Pontogenia chrysocoma (3 de 3)

Descripción

Y sigo con los bichos de Cerdeña de septiembre pasado...

Hoy le toca a este ejemplar de Pontogenia chrysocoma, una especie que tampoco está presente aún en nuestra web.

Es una especie de gusanos poliquetos afroditoideos, conocidos comunmente como gusanos escamosos, debido a que su dorso está recubierto de élitros, a modo de escamas, que les protegen. En el caso de Pontogenia chrysocoma, esos élitros, en número de 15 pares, están ocultos bajo una capa de piel con consistencia de fieltro (además, la superficie está recubierta de pequeñas papilas, tanto ventral como dorsalmente). Ese recubrimiento a modo de fieltro lo comparte con otras especies, como con Aphrodita aculeata, nuestro más conocido Ratón de Mar, especie con la que Pontogenia chrysocoma guarda un estrecho parentesco, al pertenecer ambas a la familia Aphroditidae, una de las cinco familias de afroditoideos que cuentan con representantes en nuestras costas (aprovecho para decir que, si bien al ejemplar de mis fotos lo encontré en Cerdeña, y no fue el único que vi allí de esta especie, lo cierto es que la misma ha sido citada para todas las costas ibéricas, también, aunque yo nunca la haya visto por acá).

La longitud de este individuo era de unos 25-30 milímetros en su zona media, longitud que está en línea con la que se describe para la especie, para la que se da, además, una anchura de entre 6 y 10 milímetros para un número de hasta 35 segmentos corporales (creo que mi ejemplar apenas ronda los 30, como se puede ver en la imagen inferior de la foto 2, tomada en vista ventral).

En cuanto otras características relevantes de la especie, diré que los individuos que pertenecen a ella poseen silueta elíptica y cuerpo comprimido dorsiventralmente. El color general del cuerpo es castaño, algo rojizo por zonas y amarillento/dorado en otras, presentando dorsalmente una apariencia muy hirsuta por las múltiples espinas (que son las sedas o quetas del grupo medio de cada parápodo -las del primer grupo o superior forman el aparente fieltro dorsal antes referido y las inferiores o del tercer grupo son cortas). Estas sedas espinosas, que se desprenden con facilidad, cumplen una función defensiva clara, ya que el animal las estira y expande en todas direcciones al menor contacto, al estilo de las púas de un puercoespín puesto a la defensiva (foto 1 e imagen superior de la foto 2), mientras que, para deambular cuando nada lo irrita, prefieren llevarlas tendidas hacia atrás a lo largo de los laterales del cuerpo (foto 3). Estas púas son aserradas en una de sus caras, y pueden ser curvas, con aspecto de cimitarra, o rectas, como la mayoría de las que se observan en este ejemplar.

El prostomio es globular, y en su cara dorsal existen dos pares de ojos al final de pequeños pedúculos, de los que el par anterior es más grande. En el prostomio existe, inserta frontalmente al extremo distal anterior, una breve y fina antena. De la parte inferior del prostomio surgen dos palpos cortos pero gruesos, algo más largos que la antena referida.

Los 15 pares de élitros presentan el borde liso, aunque no se pueden ver directamente al estar bajo la capa que comparé con fieltro. Además, estos animales acostumbran a llevar sobre su dorso gran cantidad de arena, que contribuye a su camuflaje (foto 1), lo que aún impide más la observación de los élitros. No obstante, si se le desprende con sumo cuidado esa arena, se pueden llegar a adivinar las formas imbricadas de los élitros bajo la piel, como se puede ver en la foto 3.

Los parápodos son birrámeos y están cubiertos de papilas en la superficie del notopodio.

En los segmentos corporales segundo y tercero se puede observar la presencia de un haz de sedas bipinnadas.

Esta especie, presente desde la franja intermareal hasta el circalitoral, frecuenta los fondos duros y mixtos, sobre todo dotados de piedras y arena, aunque también está presente en fondos de maerl, arrecifes de Sabellaria alveolata, madreporarios como Cladocora caespitosa, en fondos de coral o en praderas de Posidonia. En concreto, a este ejemplar de las fotos me lo encontré el 6 de septiembre de 2016, en una preciosa calita de la Isla Caprera, en el Archipiélago de La Maddalena, en la esquina nordeste de Cerdeña. Deambulaba sobre el fondo, formados en un fondo de gravilla de origen biológico (mezcla de algas calcáreas y fragmentos de conchitas de moluscos.

Es pero que os hayan resultado interesantes estos bichiños. Un saludo.

Etiquetas

#submarina #naturaleza #fotografía

Datos de la fotografía

Autor: Marcos Fernández Iglesias

Fecha de realización: 06/09/2016

Fecha de publicación: 16/05/2017

Visitas: 1672

Comentarios: 0

Localización

Italia, , Isla Caprera, Archipiélago de La Maddalena. Costa nordeste de la isla de Cerdeña. (0,0)

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