Carbayón de Valentín

Carbayón de Valentín

Estado de protección: El carbayón de Valentín es un roble de muy buen porte, de dimensiones notables, que le hacen ser posiblemente el mayor roble de Asturias. Por esto se ha declarado Monumento Natural del Carbayón de Valentín (Decreto 73/1995 de 27 de abril) en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias (PORNA).

Localización: en el concejo de Tineo, en la localidad de Valentín, en el prado de San Pedro, junto a la capilla homónima.

Dimensiones: altura total: 16 m; diámetro normal: 10,50 m; diámetro copa: 20 m

Especie: Quercus robur

El carbayón de Valentín tiene el tronco bajo y masivo, corto, con la corteza estriada longitudinalmente, arrugado y con nudos, en el que aprovechan para crecer musgos y una hiedra. Las ramas primarias tienen crecimiento ascendente, mientras que las secundarias se disponen de forma más horizontal y son acodilladas, nudosas y retorcidas, llegando casi hasta la pequeña capilla. La copa es globosa e irregular.

Se cree que el árbol que fue plantado. Junto al roble se encuentra la capilla de San Pedro, de estilo románico popular, construida por los Rodríguez Valentín, familia que vivió durante siglos al cobijo del viejo roble en un caserío que también perdura. El 3 de octubre de 2003 se emitió la serie de sellos de Correos, "Árboles", dedicadas al Ficus y al Roble; una reproducción del carbayón de Valentín ocupó el sello de 51 céntimos.

Este árbol es un superviviente de aquellos que una vez poblaron toda el occidente de Asturias y fueron talados por su buena madera. Las carbayedas son ecosistemas ricos, que se asientan preferentemente sobre suelos silíceos, en las que podemos encontrarnos otros árboles como castaños, fresnos, abedules, acebos, arces, laureles, madroños, serbales, y plantas arbustivas o herbáceas tales como espinos, avellanos, arándanos, madreselvas, endrinos, ... Este rico sotobosque crece en parte gracias a que la copa del roble deja pasar suficiente luz al ser bastante abierta. Además, en las carbayedas podemos ver numerosos animales, ya sea bajo la corteza del roble que usan a modo de protección, como escarabajos, dípteros y lepidópteros, o fuera de ella, como pinzones, arrendajos, autillos, ratones, ardillas, jabalíes y zorros, que usan sus preciadas bellotas de alimento.

Dice Plinio el Viejo en su Historia Natural: Nada hay más sagrado para los druidas que el muérdago y el árbol en el que crece, especialmente si se trata de un roble. Ellos escogen robledales para sus establecer allí sus arboledas sagradas, y no practican ninguna ceremonia sagrada sin usar ramas de roble. Cualquier cosa que crece en las ramas del árbol ha sido enviada por los cielos, e indica que el árbol ha sido elegido por dios. El muérdago (Viscum album), Guythil para los celtas, una planta hemiparásita, crece sobre el roble y de él extrae la savia para crecer. Los druidas lo consideraban también planta sagrada y lo cortaban del roble en majestuosas ceremonias: en la sexta noche lunar, un druida vestido de blanco y en ayunas se subía al árbol y cortaba el muérdago con una hoz de oro, que era recogido al caer en un lino blanco; después, se sacrificaban dos toros blancos con un cuchillo ritual, de forma que su sangre penetrara en tierra bajo el árbol.

Fotografías de Carbayón de Valentín

Dispones de 2 fotografías de Carbayón de Valentín

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