Casona de Los Porras
La Casona de Los Porras es una de las edificaciones que forman parte de la Villa de Espinosa de los Monteros, en la provincia de Burgos. Junto a la casa, de tres alturas, aparece una capilla. Ambas se encuentran unidas por un cuerpo central, con arco rebajado que lleva inscrita la fecha de 1749, casi con seguridad, el año de construcción de todo el conjunto, remodelado durante los siglos posteriores, ya que fue incendiado por las tropas francesas tras la batalla de la Guerra de la Independencia que tuvo lugar en la localidad durante los días 10 y 11 de noviembre de 1808.
La capilla está dedicada a Nuestra Señora de la Soledad. De reducido tamaño y planta rectangular, su fachada muestra con sobriedad un claro conjunto de formas clásicas.
Destaca la espadaña que acoge el campanario y constituye un ejemplo de templo para uso familiar, presente también en algún otro edificio de la localidad, como el Palacio de los Cuevas Velasco. En su interior, un hermoso retablo marco de corte renacentista muy bien trabajado, acoge en una gran hornacina central una talla de la Virgen cuyo realismo y perfección hacen de ella una buena muestra de imaginería religiosa.
Fotografías de Casona de Los Porras
Dispones de 3 fotografías de Casona de Los Porras
Glosario de términos
- Arco
- Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
- Capilla
- Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
- Hornacina
- Hueco coronado por un cuarto de esfera, generalmente practicado en un muro y destinado a recibir una estatua, jarrón, tumba u otro objeto decorativo.
- Planta
- Plano de la sección horizontal de un edificio.
- Retablo
- Obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar. Se divide verticalmente en calles, la central más ancha se llama espiga, y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por el guardapolvo o polsera. La palabra procede del latin retaulus y este a su vez de retro (detras) y tabula (tabla).
