

La catedral posee cinco naves que se distribuyen, mirando hacia Levante. No cuenta con una cabecera en el sentido gótico habitual en forma de ábside con girola, ya que su planta salón es un perfecto rectángulo de 116 m de largo por 76 m de ancho, que se corresponde con el espacio que ocupaba la gran mezquita almohade que estaba situada en el mismo lugar.​ La nave central y la del crucero son más altas que el resto. A las naves exteriores se abren unas capillas situadas entre los contrafuertes y que igualan en profundidad a la nave del crucero. Los muros cuentan con poco espesor. Sin embargo, las capillas están separadas por estribos perpendiculares al eje central del templo, terminando en 28 pilares adosados que, con otros 32 exentos, soportan a 68 bóvedas ojivales. Estos pilares son de mampostería, revestidos de piedra. Las bóvedas de carácter ojival, son cuatripartitas en las naves y sixpartitas en las capillas, siendo las del crucero de forma estrellada. La luz natural penetra a través de numerosas vidrieras.

La nave central aloja dos edificaciones: el Coro, flanqueado por grandes órganos; y la Capilla Mayor rodeada por altas rejas. Entre ellas se sitúa el crucero, cuyas bóvedas son las más altas del templo y alcanzan en este punto los 37 m de altura. Por detrás del Coro se encuentra el Trascoro y en línea con todo lo anterior la Capilla Real.

La Capilla Mayor, situada en la nave central, está delimitada en los laterales y en el frontal por rejas de hierro dorado, de estilo renacentista. El retablo de esta capilla constituye una de las obras más destacadas de la historia del arte.​ Su construcción se inició en el año 1482, y en él intervinieron Pedro Dancart, Jorge Fernández Alemán, Roque Balduque y Juan Bautista Vázquez el Viejo que la concluyó. Destaca la escultura de un crucificado, denominado del Millón, obra gótica del siglo XV.​ En este retablo se encuentra la pequeña imagen de la Virgen de la Sede del siglo XIII, titular y patrona de la catedral.

Los muros del presbiterio están decorados exteriormente por una serie de esculturas de diversos santos en bulto redondo y barro cocido sobre repisas y bajo doseles. El total de esculturas es de 59 las cuales componen un conjunto de indudable belleza, aunque no pueden apreciarse bien por la altura en que se hallan. Son esculturas de carácter gótico, renacentistas y manieristas, resultado de la sucesión de artistas que intervinieron en la ejecución. Desde 1522 aparece Miguel Perrin que permanece vinculado a estos trabajos hasta 1552.​ En 1564 se nombra como escultor a Juan Marín. Más tarde, en 1572, se nombra a Diego de Pesquera. Por fin se terminó la decoración en 1575. Destaca entre todas la Virgen del Reposo, bella imagen de la Virgen con el Niño dormido sobre su pecho atribuida a Miguel Perrin, la cual está situada enfrente a la reja de la capilla Real y antaño tuvo gran devoción entre los sevillanos.​ La devoción se difundió vinculada a la solicitud de las embarazadas por tener un buen parto, apoyado en una vieja tradición según la cual cada día pasaba por los pies de esta imagen de la Virgen un judío que diariamente recitaba una ofensa contra la Virgen por ser origen de Jesús. Pese a ello se produjo su conversión al cristianismo, y arrepentido por las anteriores blasfemias contra la imagen de la Virgen, dedicó el resto de su vida a difundir la devoción a la Virgen del Reposo, convencido de que había sido el origen de su conversión y consecuente Salvación, por ello pasó a ser considerada protectora de los partos de la Fe y simultáneamente de los partos naturales, por ello se le conoció popularmente como Nuestra Señora de Bienpariese, amparadora de los buenos partos. A la devoción le dio realce doña María Osorio, quien en 1554 mandó construir en el centro del trasaltar una capilla u hornacina a Nuestra Señora del Reposo.​ En la parte inferior de este muro se abre una capilla con enterramiento, dedicada a Nuestra Señora del Soterraño, que pertenece en la actualidad a los marqueses de Yanduri.

El Coro está construido con muros de cantería por tres lados, ocupa el espacio comprendido por la cuarta y quinta bóvedas de la nave central y el frontal se cierra con una reja de estilo renacentista terminada en 1523 por Francisco de Salamanca. La sillería consta de 127 sitiales con los respaldos realizados en marquetería de diversas maderas para dar un colorido especial a su ornamentación, con bajos relieves de escenas del Antiguo y Nuevo Testamento y con representaciones de personajes grotescos en los brazos de las sillas y misericordias donde también hay escenas de juegos. En los tablones mayores de entrada al coro se encuentran elementos ojivales con la separación hecha con columnas que terminan en pináculos. Los tres sitiales correspondientes al arzobispo y sus ayudantes son los que muestran un gran trabajo escultórico. En uno de los sitiales se encuentra una inscripción que dice: «Este coro lo hizo Nufro Sánchez entallador... 1475»,​ no fue sin embargo el único tallista que trabajó en el coro, pues a su muerte, se hizo cargo su hijo por poco tiempo y después el maestro Pedro Dancart de los Países Bajos tomó el cargo de seguir con la obra, su fallecimiento en 1494 hizo que continuara su discípulo Juan Alemán. Se acabó la sillería hacia 1511.

El trascoro fue realizado por Miguel de Zumárraga en estilo barroco, lo diseñó en el año 1619 y tras permanecer diez años paradas las obras, se finalizaron en 1635. Fue construido en valiosos y vistosos materiales, como mármoles y jaspes. Está adornado con relieves y bustos de bronce presididos por una pintura gótica de la Virgen de los Remedios de clara influencia italiana.

El órgano actual fue construido por Aquilino Amezua en el año de 1901 y restaurado por Gerhard Grenzing en 1996. Sustituyó a otro más antiguo de Jordi Bosch i Bernat que resultó destruido en el derrumbe de 1888 y estaba considerado uno de los mejores órganos que se había construido en España. El mueble que lo alberga data de 1724, es obra de Luis de Vílches que diseñó la caja y Duque Cornejo que fue el encargado de la decoración escultórica. En realidad se trata de dos instrumentos gemelos enfrentados que forman un grandioso conjunto. Se interpreta con ambos simultáneamente desde el mismo teclado. Dispone de cuatro teclados manuales, uno de pedal y alrededor de 15000 tubos.

Entre las muchas capillas que alberga la catedral destaca la Capilla Real, que hace las funciones de cabecera de la catedral. Consta de planta cuadrada con ábside y dos capillas laterales, con una cubierta de cúpula semiesférica y linterna realizada entre 1567 y 1569 por Hernán Ruiz el Joven. En dicha capilla está ubicado el panteón con la urna de plata del rey San Fernando realizada por Juan Laureano de Pina de estilo barroco, así como los sepulcros de Alfonso X de Castilla y de su madre, la reina Beatriz de Suabia. En la cripta de la Capilla Real están sepultados el rey Pedro I de Castilla y su esposa, la reina María de Padilla, entre otros miembros de la realeza. En un altar de esta cripta se encuentra la imagen de la Virgen de las Batallas, escultura en marfil del siglo XIII. En el retablo principal de la Capilla Real, del siglo XVII, está colocada la imagen gótica de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad y de la archidiócesis de Sevilla.

El antecabildo, situado también junto a la sala capitular, se accede a ella por la capilla del mariscal. Fue diseñada por Hernán Ruiz II, en el año 1564, la planta es rectangular, con bóveda de cañón labrada en piedra con casetones y linterna en su parte central. Consta de un programa iconográfico con una serie de esculturas clásicas que representan las virtudes y aparecen una serie de relieves que ejemplifican dichas virtudes como los modelos de buena conducta que tendrían que tener los canónigos para el buen gobierno de la catedral.

La Sala capitular fue también Hernán Ruiz II el primero que se encargó de su construcción aunque fue finalizada por Asensio de Maeda en 1592. Presenta como novedad en la arquitectura del Renacimiento español la creación de una planta elíptica con el pavimento que sigue la misma pauta del que diseñó Miguel Ángel para la plaza del Capitolio de Roma. Decoran esta sala pinturas de Pablo de Céspedes (1592) que representan las cinco virtudes: Justicia, Fe, Esperanza, Caridad y Misericordia, virtudes que debían tener los miembros del Capítulo, que se reunían en esta sala. La decoración de la bóveda se realizó por Bartolomé Esteban Murillo con la colocación en todo su entorno de una serie de pinturas al óleo de forma circular con la representación de ocho santos sevillanos y una gran pintura rectangular de La Inmaculada en el centro.

La Sacristía mayor es una construcción renacentista que fue realizada en el siglo XVI según proyecto del arquitecto Diego de Riaño, con rica ornamentación plateresca y soluciones técnicas novedosas para su época.18​ Consta de una planta de cruz griega de brazos cortos. Sobre la que se construyó una cúpula sostenida por cuatro pilares con pechinas, donde se representa de manera escultórica el Juicio Final en tres anillos circulares. Está rematada por una linterna donde penetra la luz exterior que ilumina la sala junto con las ventanas elípticas de las bóvedas abanicadas situadas en las brozas que forma la cruz griega de la planta.​ Alberga en su interior algunas de las mejores obras de arte de la catedral.

La Sacristía de los Cálices fue comenzada a construir en 1509 por el maestro de obras de la catedral Alonso Rodríguez. Tras pasar la dirección por diferentes manos y estar un tiempo paradas las obras, se volvió a retomar el proyecto con un nuevo diseño realizado por Diego de Riaño, aunque finalmente, debido al fallecimiento del maestro, fue terminado por Martín de Gainza en 1537. En su interior se muestra una gran colección de pinturas religiosas desde el siglo XV al XIX. Entre los artistas destacan Juan Sánchez de Castro, Alejo Fernández, Francisco de Zurbarán, Luis Tristán, Mattia Preti, Jacob Jordaens y Francisco de Goya.

La Biblioteca Capitular y Colombina, aunque se conoce comúnmente como Biblioteca Colombina, sus fondos son en realidad la suma de la Biblioteca Colombina, donada por Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, la Biblioteca Capitular y el Archivo Capitular. Su valor documental e histórico es incalculable y contiene gran número de manuscritos, entre ellos el original del Libro de las Profecías escrito por Cristóbal Colón en 1504, el Cancionero de la Colombina y el Liber de promissionibus et predictionibus Dei de finales del siglo IX. Entre los incunables se encuentran La Imago Mundi de Pierre dAilly o la Gramática castellana de Antonio de Nebrija.98​99​ Está situada en el ala nordeste del patio de los Naranjos.

Fotografías de Catedral de Sevilla

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Glosario de términos

Aljama
En los reinos hispanos medievales, institución juridica que agrupaba a los judios de un lugar.
Alminar
Torre de las mezquitas, rodeada por una galería, desde la cual convoca el almuédano a los fieles a la oración
Almohade
Estilo artistico del siglo XII en Al-Andalus realizado por los almohades, tribu norteafricana, seguidora de Mohammed ben Tumart † 1128 de sobrenombre al-Mahdi, que creó un imperio tras proclamarse Mesías del Islam. Los almohades acabaron con los almoravides e instauraron en Al-Andalus una nueva dinastía que puso en jaque a la España cristiana. El término de almohades se puede traducir como los unitarios.
Altar
En el culto cristiano, especie de mesa consagrada donde el sacerdote celebra el sacrificio de la misa
Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Barroco
Estilo artístico basado principalmente en el exceso de énfasis y abundancia de decoración, en contraposición al clasicismo renacentista. Se situa entre 1600 y 1750 y su nombre proviene de la palabra barrueco que significa perla irregular, ya que este estilo marcaba exageradamente las formas irregulares y onduladas
Cabecera
Testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.
Cabildo
Órgano ejecutivo eclesiástico encargado del cuidado y gobierno de las iglesias mayores de la misma en sus aspectos litúrgicos y organizativos
Calle
Franja vertical del ábside formado entre columnas o contrafuertes
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Casetones
Cada compartimento hueco y geométrico en que se divide la cubierta al cruzarse las vigas, formando una red. Son características del arte renacentista y suelen presentar un rosetón en el fondo
Contrafuerte
Construcción destinada a contrarrestar el excesivo empuje sufrido por una pared.También llamada estribo.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Cripta
Parte subterránea de una iglesia.
Crucero
Espacio en que se cruzan la nave central de una iglesia y la que la atraviesa.
Cubierta
En general, sistema de cierre de la parte superior de una construcción.
Entallador
Artesano que labra la madera, piedra o mármol. Puede considerarse sinónimo de escultor
Estribo
Contrafuerte
Exvoto
Figurita que se ofrecía para pedir o agradecer favores a la divinidad. Sinónimo de promesa
Girola
Pasillo que rodea por detrás el presbiterio o capilla mayor, prolongando las naves laterales. También se llama deambulatorio.
Hornacina
Hueco coronado por un cuarto de esfera, generalmente practicado en un muro y destinado a recibir una estatua, jarrón, tumba u otro objeto decorativo.
Icono
1. Representación religiosa de pincel o relieve, usada en las iglesias cristianas orientales. 2. Tabla pintada con técnica bizantina
Linterna
Torre pequeña más alta que ancha y con ventanas, que se pone como remate en las cúpulas de algunos edificios y sobre las medias naranjas de las cúpulas de las iglesias con el objeto de iluminar su interior. También por extensión se suele denominar linterna al cimborrio de una iglesia
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Pechina
Cada uno de los cuatro triangulos curvilineos sobre los que se sustenta una cúpula. Sirven para pasar de la planta cuadrada a la circular.
Pilar
Pilastra exenta, suele tener más consistencia que la columna.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Portada
Puerta ornamentada o decorada.
Presbiterio
Zona elevada del templo cristiano en torno al altar.
Retablo
Obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar. Se divide verticalmente en calles, la central más ancha se llama espiga, y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por el guardapolvo o polsera. La palabra procede del latin retaulus y este a su vez de retro (detras) y tabula (tabla).
Sepulcro
Es la obra que se construye para dar sepultura a una persona, generalmente en piedra y elevada respecto del suelo
Sitial
Asiento de ceremonia con brazos y un alto respaldo.
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