Devonia perrieri (3 de 3)

Descripción

Siguiendo con los bivalvos curiosos, hoy subo unas fotos de esta especie diminuta (el ejemplar entero rondaría los 5 milímetros, y el ancho de las valvas sólo 2), que como muchos otros Leptonidae acostumbra a vivir sobre otros organismos marinos. Concretamente, Devonia perrieri es comensal de pequeñas holoturias del género Leptosynapta (familia Synaptidae), de las que, en un vistazo superficial, parece un mero apósito. Llama la atención, además de esta extraña forma de vida, ese enorme pie apuntado y lleno de protuberancias (foto 2), que forma por plegamiento de las paredes del cuerpo (es decir: cuando se halla dentro de las valvas no es más que una suerte de lámina verrugosa), y que utiliza para agarrase a las pegajosísimas paredes corporales de sus huéspedes. También es muy granulado el borde del manto. Debido al gran tamaño del pie y del manto, este animal es prácticamente incapaz de retraer al interior de las valvas todas sus partes blandas. En cuanto a las valvas, muy finas y de un blanco bastante puro, son similares entre sí (es una especie equivalva), si bien son claramente inequilaterales, con los picos situados en posición muy cercana al borde posterior. Dicho borde posterior es redondeado y algo truncado. Tanto el margen anterior como el ventral también son redondeados, mientras que el margen dorsal es cóncavo y propicia una cierta separación entre las valvas en esa zona (foto 3). El margen interno de las valvas es liso. El ligamento es interno y se ubica en una pequeña hendidura superficial. Por su parte, la charnela carece de dientes, aunque puede existir algún pequeño tubérculo cercano al punto de inserción del ligamento. En cuanto a la escultura externa de las valvas, es muy tenue y consiste en unas poco notorias líneas concéntricas de crecimiento y en una serie de lineas radiales (más bien oblicuas), también muy sutiles, que parten de la zona dorsal posterior y se dirigen hacia la ventral anterior (se pueden adivinar en la foto 1). Encontré a este individuo, en compañía de su hospedador -que se me escapó de las manos y se me perdió entre las algas- al voltear una piedra, a unos 3 metros de profundidad, en el espolón rocoso que va desde la Playa de Barra hasta Punta Subrido. Un saludo.

Etiquetas

#invertebrados #naturaleza #fotografía

Datos de la fotografía

Autor: Marcos Fernández Iglesias

Fecha de realización: 14/07/2011

Fecha de publicación: 03/08/2012

Visitas: 1959

Comentarios: 0

Localización

Pontevedra, Cangas, Espolón rocoso de Punta Subrido. Zona externa de la Ría de Vigo. (42.2506,-8.86226)

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