Diopatra marocensis (3 de 3)

Descripción

Hoy subo unas fotos de un par de ejemplares de Diopatra marocensis que me encontré: al ejemplar que sale en las imágenes de la foto 3, de unos 6 centímetros de largo, aproximadamente, lo hallé el 29 de enero de 2016 en Punta Subrido, en la zona externa de la Ría de Vigo, a unos 4 o 5 metros de profundidad, mientras que al ejemplar que ilustra las fotos 1 y 2 -de unos 9 centímetros de longitud total- lo hallé el 7 de agosto de este año 2020 en la misma zona, sólo unos cientos de metros más al sur que el anterior, y a unos 3,5 metros de profundidad.

Esta especie, que como bien dice la ficha de la misma que tenemos en nuestra web, en 2010 fue citada por primera vez para aguas españolas, concretamente en la Ría de Villaviciosa (Asturias), coexiste en nuestra área con la especie hermana Diopatra neapolitana que, no obstante, y hasta donde indican los trabajos de los últimos años que he podido consultar, tiene una distribución mucho más amplia que Diopatra marocensis. Al menos en la Ría de Vigo, las áreas donde se da Diopatra neapolitana no se superponen con las de Diopatra marocensis, ya que la primera creo que es más habitual de aguas calmadas con fondos fangosos o arenoso/fangosos, típicamente con presencia de Zostera (en la Ría de Vigo, principalmente al fondo de la misma, en la Ensenada de San Simón, donde es la única especie del género presente), mientras que Diopatra marocensis, hasta donde he podido comprobar, gusta más de zonas de arenas limpias de mayor granulometría y con cierto hidrodinamismo.

Las características anatómicas de estos ejemplares, incluido su color (anaranjado/rojizo en lugar de verde/negruzco con reflejos iridiscentes, como sería lo propio en el morfotipo de Diopatra neapolitana más habitual en nuestras aguas, y con manchas blancas en cualquier caso) o el dato del número de anillos (o hemianillos) que lucen en los ceratóforos de sus antenas (unos 8 o 9 en mis ejemplares, tanto en la antena central como en las laterales, como se puede apreciar en el cuadrante superior de la foto 2 o en el cuadrante superior izquierdo de la foto 3, pero que hubieran sido unos 14 o 16 en las antenas laterales, de tratarse de Diopatra neapolitana) se suelen considerar algunos de los datos diagnósticos para distinguir a los ejemplares de Diopatra marocensis de los de Diopatra neapolitana.

Como se puede ver en las fotos, en ambos ejemplares falta alguno o varios de los apéndices prostomiales, en todo o en parte, o se están regenerando tras una pérdida anterior, lo que puede ser indicativo de hasta qué punto estos animales son habitualmente depredados, por ejemplo por peces bentónicos. También se pueden observar, siquiera sea en parte, los dos cirros peristomiales dorsales que se hallan en el borde delantero de dicho primer segmento tras el prostomio (foto 1 e imagen del cuadrante superior de la foto 2).

Se puede ver en la foto número 1 y en la imagen del cuadrante inferior de la foto 3 que las branquias comienzan a surgir a partir del quinto o sexto segmento tras el prostomio, y que en los primeros segmentos son altas y arbustivas, con un crecimiento helicoidal de sus ramificaciones en torno al eje central, siendo dichas ramas simples y digitiformes (como se puede ver en el cuadrante inferior central de la foto 2 y en el cuadrante superior derecho de la foto 3). A medida que se extienden hacia atrás, las branquias van reduciendo su tamaño y entidad (el número de vueltas helicoidales y el de filamentos presentes en las mismas), y en la mitad posterior del área dotada de branquias, éstas se limitan a ser simples monofilamentos.

A destacar, también, los dos pares de cirros anales que se pueden observar al final del pigidio, y que aparecen en la imagen del cuadrante inferior izquierdo de la foto 2, de los que los del par ventral son mayores que los del par dorsal.

Finalmente, en el cuadrante inferior derecho de la foto 2 se observa un fragmento del tubo mucoso fabricado por uno de estos ejemplares (de gran importancia ecológica por su contribución a la fijación del sedimento y como punto de fijación de otros organismos), en el que, sobre las paredes del mismo, su propietario ha ido acumulando una serie de partículas orgánicas e inorgánicas (granos de arena gruesos, trozos de conchas, fragmentos de algas, palitroquillos, etcétera...) dándole un aspecto bastante hirsuto a su superficie y una considerable robustez.

Espero con estas fotos haber contribuido a documentar un poco más esta especie para nuestra web.

Un saludo.

Hábitat:
Tubo enterrado en arena limpia, a unos 3,5 metros de profundidad bajo el mar.
Abundancia:
dos ejemplares (en dos ocasiones, uno en cada una de ellas)
Recolector:
Marcos Fernández Iglesias
Determinador:
Marcos Fernández Iglesias

Etiquetas

#invertebrados #naturaleza #fotografía

Datos de la fotografía

Autor: Marcos Fernández Iglesias

Fecha de realización: 07/08/2020

Fecha de publicación: 21/12/2020

Visitas: 362

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Especie asociada a la fotografía

Localización

España, Pontevedra, Cangas, HIO (RESTO PARROQUIA), Punta Subrido, zona externa de la Ría de Vigo. (42.24737,-8.86289)

Registro

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