Ocinebrina aciculata (1 de 3)

Descripción

Estas fotos que subo hoy corresponden a tres ejemplares de una especie de moluscos gasterópodos, Ocinebrina aciculata, cuyos animales vivos aún no teníamos documentada en la web, y que encontré el 27 de noviembre de 2016, en una cata que realicé a unos 40 metros de profundidad sobre un fondo bastante duro, a unos 500 metros al oeste del Freu da Porta -o canal de entrada entre las Islas Cíes del Sur (o de San Martiño) y del Faro-, frente a la Ría de Vigo (en el mapa doy la localización aproximada).

En la foto 1 se pueden ver los tres ejemplares juntos (una vez extraídos del agua y en un recipiente dispuesto al efecto), la foto 2 se compone de dos imágenes de uno de los individuos, mostrando el lado de su estoma o boca (imagen inferior) y el contrario (imagen superior), mientras que la foto 3 muestra, en una sucesión de imágenes, el momento en que otro de los individuos saca su cuerpo de la concha para hacer firme en el sustrato y voltearse para recuperar su posición normal (la acción tiene lugar en las imágenes ordenadas de arriba izquierda a arriba derecha y de abajo izquierda a abajo derecha).

En cuanto a las características principales de esta especie, en lo que se refiere a la concha, destaca su pequeño tamaño (creo que no supera ninguna de las tres que se ven en las fotos los 10 milímetros de alto, si bien he leído que pueden llegar a los 15 milímetros), su aspecto fusiforme pero relativamente ancho, su ápice puntiagudo, la existencia de un relativamente corto canal sifonal, apuntado y habitualmente cerrado (ver imagen inferior de la foto 2, por ejemplo), la sutura profunda entre las vueltas de espira, que resultan angulosas y convexas, con una escultura de aspecto desgastado y envejecido, compuesta por pocas y discretas costillas axiales que son cruzadas por encima por numerosos cordones espirales, algo escamosos y más evidentes que aquellas, en número de unos 16 en la última vuelta, dando al labio externo un aspecto suavemente aserrado por su cara externa y sólo ligeramente ondulado en correspondencia por su cara interna, su abertura (boca o estoma) ovalada y la superficie en general de las conchas muy recubierta de otros organismos que la incrustan, como Verruca stroemia. El color de las conchas va del amarillo pálido/blancuzco al pardo rojizo.

En cuanto al aspecto del cuerpo blando de estos animales vivos, resulta inconfundible y absolutamente diagnóstico, ya que es de color rojizo/anaranjado intenso, salpicado de pequeñas motas blancas en toda su superficie, salvo en la cara inferior del pie, que es más rosado y carece de dichas motas. De hecho, se vuelve crucial observar al animal vivo para diferenciar con seguridad a esta especie de la especie hermana Ocinebrina edwardsi, ya que las conchas pueden ser muy similares, prácticamente idénticas, pero el animal vivo de esta última especie es de color blanquecino (y no anaranjado/rojizo y moteado de blanco, como la especie que nos ocupa). El entronque hacia la parte interna del animal es claro, casi blanco. Los ojos, negros, se sitúan en los pedúnculos oculares, más o menos hacia su mitad, aunque más cerca de los agudos ápices que de las bases de dichos pedúnculos.

Para cerrar la concha, estos animales poseen un opérculo quitinoso y ovalado, más bien en forma de lágrima, que se puede observar, rojizo, en las tres primeras imágenes de la foto 3.

Con una amplia distribución en nuestras aguas, que abarca desde el Mediterráneo hasta las Islas Canarias, Azores o Gran Bretaña, esta especie acostumbra a vivir bajo piedras en aguas relativamente poco profundas, y sobre cascajo de conchas en fondos mayores. Frecuentemente, su concha se halla recubierta por la esponja Hymeniacidon perlevis, lo que sin duda contribuye a su cripticismo, dada la similar coloración de dicha esponja y la del cuerpo del molusco vivo.

Espero que os hayan resultado interesantes estos pequeños caracolillos marinos.

Un saludo.

Hábitat:

Submarino

Abundancia:

Tres ejemplares

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