Spinther oniscoides (1 de 3)

Descripción

Los poliquetos de la familia Spintheridae son unos grandes desconocidos, en general, ya que apenas existen 11 especies a nivel mundial. En nuestras aguas ibéricas en particular, de acuerdo con el volumen 36 de la colección Fauna Ibérica, del CSIC y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (volumen de muy reciente aparición y tercero de los dedicados a los poliquetos), hasta ahora sólo se han encontrado en Galicia y aun así en escaso número. Tengo referencia de alguna reciente cita de Spinther arcticus para las Islas Canarias, en cambio.

La principal característica que separa la familia Spintheridae del resto de poliquetos es presentar en los parápodos crestas notopodiales membranosas y transversales, las cuales están soportadas por sedas a modo de espinas bífidas o simples. Además, por su adaptación al ectoparasitismo, aparecen, en el lobulo neuropodial, un reducido número de sedas compuestas, terminadas en un gancho muy desarrollado cuya función es anclarse a la superficie de la esponja sobre la que habitan. Esas quetas ganchudas, en el caso del ejemplar cuyas fotos subo hoy (y entiendo que de su especie) presentan una coloración más oscura (ambarino/parduzca) que el resto de las quetas. A diferencia de otras familias de poliquetos que presentan especies adaptadas al comensalismo o al parasitismo, los ganchos de anclaje suelen ser generalmente simples.

El color de estos animales suele adaptarse bastante al de las esponjas sobre las que habitan, lo que junto con su inmovilidad contribuye mucho a que pasen desapercibidos, por lo que pudiera ser que fuesen más abundantes de lo que se cree.

En el caso de esta especie de Spintheridae en concreto, el color que predomina es ese amarillo/ocre apagado que se ve en las imágenes, y que es un rasgo diferenciador de una especie afín, aún no citada para nuestras costas (Spinther citrina), en la que el color habitual es el amarillo limón, como sugiere su nombre específico.

Este animal, de un centímetro de longitud total, tiene un cuerpo aplanado y ovalado, muy ancho para su longitud (mide sólo el doble de largo que de ancho), con segmentación corporal dorsalmente no muy notoria, formada por unos 26 segmentos setígeros, mientras que en la cara ventral, notablemente cóncava, se aprecia mejor dicha segmentación.

La cara ventral (foto 3) carece de apéndices notables, salvo una banda longitudinal media provista de penachos ciliados diminutos, así como en bandas transversales orientadas hacia la base de cada neuropodio. También en la cara ventral se puede observar la boca, con una faringe retráctil, pedunculada, semitubular y sin mandíbulas, que presenta un borde ondulado.

En la cara dorsal (foto 1), que es levemente convexa, las crestas o láminas notopodiales membranosas y transversales están soportadas exclusivamente por sedas de puntas bífidas y adquieren un aspecto de expansiones desflecadas que se disponen en cada segmento y recubren toda su superficie, impidiendo ver bien los segmentos corporales, al modo de un tejado que los recubriese, con las expansiones imbricadas y solapándose en parte con las del segmento siguiente, como peinadas hacia adelante.

El extremo anterior del cuerpo presenta dorsalmente una suerte de vaguada o depresión, más despejada de las expansiones referidas que el resto del dorso, y en la que los segmentos corporales, que se vuelven muy visibles, se incurvan sobre sí mismos hasta adquirir la apariencia de una serie de líneas curvas que se cierran más cuanto más pequeños son los segmentos por aproximarse al extremo anterior del animal (en el extremo posterior del dorso ocurre algo parecido). Justo antes de esa zona despejada anterior existe una carnosa y baja antena, muy poco evidente, que suele tapar parcialmente algunos de los 4 inconspicuos ojos que posee este animal, en la base de la misma (foto 2).

El pigidio, situado en la cara dorsal posterior, está dotado de dos uritos mazudos.

En la cara inferior se observaban muchos diminutos huevos, enganchados de las sedas a los lados, y que en gran parte se fueron desprendiendo.

Encontré a este ejemplar de las fotos, el 29 de agosto de 2010, en compañía de otro aún más pequeño, bajo una piedra recubierta de esponjas (no recuerdo la especie concreta) en la Playa de Temperán, a unos 2,5 metros de profundidad .

Un saludo.

Etiquetas

#invertebrados #naturaleza #fotografía

Datos de la fotografía

Autor: Marcos Fernández Iglesias

Fecha de realización: 29/08/2010

Fecha de publicación: 30/05/2014

Visitas: 2500

Comentarios: 3

Localización

Pontevedra, Cangas, Playa de Temperán. Zona medio externa de la Ría de Vigo. (42.25474,-8.81992)

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Comentarios

Una pasada, eres el p . . . amo Marcos!

Ricardo R. Fdez

Ricardo R. Fdez

30-05-2014

Me sumo al piropo: ¡¡¡ERES UN MAQUINÓN, MARCOS!!!

Gracias por vuestros poco objetivos comentarios, pero la verdad es que si algún mérito tengo, y lo digo de todo corazón, es el de ser un tipo con mucha suerte a la hora de encontrar bichos un tanto esquivos, como ya os he dicho a ambos alguna vez. Osea, que en eso mi mérito es más bien escaso. Pero aún más afortunado me siento por haberos conocido a vosotros, que sí que sois dos auténticos cracks, además de excelentes personas (un poquito exagerados y un tanto subjetivos en vuestros comentarios, eso sí, pero que por venir de vos me saben a gloria bendita, je, je...). Un muy fuerte abrazo, amigos míos!!!.

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