Camino de Santiago. Llanes - Ribadesella, San Esteban de Leces

Camino de Santiago. Llanes - Ribadesella, San Esteban de Leces

El itinerario

La ausencia de un albergue de peregrinos en Ribadesella obliga a caminar unos kilómetros extra y subir hasta San Esteban.

La salida de Llanes no está señalizada y por sentido común avanzamos por la AS-263 en dirección a Ribadesella. El primer mojón de la jornada se encuentra a la altura del Tanatorio Villa de Llanes y nos lleva hasta Poo por un antiguo camino.

Llegando a la iglesia parroquial de fachada blanca y teja la mejor opción es no seguir la señalización e ir hacia la vía del tren y cruzarla. Continuamos por la carretera a Ribadesella y la dejamos por la derecha para coger un camino donde a un lado suele haber pastando vacas de pura raza asturiana. Sin darnos cuenta entramos en Celorio, aldea de Llanes que creció en torno al Monasterio de San Salvador y del que hoy sólo quedan algunos vestigios de su origen románico. Dejándolo a un lado nos encontramos con los pies en la playa. Ahora sí es auténtico Camino del Norte. Los siguientes hitos son Barro y Niembro, otras dos localidades turísticas del Concejo de Llanes. Entre ellas se alza sobre el arenal la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. Con marea alta podremos ver este templo neoclásico reflejado en la marisma. Tras esta vista, un sendero a mano izquierda enlaza con Niembro. Salimos a la carretera y de nuevo salimos a una pista forestal, por la que continuamos. Llegaremos otra vez a la AS-263 y por un paseo peatonal se puede admirar tranquilamente la Playa de San Antolín y la desembocadura del Bedón. Una estampa de anuncio gracias a la vía del ferrocarril que la recorre.

Así llegamos a Naves donde ya ha transcurrido un tercio de la etapa. Nos dirigimos ahora hacia Villahormes por el antiguo camino real que unía Llanes con Ribadesella y de Villahormes salimos hasta Nueva de Llanes, una localidad con todo tipo de servicios donde podemos recuperar fuerzas.

De nuevo retomamos la AS-263 y tras un repecho enfilaremos una larga recta que tras pasar un túnel nos llevará a Piñeres de Pría. A la entrada nos encontraremos con el mojón que señala hacia el albergue de peregrinos de San Rafael o la dirección del Camino. Continuamos por esta última hacia Villanueva de Pría y a mano izquierda surge un tramo verde, probablemente encharcado, por el que subimos para acabar saliendo campo a través hasta la Iglesia de San Pedro, reconocible por su torre - campanario.

Bajamos hasta Cuerres por el camino que hay junto al depósito de agua y al pasar las primeras casas lo más lógico es cruzar la vía del FEVE, sin embargo el trayecto oficial sigue por la derecha dando un gran rodeo. Llegamos al puente medieval del Aguamía, restaurado recientemente, y de esta manera entramos en el Concejo de Ribadesella. Más adelante sí cruzamos la vía y seguimos todo recto hacia Ribadesella, a la que llegaremos en una hora. Durante ese tiempo pasaremos por los parajes de Sobares y Pozu la Arena.

Como quién dice, la entrada a Ribadesella es como si la hiciésemos por la puerta de atrás, no depara en principio ningún atractivo hasta que de repente entramos a mano derecha por las callejuelas del barrio de El Portiellu. Bajamos así por el casco histórico de esta villa buscando el vado sobre el Sella, objetivo que miles de palistas tienen también cada verano cuando toman la salida en el puente de Arriondas compitiendo en el Descenso Internacional del Sella.

Antiguamente, cuando no había puente, los peregrinos salvaban el cauce embarcando desde la capilla de Santa Ana. Ahora no. Así que antes de cruzar el puente de hormigón y adentrarnos en la moderna Ribadesella es conveniente cargar la mochila con la cena y el desayuno ya que en San Esteban no encontraremos ningún sitio para comprar o comer.

Más adelante, pasado el Sella, la señalización obliga a girar a la izquierda frente al Albergue Juvenil Roberto Frasinelli. Si giramos avanzaremos paralelos a la playa por una calle residencial así que lo más sensato es seguir la misma dirección pero por la playa. Por cualquiera de las dos desembocamos en la carretera local que nos conduce hacia San Pedro y que tras un fortísimo repecho dejará a un lado la aldea de Abeu. Un mojón jacobeo señala a la izquierda para el albergue de San Esteban de Leces al que llegamos en 250 metros.

Dificultades

Último tramo de carretera local hacia San Esteban de Leces. Sólo serán unos cientos de metros, pero pasando San Pedro la carretera pica para arriba y las piernas lo acusan. Más si cabe con las mochilas recién sobrecargadas en Ribadesella.

Observaciones

Los que pernocten en San Esteban tienen que comprar la cena y el desayuno en Ribadesella ya que cerca del albergue no hay ninguna opción de encontrar bar ni tienda.

Qué ver y qué hacer

En San Esteban de Leces, junto al albergue, podemos admirar la iglesia. Fue un antiguo templo románico que tuvo que ser reconstruido tras la guerra civil. Cerca está la Torre de San Esteban, también llamada de los Ruiz de Junco. Es una torre medieval construida entre los siglos XIV y XV.

Es muy probable que la fundación de Ribadesella se sitúe en el siglo XIII bajo el reinado de Alfonso X El Sabio. La población prosperó durante la Edad Media en parte a los astilleros y gracias a la madera que hacían descender por el río Sella. Las actividades pesqueras se centraron en la caza de ballenas y en la pesca de salmones mediante redes. Los siglos XIV y XV tuvieron muchos años de luchas debido a la situación estratégica de la villa. Así, familias nobles como la de Quiñones, Álvarez de las Asturias, Ruiz o Junco se disputaban el poder. Salieron vencedores los Quiñones pero los Reyes Católicos devolvieron Ribadesella a la corona. Otro momento importante en su historia particular tuvo lugar a finales del siglo XVIII cuando Carlos III adjudicó una partida para las obras de mejora del puerto. Durante el XIX, al igual que en otras localidades, la invasión francesa vino a paralizar el progreso y a derruir parte de lo ya avanzado. Así ocurrió también durante la guerra civil española. Por ejemplo, el puente actual de hormigón sustituyó en 1940 la anterior estructura de hierro destruida durante la contienda española.

Palacio de Pietro Cutre. Plateresco, del siglo XVI, hoy es la actual sede del Ayuntamiento de Ribadesella.

Capilla de Santa Ana. Situada en la calle Santa Ana fue restaurada en 1995. Curiosa por ser la sede del Gremio del Mar, extinguido en 1846.

Capilla de la Virgen de la Guía. Llegaremos a ella por un camino de piedra que sale desde el puerto. Desde este lugar hay unas formidables vistas de Ribadesella y la desembocadura.

Playa de Santa Marina. Con una longitud de kilómetro y medio este arenal permaneció sin alterar hasta la construcción, a finales del XIX, del puente de hierro sobre el Sella. Entonces comenzó su explotación urbanística con palacetes y chalets modernistas que fueron ocupados por miembros de la aristocracia y la alta burguesía asturiana y madrileña. Ahora cuenta con un paseo marítimo y en verano tiene una ocupación más bien alta y es propicia para practicar deportes náuticos.

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