Calcinus tubularis (3 de 3)

Descripción

Vuelvo hoy con la fauna submarina de Cerdeña, y lo hago con una auténtica rareza: Calcinus tubularis. Como tal rareza, al menos, está considerada en varias páginas web que he visitado para documentarme sobre esta especie, así como en el indispensable ¨Guía de los crustáceos decápodos de Europa¨, de L. Falciai y R. Minervini, de Editorial Omega.

Como se puede apreciar por las fotos, esta especie, además de rara, es una auténtica preciosidad, pues presenta una coloración extremadamente contrastada y llamativa, lo que constituye su principal seña de identidad: sobre un color de fondo del cuerpo más o menos verdoso y siempre salpicado de manchas rojizas, los quelípedos son rojo vivo, con los dedos blancos, manchados de rojo y azul. Los pereiópodos presentan el isquio, mero y carpo de color azul pálido, con estrías longitudinales anaranjadas, mientras que el propodio es blanco, con estrías anaranjadas más bien transversales, y el dáctilo es blanco, con el extremo distal de la uña oscuro. Las anténulas, por su parte, son azul pálido, mientras que los pedúnculos oculares son blancos, con numerosas manchas rojizas o anaranjadas, y los ojos, muy oscuros, están salpicados de algunos puntos blancos, lo que incrementa aún más el contrastado colorido de esta especie. Esta coloración, al parecer, se da en dos variantes atendiendo a la mayor o menor claridad en los tonos de los colores referidos.

Además de la llamativa coloración que se aprecia en las fotos, esta especie presenta como rasgos característicos los siguientes: su tamaño es pequeño, no sobrepasando un centímetro la longitud del caparazón ni los dos centímetros y medio su longitud total; las quelas son diferentes, al ser mayor la izquierda que la derecha, y ambas poseen el dáctilo cóncavo, en forma de cuchara; los pedúnculos oculares son finos, alargados y estrechos, y superan en longitud al pedúnculo de las antenas; tienen escamas oftálmicas triangulares y un rostro bastante anguloso y apuntado, más largo que los ángulos laterales.

Otra rareza de esta especie, compartida sólo con su especie hermana, Calcinus verrillii (endémica de las Bermudas), radica en una acusada diferencia existente entre ambos sexos a la hora de escoger guarida: mientras que los machos (como el de mis fotos) habitan conchas vacías de gasterópodos, que pueden desplazar con ellos a voluntad, las hembras ocupan emplazamientos fijos, como conchas de vermétidos, gusanos tubícolas o esponjas, lo que conlleva que tengan una vida bastante sedentaria, lo que no impide que puedan salir brevemente de su refugio en busca de comida.

Aunque es una especie esencialmente mediterránea, ha sido citada, también, en las islas de la Macaronesia (Madeira, Canarias...), incluso en el Archipiélago de Cabo Verde o la Isla Ascensión.

Encontré al ejemplar de estas fotos el 8 de septiembre de 2016, buceando a unos dos metros y medio de profundidad, en la playa de Porto Rotondo, en la costa nordeste de la Isla de Cerdeña. El fondo era mixto de arena y rocas, así como con zonas cubiertas de posidonias, y el ejemplar habitaba la envejecida concha que se ve con él en las fotos (¿de una Bulla striata?).

Espero que os haya resultado interesante este pequeño ermitaño. Un saludo.

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