Ejemplar MFI 559.Astacilla damnoniensis

1 isópodo de la familia Arcturidae, perteneciente a un género y especie aún no determinados por mí ( ), que es de esta familia FIJO, es E.N. (o, al menos, eso creo, dado su aspecto, pues nunca antes había visto uno parecido) y no vi más. En líneas generales, recuerda poderosamente a un ejemplar hembra de Astacilla damnoniensis (y quizás lo sea, después de todo), solo que posee una exacerbación de los rasgos anatómicos de mayor relieve que le serían propios, especialmente en lo referido al tamaño y agudeza de sus protuberancias dorsales (se transforman en auténticas espinas, muy largas, delgadas y puntiagudas, aunque quizás en el mismo número en que se dan en la especie referida); en lo afilado y sobresaliente de los engrosamientos laterales del cuerpo, tanto a nivel de los segmentos centrales del cuerpo como a la altura del telson, en donde dichos engrosamientos laterales se transforman en auténticas espinas ganchudas, incurvadas hacia atrás; y, finalmente, en la absolutamente ubicua cubrición del cuerpo con largas y finas sedas, de las que los ejemplares que he visto de Astacilla damnoniensis prácticamente carecen. También destaco que en uno de los primeros artejos del pedúnculo de las segundas antenas hay una suerte de engrosamiento perimetral, como un anillo o brazalete, que parece estar especialmente tapizado de sedas, a su vez. Otro rasgo muy descollante es que la muy larga, delgada y poderosa espina dorsal anterior del cuarto segmento del cuerpo (y, por ello, no marcadamente triangular, como pasa en los ejemplares hembra de Astacilla damnoniensis que he visto) acaba distalmente de forma bífida, rasgo que parece reproducirse en la segunda espina de dicho segmento, también muy elevada, aunque menos, si bien en ésta ese rasgo parece darse de forma más discreta. Un último apunte de este ejemplar, de cuerpo de color rojizo (quizás como las algas sobre las que podría haber estado viviendo), es que, comparado con los ejemplares hembra de Astacilla damnoniensis, sus ojos parecen ser de menor tamaño relativo. Hallé a este ejemplar en una de las catas que llevé a cabo con el ganapán de buceo, arrastrándolo por la superficie algo extraplomada de una de las rocas de la zona izquierda (este-nordeste) de la Playa de Temperán, para obtener así algas donde poder buscar especímenes (sobre todo de opistobranquios) no presentes aún en mi colección. De entre las algas que extraje en una de esas arrastradas del ganapán, del interior de una ancha oquedad formada por el extraplomo de una gran piedra, orientada hacia el suroeste, salió despedida una diminuta forma que se puso a nadar ante mis ojos, reconociéndola como lo que este ejemplar es: un isópodo arctúrido que, al instante, me pareció un tanto diferente de los otros que había visto en mi vida hasta la fecha, por lo que lo guardé en un frasco de recolección. Una vez en nuestra casa de Vigo, guardé este ejemplar en la nevera, en un amplio y bajo tupper de pyrex de la marca IGLOO, con la tapa abierta, y habiendo extraído a un frasco aparte, con agua de mar, a la mayor parte de las algas, pues no quería que lo asfixiasen durante la noche. Así pues, mantuve al ejemplar referido en la nevera, para que pasase la noche en las mejores condiciones posibles. A la mañana siguiente (la del miércoles 9 de junio de 2021), además de iniciar estas anotaciones, en el estudio de nuestra casa de Vigo, llevé a cabo una única sesión de fotos y vídeo digitales para documentar al ejemplar recolectado el día anterior y que me quedaría para mi colección. Esta sesión la llevé a cabo básicamente con la luz artificial de un flexo fluorescente dispuesto al efecto. Todas las fotos y secuencias de vídeo (éstas todas filmadas en formato 4K) de esta sesión las hice con la cámara OLYMPUS TG5, exclusivamente con sus opciones de macro y microfotografía propias de la cámara y sin lupas interpuestas. Para la sesión, sumergí en agua de mar al ejemplar, agarrado como estaba a una pequeña porción de las algas que había cogido para él, dentro del referido tupper cilíndrico de pyrex, ancho y aplanado, de la marca IGLOO. El tupper lo apoyé sobre un cristal transparente que, a su vez, hice reposar sobre dos columnas de cintas de vídeo VHS acostadas y distanciadas entre sí ambas columnas, de la altura equivalente al grosor de una cinta de vídeo VHS acostada cada columna, a fin de difuminar el fondo, que consistía en una cartulina de color negro, para incrementar el contraste a la vez que difuminaba el fondo. Las 4 secuencias de vídeo hechas durante esta sesión a este ejemplar pasaron a formar parte de la PELÍCULA DE VÍDEO DE BICHOS Nº 12/2021, correspondiente por entero a este evento recolector. Así mismo, todas las 50 fotos digitales hechas durante esta sesión a este ejemplar las guardo en el CARRETE MD Nº 3/2021 (son de la foto nº 021 a la foto nº 070 de dicho carrete). Una vez documentado este único ejemplar recolectado este día, lo aletargué por frío y lo maté directamente, metiéndolo en el congelador de nuestra casa de Vigo durante un par de horas, a lo sumo, dentro de un frasco de tamaño apropiado (de los de Hero 6), con agua de mar, en compañía de su manojito de algas, para mitigar su estrés. Una vez que tuve la certeza de que el espécimen ya se había muerto por congelación, lo descongelé rápido, sumergiendo el frasco en el que estaba en agua caliente (del grifo), hasta que se disolvió el hielo en su interior y, tras darle al ejemplar un breve baño en agua destilada, lo introduje en su recipiente y solución fijadora y conservadora definitiva. Así pues, finalmente, conservo en perfecto estado a este ejemplar, en Etanol Absoluto con escasa agua destilada residual, en un frasco de inyección, guardado en.

Imágenes:

4 secuencias de vídeo de la PELÍCULA DE VÍDEO DE BICHOS Nº 12/2021. 50 fotos digitales guardadas en el CARRETE MD Nº 3/2021 (de la foto nº 021 a la foto nº 070 de dicho carrete)