Los Asteroideos. Las estrellas de mar

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Las estrellas de mar son el grupo más conocido de todos los Equinodermos, y quizás también de todos los invertebrados marinos. Este grupo engloba unas 1500 especies, todas bentónicas, que se desplazan por el fondo del mar, aunque algunas viven enterradas, alimentándose gracias a sus brazos; normalmente presentan 5 brazos en relación a su simetría pentámera, pero existen especies que tienen más, generalmente entre 7 y 20, llamándose estrellas sol; también existen especies que tienen los brazos tan gruesos y cortos que el cuerpo es un pentágono. Estos brazos se encuentran unidos por su base, lo que hace que el disco central no se diferencie bien. Pueden presentar el cuerpo cubierto de espinas y pedicelarios o tenerlo liso, pero lo que es más normal y constante son los colores vivos, rojos, azulados, púrpuras, verdosos o amarillentos.

Estructura del cuerpo

La superficie oral (parte inferior del animal incluyendo la de los brazos) se encuentra en contacto con el sustrato; la boca está en el centro del disco y rodeada de una gruesa membrana; de esta surgen hacia los brazos los surcos ambulacrales, en los que se encuentran dos o cuatro filas de pies ambulacrales, que suelen estar flanqueados por una serie de espinas que se pueden situar sobre ellos para protegerlos. En la superficie aboral se encuentra el ano en posición central, muy difícil de diferenciar, y el madreporito, que está en un lateral entre dos brazos (figuras 1 y 2).

Superficie oral y aboral de una estrella

Detalle de la zona bucal de una estrella

Como todos los Equinodermos presenta una capa de epidermis externa, por debajo de la cual se encuentra la dermis; en la primera existen varios tipos celulares, entre los que destacamos las células glandulares, mucosas, sensoriales y epiteliales, ciliadas o no. En la dermis, formada por tejido conjuntivo, se encuentra el esqueleto interno, formado en los asteroideos por pequeños osículos de formas variables interconectados por tejido conjuntivo, que suelen presentar numerosas perforaciones para reducir su peso. Estos osículos son un único cristal de calcita rica en magnesio, que es segregado por una célula, y que al hacerse grande continúa aumentando de tamaño gracias a las células descendientes de la inicial.

En la superficie también pueden existir numerosas espinas o tubérculos, pero en algunos grupos de asteroideos existen unas estructuras especiales llamadas paxilas, que surgen a modo de paraguas al exterior del cuerpo desde unos osículos especiales. Se desarrollan sobre todo en asteroideos que viven enterrados, ya que en la superficie aboral donde se encuentran estas paxilas se desarrollan corrientes respiratorias y alimentarias; la función de las paxilas es proteger esta superficie y evitar que las corrientes se vean bloqueadas por arena, siendo por tanto una adaptación a la vida excavadora que llevan.

Algunos grupos presentan pedicelarios, pedunculados, con tres osículos móviles, repartidos por todo el cuerpo o en la base de las espinas, o sésiles, formados por dos osículos enfrentados.

Hay una serie de evaginaciones de la pared del cuerpo en la parte oral, llamadas pápulas, que participan en la locomoción (figura 3, corte de la pared corporal de un asteroideo).

Corte de la pared corporal de un asteroideo

Locomoción y sistema ambulacral

El esquema general del sistema ambulacral responde al mostrado en el apartado de generalidades de Equinodermos. Suelen tener en el canal anular cuatro o cinco Cuerpos de Tiedemann y hasta cinco vesículas de Poli. Los pies ambulacrales se disponen en dos o cuatro filas paralelas transversalmente al brazo (fotografía derecha, mostrando las ampollas y pies ambulacrales teñidos de azul), y los del extremo tienen función sensorial, con el objeto de reconocer el sustrato sobre el que se desplaza la estrella.

Ampollas y pies ambulacrales de una estrella

Alimentación y sistema digestivo

Estrella aliméntandose de un erizoLas estrellas de mar, a pesar de sus lentos movimientos, son unos animales muy voraces. Se alimentan de gran cantidad de animales, ya sea de forma carroñera o predando; entre sus presas se encuentran esponjas, anémonas, pólipos de corales, otros equinodermos, como erizos de mar, caracoles, bivalvos, crustáceos, gusanos e incluso peces, aunque se pueden alimentar también de partículas en suspensión, pero no es lo más abundante. En este último caso, las partículas quedan adheridas a la superficie del cuerpo y son arrastradas por corrientes ciliares (que pueden producirse debajo de las paxilas), hasta la boca. Es bastante conocida la capacidad que tienen las estrellas de abrir las conchas de las almejas, envolviendo la misma con sus brazos para abrir una pequeña hendidura. El estómago de la mayoría de las estrellas de mar es evaginable, y puede introducirse por la pequeña hendidura para comenzar una primera digestión externa y extracelular en la que los jugos digestivos que se vierten comienzan a eliminar los tejidos blandos.

La boca se encuentra en el centro del disco oral, rodeada de la membrana peristomial en la que también hay un esfínter. Tras ella hay un corto esófago, que comunica con el estómago, dividido en dos por una constricción, el estómago cardíaco en posición oral, y el pilórico en la aboral. El primero, que ocupa la mayor parte del disco, presenta una serie de pliegues, de forma que cuando es evertido puede aumentar su superficie, y se encuentra suspendido del disco por diez ligamentos gástricos que cuelgan de él. El segundo tiene forma estrellada y de él surgen radialmente los ciegos pilóricos, que actúan a modo de glándulas digestivas; en cada brazo hay dos ciegos pilóricos. El estómago pilórico se comunica con el exterior mediante un corto intestino, en el que hay algunas bolsas, sáculos o ciegos rectales. Todo el sistema digestivo se encuentra cubierto por un epitelio ciliado que ayuda al movimiento de las partículas (figura 4, corte del disco oral y de una parte del brazo).

Corte del disco oral y de una parte del brazo

La expulsión del estómago cardíaco se produce mediante la presión que ejercen los músculos del cuerpo; la primera digestión es extracelular, y es producida mediante los jugos gástricos que segregan los ciegos pilóricos y las paredes estomacales, que ablandan también las partes duras; puede ocurrir que la digestión sea completamente externa, pasando al interior del cuerpo una papilla completamente digerida que es absorbida rápidamente. Las sustancias que no se pueden digerir, si son introducidas al retraerse el estómago, como trozos de concha o caparazones, son expulsadas por la boca, y el resto pasan a los ciegos pilóricos, donde se produce la digestión intracelular y la absorción. Los productos de desecho son conducidos al intestino y expulsados al exterior mediante la acción de los ciegos rectales que funcionan a modo de bombas. Existen especies de asteroideos que carecen de ano, ya que en ellas la digestión es completamente externa y los pocos productos de desecho producidos son expulsados por la boca (figura 5, disposición del sistema digestivo y otros en el cuerpo de la estrella de mar).

Disposición del sistema digestivo y otros en el cuerpo de la estrella de mar

Reproducción y desarrollo embrionario

Es de todos conocidos la alta capacidad de regeneración de las estrellas de mar. En caso de que sean atacadas por un predador, la pérdida de un brazo es compensada con la regeneración de otra, pudiendo incluso regenerar parte del disco central. Basta un solo brazo y la quinta parte del disco central para regenerar una estrella completa. Son capaces además de reproducirse asexualmente mediante la escisión del disco central, o el desprendimiento de brazos completos, regenerándose las partes restantes, aunque lentamente (fotografía inferior, regeneración de una estrella desde un brazo y una parte del disco).

Regeneración de una estrella desde un brazo y una parte del disco

La mayor parte de los asteroideos son dioicos, esto es, hay individuos masculinos y femeninos. Las gónadas se encuentran en el interior del disco central, pero durante la época fértil, al llenarse de óvulos y espermatozoides, sufren un gran desarrollo y se transforman en una especie de racimos que penetran en los brazos, dos por cada uno de ellos (figuras 4 y 5, en las que se ven las gónadas sin desarrollar y desarrolladas). Hay algunas especies hermafroditas proterándricas, como la estrella del capitán (Asterina gibbosa). Los gametos son liberados al exterior por unos gonoporos situados al principio de los brazos y la fecundación es externa. Algunas especies de zonas frías incuban a los huevos, pero lo normal es que sean plantónicos.

Larva bipinnariaEl desarrollo del huevo conduce a una larva llamada bipinnaria (figura 6), en la que se distinguen bandas ciliadas derivadas de un epitelio ciliado que recubría la larva y originó una única banda con función locomotora, que posteriormente se divide en tres, una conservando la misma función y las otras dos, la preoral y la anal, con función alimenticia al crear corrientes que atraen hacia la boca las partículas en suspensión de las que se alimenta la larva. El desarrollo de los brazos larvarios aumenta la superficie de estas bandas. Esta larva sufre un desarrollo posterior que conduce por lo general a la formación de otra larva, llamada braquiolaria (figura 7), en la que destaca la presencia de tres nuevos brazos y una ventosa con función adhesiva, ya que es en este estadío cuando la larva se fija al sustrato y se inicia la metamorfosis que conduce al adulto. Durante la misma, se pierde la mayor parte del sistema digestivo que posteriormente se regenera siguiendo el patrón radial de los equinodermos. El sistema ambulacral se forma a partir de una estructura llamada axohidrocele, que deriva de las bolsas celómicas formadas anteriormente

Larva braquiolaria

Otros sistemas corporales

Es muy importante el sistema de transporte interno para el transporte y distribución de nutrientes, en el que es importante el sistema hemal o sanguíneo, del que dependen cuatro cavidades celomáticas o corporales: el celoma previsceral (del que depende la masa visceral), el sistema ambulacral (del que depende los pies ambulacrales y sus músculos adyacentes), el sistema hiponeural (del que depende el sistema nervioso) y el sistema genital (que aporta los nutrientes a las gónadas). El sistema hemal oral o hiponeural está formado por una serie de senos paralelos a los pies ambulacrales, que se unen en un anillo hemal oral que rodea la boca; este sistema corre paralelo también a un sistema nervioso en los brazos y en la zona oral (ver figuras 4, 8 y 9). Este anillo se continúa en una glándula axial, un vaso dilatado, que se encuentra en el interior del seno axial, que comunica el exterior mediante el madreporito y donde se inicia el canal hidróforo. En la parte superior de esta glándula se encuentra el corazón, que está formado por dos sacos, el dorsal y el hemal, en una zona que sirve de conexión a otros vasos, entre los que se encuentra la conexión sistema gástrico, que está formado por un anillo gástrico hemal del que surgen vasos a los senos de los brazos donde se encuentran los ciegos pilóricos, y al anillo hemal aboral, del que surgen los vasos a los senos genitales.

Sistema circulatorio de un estrella

Los desechos nitrogenados se eliminan por las partes más finas del cuerpo, principalmente a través de los pies ambulacrales y las pápulas. El sistema nervioso está formado por un anillo nervioso oral, que es el principal centro nervioso de los asteroideos, del que surgen a los brazos nervios radiales que corren paralelos al sistema ambulacral, formando una masa nerviosa intraepidérmica con forma de V. De estos nervios surgen axones a los músculos de las ampollas. Para la coordinación de todos los pies ambulacrales durante el desplazamiento es necesaria la integridad del anillo nervioso.

Anatomía de un brazo de estrella de mar

Como sistema sensorial las estrellas de mar tan sólo tienen unas mancha ocular en el extremo del brazo que responden a fototactismos positivos, y células sensoriales dispersas por la epidermis, abundantes sobre todo en la superficie de la ventosa de los pies ambulacrales, que responden a estímulos químicos, luminosos y táctiles.

Las principales especies del Cantábrico

En el Cantábrico tenemos numerosas especies de asteroideos, que se agrupan en los siguientes Órdenes:

  • Forcipulata: las estrellas pertenecientes a este grupo tienen pedicelarios compuestos por un pedúnculo corto y tres osículos y cuatro filas de pies ambulacrales por pie. En este grupo encontramos quizás las dos especies más abundantes y conocidas de estrellas, Asterias rubens y Marthasterias glacialis, a las que es frecuente encontrar en el intermareal al voltear las piedras en densas agrupaciones, a menudo junto con pequeñas ofiuras.

  • Valvatida: son estrellas con ventosas en los pies ambulacrales, paxilas en la superficie aboral y pedicelarios sésiles. La estrella más conocida de este grupo es Asterina gibbosa, la estrella del capitán, de cuerpo pentagonal ya que tiene unos brazos cortos.

  • Paxillosida: carecen de ventosas en los pies ambulacrales, ya que al vivir sobre sustratos arenosos en los que a menudo se entierran no encontrarían sustrato al que adherirse. Astropecten irregularis, una estrella de gran tamaño y de superficie dorsal aplanada, se encuentra parcialmente enterrada entre los 10 y 30 m de profundidad (fotografía inferior, © Nacho García).

    Astropectem

  • Spinulosida: carecen de placas marginales y la superficie aboral está cubierta de pequeñas espinas. Las estrellas Echinaster sepositus (fotografía inferior, © GEAS) o Henricia oculata , de un intenso color rojo, son los principales representantes del Orden en el Cantábrico.

    Henricia

Juan Luis Menéndez

Juan Luis Menéndez

Me gusta la divulgación de la naturaleza y el patrimonio cultural, motivos por los que he decidido comenzar el desarrollo de asturnatura.com. Soy un amante de la botánica y la geología.

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Menéndez Valderrey, Juan Luis. "Los Asteroideos. Las estrellas de mar". asturnatura.com [en línea] Num. 100, 06/11/2006 [consultado el 4/4/2024]. Disponible en https://www.asturnatura.com/temarios/biologia/equinodermos/estrellas.
ISSN 1887-5068

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