Castillo de Vélez-Blanco

Castillo de Vélez-Blanco Construído entre 1506 y 1515 por orden del primer Marqués de los Vélez, D. Pedro Fajardo y Chacón, sobre las ruinas de una antigua alcazaba musulmana, de la que aún se conservan lienzos de muralla y la estructura del aljibe que hay bajo el patio del castillo. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1931 y, en 2005, adquirido por la Junta de Andalucía, elaborándose un plan director para su conservación y puesta en valor a cargo del prestigioso arquitecto Pedro Salmerón Escobar.

El recinto tiene unos 2.300 metros cuadrados de superficie. Mezcla elementos góticos con otros renacentistas. Se recomienda hacer un recorrido perimetral de Este a Oeste, acondicionado recientemente por la Consejería de Cultura, para apreciar el lugar estratégico de su emplazamiento y la belleza del paisaje. En los lienzos exteriores se aprecian los escudos de las familias Fajardo, Cueva (Mencía de la cueva fue la segunda esposa de don Pedro Fajardo) y Silva (Catalina de Silva fue la tercera esposa del primer marqués). También llama la atención un muro en talud cubierto por un arco que sostiene una estructura de madera para aislar el acceso a la torre de homenaje y la torre albarrana de la Yedra de la parte palaciega. En el lado norte se aprecia la existencia una poterna a tres metros encima del nivel del suelo, hoy comunicada con una escalera metálica. En el lado oeste se aprecian tres grupos de letrinas.

Es de planta hexagonal alargada hacia el noreste. Hacia el sur se encuentra el patio con los restos de la Casa de los Pajes, donde se encontraban las caballerizas, cocinas y dependencias para los criados del marqués. Una plataforma de madera, a casi diez metros sobre el nivel del terreno, comunicaba esta parte con el alcázar, siendo el último tramo un puente levadizo, todo protegido por muros y jalonado por dos extraordinarios arcos de piedra. Encima de la entrada principal está presidida por el escudo de don Pedro Fajardo, de tradición alemana y muy similar al colocado en la capilla de los Vélez de la catedral de Murcia.

Destaca su patio central, la torre del homenaje con sus 33 metros de altura, el mirador hacia levante para la escenificación del poder señorial. Debajo del mirador se encontraban la cocina, despensa y botillería. En el lado oeste se encontraban las dependencias de la familia marquesal y se aprecian todavía restos del suelo original con azulejos.

En la planta primera del lado sur se encontraban los salones representativos, cuyos nombres se deben a los temas de dos frisos que se encontraban en las paredes. El Salón del Triunfo, con acceso desde la galería, contaba con un friso en el cual se representaba la entrada triunfal de César en Roma después de su victoria sobre los galos en clara alusión a los triunfos de Carlos V sobre los ejércitos franceses de Francisco I y su coronación como empreador del sacro Imperio Romano en 1530. Al lado del carro triunfal se observa a una persona vestida a la romana con el escudo de los Fajardo que posiblemente representa a don Pedro Fajardo, quien acompañó a Carlos V en varias de sus campañas. Los frisos tenían unas dimensiones de 6,00 metros de largo y 0’73 centímetros de ancho. En la sala contigua, llamada “de la Mitología”, se encontraba un friso con la vida de Hércules y sus doce trabajos. La figura de Hércules fue ejemplo de fuerza y virtud para nobleza renacentista europea. Estos frisos, adquiridos en su momento por el gran coleccionista francés Emile Peyre, fueron descubiertos en 1992 durante obras de remodelación del Museo de Artes Decorativas de París (www.lesartsdecoratifs.fr). Gracias a las investigaciones de la conservadora del museo Monique Blanc se sabe que son los mismos frisos reseñados por viajeros en los siglos XVIII y XIX. En estos salones se encontraba también parte de la magnífica biblioteca de los primeros dos marqueses con más de mil volúmenes, la cual fue vendida en subasta pública en 1579 al fallecer el tercer marqués. Una gran parte de los libros se incorporaron en la biblioteca de San Lorenzo del Escorial. El primer marqués de los Vélez fue titulado como “ángel de la guarda de los autores” y el tercer marqués sabía leer y escribir en latín y griego. Los salones contaban con un artesonado en nogal, desaparecido durante el derribo de la casa de George Blumenthal en Nueva York, y puertas de la misma madera. Por las inmediaciones de estos salones se encontraba la capilla del castillo.

El patio de honor es una majestuosa obra en mármol blanco de Macael y una joya escultórica inspirada en el Renacimiento italiano. En los años 1903/04, por orden del entonces duque de Medina Sidonia se vendieron el patio, los frisos y otros elementos decorativos del castillo al anticuario parisino Goldberg. Actualmente, se encuentra en Nueva York, en el "Metropolitan Museum of Art" (www.metmuseum.org), en donde se instaló en 1964 después de una minuciosa investigación llevada a cabo en 1959 por Olga Raggio, conservadora del departamento de Escultura Europea y Artes Decorativas del museo (1926 - 2009). El patio fue donado donado por su presidente, el empresario George Blumenthal, quien lo tuvo instalado en su casa de la Park Avenue hasta 1945. En agosto de 2008 se escaneó este patio gracias a un convenio entre la Junta de Andalucía y el Museo Metropolitano.

El patio mide 16,00 x 13,50 metros y tiene dos niveles: el inferior, contiguo al acceso, posee en el ala del mediodía una galería de arcos rebajados y moldurados sostenidos por columnas. Debajo del patio, está el aljibe, de época nazarí, excavado en roca viva y dañado supuestamente por un terremoto. Desde la galería con el mirador se accede de la parte palaciega a la parte militar del castillo, donde se encuentra la torre de homenaje y la torre albarrana de la Yedra.

El escudo de don Pedro Fajardo, adelantado del reino de Murcia y primer marqués de Los Vélez desde 1507, está situado en la torre del homenaje. Aparte del lobo, emblema de la familia Chacón, las tres rocas en un mar azul, cada una coronada por una ortiga de siete hojas en un campo de oro, son las armas de los Fajardo, haciendo referencia a Ortigueira (La Coruña), origen de esta familia. El original se encuentra también en el Museo Metropolitano.
Fuente y bibliografía:
Ayuntamiento de Vélez Blanco

Fotografías de Castillo de Vélez-Blanco

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Glosario de términos

Albarrana
La que, levantada fuera de los muros de un lugar fortificado, servía no solo para defensa, sino también de atalaya.
Alcazaba
Palabra de origen árabe. Fortaleza que protege un recinto urbano o que se inserta en el mismo
Aljibe
Deposito subterráneo de agua
Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Artesonado
Techumbre, bóvedas o sistema de cubierta, formado por artesones o casetones.
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Escalera
Construcción diseñada para comunicar varios espacios situados a diferentes alturas. Partes de una escalera
Friso
Faja decorativa de desarrollo horizontal y especificamente la parte entre el arquitrabe y la cornisa en los ordenes clásicos.
Medina
Nucleo urbano de una ciudad musulmana, en ella se encontraba la mezquita, la madraza, la alcaicería y la zona comercial
Moldura
Elemento corrido que se coloca sobre una superficie para decorarla y que se clasifica según su perfil, siendo normalmente de poca anchura.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Poterna
Puerta secundaria de una fortificación. Normalmente estaba disimulada o en lugares de difícil acceso y servía para entrar o salir de la fortificación sin ser visto.
Salmer
La primera dóvela inmediata al arranque de un arco.
Talud
Inclinación del paramento de un muro o de un terreno. Se suele usar por una parte para dar mayor resistencia al muro y también para evitar el acceso de las máquinas de guerra
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