Camino de Santiago. Santander - Santillana del Mar

Camino de Santiago. Santander - Santillana del Mar

El itinerario

El vado más cercano sobre el río Pas, un puente del siglo XVI en la localidad de Puente Arce, obliga al peregrino a dar un considerable rodeo. La consecuencia es una etapa muy tediosa donde se superan los 40 kilómetros y sin más compañía que el asfalto.

Desde el albergue de Ruamayor hay que prestar atención a las placas diseminadas por el suelo donde coinciden la concha y una cruz roja, ésta referente al itinerario del Camino Lebaniego. Nos ayudarán a salir del laberinto urbano de la capital cántabra.

Primero hay que bajar a la Avenida Calvo Sotelo para continuar por las calles Jesús de Monasterio, Burgos, San Fernando y pasar la rotonda de Cuatro Caminos hacia la Avenida Marqués de Valdecilla. Hay que tomar la dirección de la N-611 con destino Palencia y Torrelavega y avanzar por la calle de Cajo, que se denominará de Campogro tras pasar bajo el puente del ferrocarril. Entre la nacional y un polígono de servicios situado a mano derecha avanzaremos hasta Peñacastillo, donde se tuerce a mano derecha para pasar por el puente del FEVE y acto seguido hacia la izquierda para seguir por un camino paralelo a la vía.

Pasamos entre casas por el barrio de Lluja y cruzamos la S-20 bajo un túnel para entrar en el municipio de Santa Cruz de Bezana por la Avenida José María de Pereda. Junto a la iglesia de Santa Cruz, un indicador de madera indica la distancia hasta Boo de Piélagos. Son 4,6 kilómetros.

Tras dejar el municipio de Bezana en Rompía entraremos en el de Piélagos visitando las poblaciones de Boo, Puente Arce y Oruña. Tanto Bezana como Boo son dos municipios cántabros que han experimentado un fuerte crecimiento demográfico en los últimos años. Debido sobre todo a la cercanía de la capital y a la excelente comunicación del corredor Torrelavega ? Santander. Ya que en Boo no existen las barcas que permitían antiguamente cruzar el salmonero Pas, hay que avanzar durante más de una hora hasta Puente Arce para cruzar, ahora sí, el puente sobre el río.

Más asfalto, esta vez serán más de 2 kilómetros hasta Mogro por la carretera cántabra 232. Atravesamos la localidad en ligero ascenso, y sin señalización jacobea, hasta llegar a la iglesia y torcer a la izquierda. Otra indicación, esta vez hasta Cupón, nos muestra la distancia de 5,7 kilómetros hasta este pueblo del municipio de Miengo.

De nuevo, por vías asfaltadas y tras varios repechos bajaremos hasta la CA-232 para cruzarla y encontrarnos con un tramo desolador. Estamos ante las tuberías de la empresa Solvay, un importante grupo químico y farmacéutico internacional. Un trayecto donde la flecha amarilla se convierte en un interminable tubo de varios kilómetros que parece no acabar nunca.

Pasado este tramo, a la izquierda, a la altura de un STOP, cruzamos un puente sobre la vía para entrar en Requejada, población del municipio de Polanco que cuenta con albergue de peregrinos.

Si nuestra intención es llegar hasta el siguiente albergue, en el municipio de Quevedo, hay que continuar por el arcén de la N-611 dirección Santillana del Mar. Pasaremos Barreda y cruzaremos el río Saja junto a la fábrica de Solvay. Ahora se toma la CA-132 dirección Suances y tras unos metros un desvío a mano izquierda nos anuncia Camplengo.

Hay que ascender más de 3 kilómetros por esta carretera hasta que, antes de llegar al pueblo de Camplengo, encontramos a mano izquierda el desvío al albergue Arco Iris. Fin de etapa.

Dificultades

Entre Lluja y Santa Cruz de Bezana. Una vez pasado Peñacastillo el camino se dirige a Santa Cruz de Bezana pasando por el barrio de Lluja. Después de estas casas hay una zona de obras donde podemos desorientarnos. Hay que buscar con la mirada el túnel bajo la S-20 por donde sigue la ruta.

Observaciones

La etapa cuenta con dos albergues. El Regato de las Anguilas en Requejada y Arco Iris en Queveda. Si se quiere acortar la etapa es conveniente quedarse en Requejada. El refugio se encuentra al pie de la nacional y se puede acceder de dos maneras. Desviándose a mano izquierda antes de pasar a Requejada por el puente sobre la vía o llegando hasta Requejada (a la altura de bar El Puerto) y volviendo hacia atrás por la N-611, dirección Santander, cerca de un kilómetro. El albergue está a mano derecha frente al bar Quin. Actualmente Santillana no cuenta con un local para peregrinos.

Qué ver y qué hacer

Santillana se encuentra a 3 kilómetros del albergue de Queveda. Dado que la etapa es larga es mejor madrugar y visitar la población al día siguiente. A pesar de ser bautizada como la villa de las tres mentiras, porque ni es Santa, ni llana ni tiene mar, Santillana del Mar no necesita ninguno de esos atributos para fascinar a cualquier visitante que quiera acercarse a conocerla. En el siglo IX unos monjes trajeron las reliquias de Santa Juliana, martirizada por orden de su marido, y construyeron una ermita y un pequeño monasterio en el emplazamiento del actual Santillana. El monasterio fue ganando notoriedad gracias a diversas donaciones y en el año 1045 el entonces rey de Castilla, Fernando I, concede al abad el título de señor de la villa convirtiéndose el nombre de la villa en Santillana, que deriva del latino Sancta Luliana.

Colegiata de Santillana del Mar o Colegiata de Santa Juliana. Sus orígenes son un monasterio fundado en el año 870 pero la actual colegiata es del siglo XII. De estilo románico, cuenta con tres naves de bóveda de cañón y un pórtico de grandes dimensiones. Su estructura sigue el modelo de Frómista y del románico internacional que penetra en Castilla por el Camino de Santiago. En el centro del crucero se erige el sepulcro de Santa Juliana, donde se guardan las reliquias de la martir. Sus relieves y esculturas presentes en la portada, capiteles y canecillos muestran alegóricamente la lucha entre el bien y el mal y la necesidad de la penitencia para salvarse de las penas del infierno. Así, se suceden motivos animales como leones, palomas, serpientes, cabras y vegetales como manzanas, helechos, uvas, lirios, etc. El claustro, sustentado por 42 capiteles, muestra una acertada evolución de la iconografía y escultura románicas.

La Cueva de Altamira. Descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el techo de la estancia principal de la cueva hay dibujos cuaternarios, de hace 14.000 años, que representan ciervos, caballos, toros y jabalís.

Santillana del Mar cuenta con un conjunto interesante de museos. El Museo Diocesano, ubicado en el convento Regina Coeli, expone más de un millar de obras del patrimonio artístico de la Diócesis. Entre ellas se encuentran colecciones de imaginería medieval y barroca, platería española y colonial, esmaltes, marfiles y una colección de cristos. El Museo de Arte y Etnografía Regional, en las casas del Águila y La Parra, expone muestras de arte regional, nacional e internacional. El Museo y Centro de Investigación de Altamira muestra exposiciones de carácter didáctico sobre la prehistoria y el arte rupestre en la provincia.

El conjunto de Santillana del Mar es un monumento en sí mismo y pasear por su entramado de calles salpicado por casas solariegas y palacios bien merece otra visita más particular: La Plaza Mayor, la rúa del Rey, la calle de Juan Infante, el palacio renacentista de Velarde, las torres góticas del Merino y Don Borja, las casonas y palacios barrocos, etc.



Top