Casa del Mitreo de Mérida

Casa del Mitreo de Mérida La Casa del Mitreo es una vivienda edificada a finales del siglo I e inicios del II d.C. fuera de las murallas de la ciudad, sin restricciones para su crecimiento. Se conoce por este nombre por su proximidad con los restos relacionados con el culto a la diosa Mitra aparecidos en el solar ocupado por la cercana plaza de toros. Esta circunstancia, unida a ciertas características que presenta la arquitectura de este edificio (habitaciones subterráneas y su decoración, como el mosaico cosmológico), ha hecho que algunos investigadores consideren el conjunto relacionado con el santuario mitraico. No obstante, la escasez de datos que puedan dar validez a esta hipótesis ha llevado a interpretarla de forma más generalizada como una domus o casa señorial.

Sin duda, su extensión y la decoración de algunas de sus estancias denotan que sus propietarios fueron personajes de relevancia dentro de la sociedad emeritense, formados en la cultura helenística. Todo el conjunto está articulado en torno a tres patios. El primero de ellos, con acceso desde una escalera, es un atrio tetrástilo con un estanque para recogida de aguas, el impluvium. Parece que esta zona, como otras de la vivienda, tuvo un segundo piso, como se deduce de la presencia de algunos peldaños que aún se conservan. A este atrio dan varias salas, construidas como las del resto de la casa: zócalo de mampostería y el resto del alzado en tapial. Las paredes iban enlucidas y decoradas con pinturas. Una de esas habitaciones conserva el mosaico del Cosmos. En él se representa, con gran colorido y realismo, un abigarrado conjunto de figuras humanas que vienen a representar los distintos componentes del universo conocido, partiendo de los elementos terrenos y marinos hasta llegar a los celestes, pero todos girando alrededor de una figura primordial, la de la Eternidad (Aeternitas).

Desde el atrio se llega a un peristilo con un estanque. A su alrededor se articulan otras tantas dependencias. Girando al oeste, discurriendo por un pasillo que en uno de sus lados tuvo parterres ajardinados y unos hórreos, de los que quedan las huellas de los muretes que los soportaban, desembocamos en un gran peristilo ajardinado, rodeado por un canal, que se surtía del aljibe que podemos ver y que estaba ubicado bajo una enorme habitación. Al Sur podemos contemplar una estancia subterránea, en la que se quiso ver antaño un templo mitraico, pero que, en realidad, es una habitación subterránea donde los propietarios de la vivienda evitaban los rigores del estío.

Al este, algo apartado de la vivienda, se encuentra un conjunto termal, del que se conservan las arquerías de ladrillo (hypocausta) desde las que se irradiaba el calor procedente del horno para calefactar las bañeras. El interior de su cubierta abovedada, que no se conserva, estuvo decorado con pinturas con motivos marinos.

Además del agua que posiblemente recogiera de las conducciones generales de Augusta Emerita (por sus inmediaciones discurría el Acueducto de Cornalvo de Mérida), se extiende por la casa una importante red de canales que conducían las aguas aportadas por la lluvia previamente recogidas en los estanques de los patios en una gran cisterna.

Fotografías de Casa del Mitreo de Mérida

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