Arácnidos. Solifugae. Los solífugos

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Los Solifugae o solífugos, también conocidos como solpúgidos o arañas camello, son uno de los grupos menores de los Arácnidos. Son aproximadamente unas mil especies agrupadas en 158 géneros y unas 10 familias. De tamaño medio a pequeño, se encuentran principalmente en zonas tropicales y subtropicales, pero también se encuentran en zonas desérticas o subdesérticas. En zonas templadas su apariencia es casi inapreciable.

El tamaño de los adultos varía entre 1.5 y 7 cm, dependiendo de las especies. Todo el cuerpo, incluidos los apéndices, está cubierto de numerosas sedas largas y rígidas, de función claramente sensorial; los más largos e importantes se encuentran sobre los quelíceros. El cuerpo, al igual que el modelo común de las arañas, está formado por dos partes, un prosoma o cefalotórax y un opistosoma o abdomen, diferenciables por un pequeño estrechamiento entre ellos y no por uno marcado como ocurre en las verdaderas arañas.

El prosoma, formado por diez segmentos, es proporcionalmente pequeño y no forma un caparazón como en el caso de las arañas o escorpiones; sus segmentos están articulados. En el extremo dorsal anterior aparece una pequeña protuberancia sobre la que se encuentran un par de ojos simples. En el prosoma se encuentra la cabeza, las piezas bucales y los artejos de los que surgen las extremidades y pedipalpos.

Los quelíceros de los solífugos son una de las características del grupo. Son grandes, muchas veces más que el propio prosoma, con dos artejos que forman una pinza como en los cangrejos, dirigigos hacia adelante; cada uno de ellos presenta largos pelos sensoriales. Los quelíceros de algunas especies son fuertes, capaces incluso de cortar los huesos de algunos pequeños pájaros. Muchos estridulan con ellos.

Solifugae



Como todos los arácnidos, los solífugos presentan ocho patas; sin embargo, parecen tener diez, ya que los pedipalpos son largos y similan apéndices marchadores pero son empleados también como apéndices sensoriales, similares a las antenas de los insectos; además se emplean para alimentarse y luchar. Los pedipalpos finalizan en un tarso cilíndrico portador de un órgano en venosa; se apoyan frecuentemente en el suelo, mientras que las patas I, más pequeñas que las restantes, asumen las funciones sensoriales. Así, los tres pares de apéndices posteriores son los que se emplean principalmente para la locomoción. En la parte inferior de las coxas del último par de apéndices, los solífugos presentan unos órganos en raqueta o maléolos, de función sensorial, posiblemente empleados para detectar vibraciones en el suelo.


Los machos son generalmente más pequeños que las hembras, con patas más largas; presentan un par de flagelos en cada quelícero, a modo de cuernos, cuya función no se conoce con claridad, pero se creé que intervienen en la cópula.

El opistosoma, más voluminoso que el prosoma, está formado por 11 segmentos; es piriforme y se hace más grueso hacia su extremo posterior, mostrando una segmentación externa muy visible.

Aunque los solífugos se consideran indicadores de biomas desérticos, se encuentran ampliamente distribuidos por zonas tropicales y semidesérticas; algunas especies viven incluso en bosques y praderías. Aparecen por todos los continentes, excepto Australia y la Antártida.

Son omnívoros o carnívoros, especializados en la alimentación a base de terminas, algunos escarabajos y otros artrópodos excavadores. Son oportunistas; se les ha visto alimentarse de culebras, pequeños lagartos y también algunos roedores. Localizan a la presen con sus pedipalpos y luego la matan y cortan con sus quelíceros; posteriormente es licuada y el líquido ingerido por la faringe. Aunque no atacan a los humanos, sus quelíceros pueden producir dolorosas picaduras.

La reproducción puede ser directa o indirecta mediante un espermatóforo. La puesta está formada por entre 50 y 200 huevos que la hembra deposita en un agujero que ella excava. Dependiendo de las especies, es ella quien los protege hasta la eclosión.
Juan Luis Menéndez

Juan Luis Menéndez

Me gusta la divulgación de la naturaleza y el patrimonio cultural, motivos por los que he decidido comenzar el desarrollo de asturnatura.com. Soy un amante de la botánica y la geología.

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Menéndez Valderrey, Juan Luis. "Arácnidos. Solifugae. Los solífugos". asturnatura.com [en línea] Num. 443, 23/09/2013 [consultado el 5/3/2024]. Disponible en https://www.asturnatura.com/temarios/biologia/quelicerados/aracnida-aracnidos-solifugos.
ISSN 1887-5068

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