Phronima sedentaria (3 de 3)

Descripción

Allien, lo sé. Es lo primero que se nos pasa por la cabeza al ver el rostro, enigmático y cruel como el de una mantis religiosa, de este crustáceo anfípodo del suborden Hypperidea: Phronima sedentaria. Y no es de recibo que sea precisamente ésa la imagen que se nos viene a la mente, ya que, según cuentan los cinéfilos y los seguidores de la saga, el director Ridley Scott se inspiró en este pequeño crustáceo para dar vida a su criatura, aquel espeluznante octavo pasajero de la nave Nostromo...

Hoy subo unas fotos de un único ejemplar de esta especie, que no teníamos en la web, cuyo hallazgo, el pasado 22 de diciembre de 2018, mientras paseaba por la zona de arribazón de la Playa de Salinas, en Castrillón, al día siguiente de la entrañable cena de navidad de asturnatura, puede considerarse una auténtica casualidad, una genuina rareza, ya que estos animales, habitantes del plancton en las zonas profundas del océano, no se dejan ver salvo por los submarinistas o por algún afortunado paseante de la orilla de la playa, preferentemente tras un temporal (al hilo de esto, aprovecho para comentar que, precisamente hoy, fue noticia en la prensa de Galicia el varamiento de 10 ejemplares de Phronima sedentaria en la Playa de Samil, en Vigo, lo que representó la primera cita de la especie para la costa gallega en toda su historia).

Por lo dicho, ignoro si mi hallazgo podría considerarse una primera cita de esta especie para la costa asturiana, pero visto lo visto, tampoco lo descartaría del todo, la verdad.

Volviendo al ejemplar de mis fotos, diré que cuando lo encontré en la orilla acababa de varar con una ola, y aún se hallaba, vivo, dentro de la túnica de un thaliaceo doliólido que nuestro amigo había ido devorando desde dentro, convirtiéndolo en su morada, como siempre hace esta especie, y logrando que el tunicado adquiriese el aspecto de un barril vacío, tal y como puede verse en la imagen derecha de la foto 3 (en la que muestro al doliólido abandonado ya por su indeseable pasajero).

Los Phronima sedentaria habitan invariablemente en el interior de las túnicas de doliólidos o sálpidos que previamente han devorado desde dentro, y aprovechan las fuertes paredes de las túnicas vacías de sus víctimas para protegerse de los peligros que les acechan en la columna de agua. Para desplazarse, agitan incesantemente sus poderosos pleópodos, generando la corriente suficiente para moverse ellos y su desdichado hogar/anfitrión, en el que, además, llevan a cabo tareas reproductivas (la puesta).

La imagen izquierda de la foto 3 es una toma lateral del Phronima sedentaria, en la que se puede apreciar la disposición un tanto aberrante de sus largos gnatópodos, orientados hacia atrás y dotados de unas quelas cuyos extremos (el dáctilo y el ápice del poderoso propodio) se entecruzan como el pico de un piquituerto. También en esa imagen destaca la extrema delgadez de la parte posterior del cuerpo, a diferencia de la voluminosa mitad delantera del animal, haciendo que el cuerpo, visto de perfil, recuerde un poco a la atlética silueta de un guepardo o de un galgo: todo pecho y nada de vientre.

En la mitad anterior del animal lo que más llama la atención es la bulbosa cabeza, que parece llenarlo todo. Dicha cabeza, frontalmente muy larga y recta, está ocupada en su inmensa mayor parte por los ojos (una característica que comparte esta especie con muchas otras especies de anfípodos hipéridos, todos ellos habitantes del plancton y de las oscuras profundidades oceánicas).

En la imagen superior de la foto 2 se puede apreciar el aspecto del animal en vista dorsal, mientras que la imagen inferior de la misma foto muestra el aspecto ventral del mismo en un plano general. De ambas imágenes destaco, de nuevo, la bulbosa cabeza (a la derecha), así como la orientación hacia adelante de los primeros pereiópodos, que son muy largos y arqueados. Los gnatópodos, que ya antes referí, se abren llamativamente a ambos lados del cuerpo antes de orientarse hacia atrás, como se puede comprobar en las dos instantáneas de la foto 2. También se observan los largos endopoditos de los pereiópodos, así como los urópodos, que son tres pares de apéndices, en el extremo posterior del cuerpo. Cada urópodo está dotado de dos ramas distales, agudas y divergentes, cuyas siluetas recuerdan las colas en delta de las golondrinas y vencejos.

Pero, sin duda, lo más llamativo e inquietante de este animal es la visión frontal de su cabeza, lo que podríamos denominar, si se me permite hacerlo así, su cara, que es el motivo principal de la foto 1. Observando esa expresión, es difícil sustraerse a juzgar a estos animales de forma injusta, atribuyéndoles una malignidad que no poseen, a pesar de sus hábitos de vida, pues fácilmente estaríamos tentados a considerarlos crueles bajo el influjo de esa mirada.

Pero lo único cierto es que los Phronima sedentaria son unas criaturas magníficas, pese a su reducido tamaño (en torno a 3 centímetros de largo total).

Ojalá que este animalillo os haya resultado tan fascinante como a mí.

Un saludo.

Hábitat:
Planctónico, oceánico
Abundancia:
Un único ejemplar.
Comentarios:
Apareció de arribazón en la playa, arrojado por las olas a la orilla.
Fenología:
Adulto
Recolector:
Marcos Fernández Iglesias
Determinador:
Marcos Fernández Iglesias

Etiquetas

#invertebrados #naturaleza #fotografía

Datos de la fotografía

Autor: Marcos Fernández Iglesias

Fecha de realización: 22/12/2018

Fecha de publicación: 14/02/2019

Visitas: 2177

Comentarios: 0

Localización

España, Asturias, Castrillón, SALINAS (CASTRILLON), Playa de Salinas (43.58332,-5.94746)

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