Phyllodoce maculata (3 de 3)

Descripción

Al hilo de las fotos de Phyllodoce mucosa que subió Ricardo, subo hoy estas fotos (manifiestamente mejorables, ya sé) de un ejemplar de Phyllodoce maculata que encontré entre cascajo de conchas y otros restos calcáreos entre las redes de un pesquero de A Guarda, el 8 de agosto de 2013.

Este precioso animal, de unos 3,5 centímetros de longitud, tiene un cuerpo que consta de unos 130 segmentos dotados de parápodos con cirros dorsales lanceolados/cuadrangulares y de cirros ventrales ovalados y algo apuntados. Los parápodos son, aproximadamente, igual de anchos que el tronco del cuerpo.

El color de fondo de este animal es blanco y sobre su dorso destacan múltiples manchas pardo/verdosas en sus segmentos, dispuestas en 3 hileras longitudinales: una en el centro del dorso, compuesta por gruesas manchas verde oliva oscuro en el centro de cada segmento, y otras dos laterales, con manchas más anchas y difusas, menos oscuras, pero situadas, a ambos lados del dorso, en las fronteras entre segmentos, dando así al conjunto un aspecto algo ajedrezado. El conjunto de estas manchas se refuerza con ciertas irisaciones azuladas. Además, en el centro de cada uno de los cirros dorsales existe una gran mancha de la misma tonalidad verde oliva oscuro.

En cuanto a la cabeza, es distintivamente blanca, el prostomio es muy alargado pero de contorno más o menos curvado y rematado anteriormente, de forma más abrupta, en dos pares de antenas rostrales largas y afiladas, aunque más cortas que el prostomio, dispuestas en aspa e insertas en una muy evidente protuberancia prostomial. En el dorso de la cabeza resaltan los dos ojos rojizos y enormes que tiene este animal, muy sobresalientes, además, y situados en posición bastante retrasada en el prostomio. Este animal carece de antena central impar.

Este ejemplar cuenta con 4 pares de cirros tentaculares, de los que los primeros, relativamente cortos, parten del primer segmento tras la cabeza, dorsalmente oculto, y se orientan preferentemente hacia adelante. Los dos siguientes pares de cirros tentaculares están en el segundo segmento tras la cabeza, uno en posición dorsal y el otro ventral, siendo así que los del par ventral son más cortos que los del dorsal, aunque claramente más largos que los del primer par (del primer segmento), y los del par dorsal son los más largos de todos los cirros tentaculares de este animal, llegando hacia atrás, aproximadamente, hasta el segmento 8º ó 9º tras la cabeza. Los cirros tentaculares del 4º par surgen del tercer segmento tras la cabeza y son largos, pero sin llegar al tamaño de los del par anterior. Tanto los cirros tentaculares del 2º como los del 3º o 4º par se orientan esencialmente hacia atrás.

Además, esta especie posee un par de estrechos, largos y distalmente afilados cirros anales en el pigidio, cuya longitud es unas 9/10 veces su anchura.

Cuando la protusionaba, este gusano mostraba una probóscide evaginable, en cuyo extremo distal poseía unas protuberancias algo apuntadas, y tras ellas muchas hileras longitudinales de papilas pequeñas y ovaladas, apretadamente dispuestas en sentido transversal (cada papila) al eje mayor de la probóscide. Las papilas de una hilera intercalaban sus extremos entre los de las hileras vecinas, disponiéndose entre sí un tanto al tresbolillo.

El pesquero que subió entre sus redes el conjunto de concreciones calcáreas en las que hallé a este ejemplar faenaba en el tramo de costa entre A Guarda y Santa María de Oia, en el extremo suroeste de la costa de Galicia, a unas 30 brazas de profundidad. La situación en el mapa la doy de forma aproximada. Un saludo.

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