Eumida sanguinea (2 de 3)

Descripción

Siguiendo con los filodócidos, subo hoy tres fotos de uno de los dos ejemplares de poliquetos de esta especie que encontré entre restos calcáreos (conchas y bálanos) subidos desde varias decenas de brazas de profundidad en las redes del consabido pesquero de A Guarda, el 9 de agosto de 2013 (la posición en el mapa la doy de forma aproximada).

Estos animales pertenecen a una especie que aún carece de ficha en la web y miden menos de 1 centímetro de largo.

En cuanto a su determinación, la llevé a cabo en parte gracias al volumen 25 del proyecto Fauna Ibérica, del CSIC (páginas 138 a 140), y que es el primero de los dedicados a los poliquetos y en parte a la descripción que de Eumida sanguinea se hace en la web del Marine Species Identification Portal.

Una de las características más llamativas de estos animales, y que me resultó decisiva para su determinación, es la presencia de una serie de líneas de color blanquecino iridiscente, como plateadas, que se disponen en puntos concretos de la anatomía de estos gusanos, concretamente una en la zona anterior del prostomio, otra en el segundo segmento tras la cabeza, en sentido transversal, otras más en algunos de los cirros tentaculares, y la más clara de todas: una larga línea longitudinal en el centro del dorso, que se extiende como poco desde la parte media del animal hasta su extremo posterior (foto 3). No se aprecian con la misma claridad estas líneas en los dos ejemplares capturados, pero sí están presentes en ambos.

Respecto de todas las características que se dan en el volumen 25 del proyecto Fauna Ibérica, mis especímenes sólo difieren en que tienen unas antenas frontales más largas (en el volumen referido se dice que son cortas, en torno a la mitad de la longitud del prostomio, mientras que las de mis ejemplares son bastante más largas, en torno a la misma longitud de dicho prostomio, como se aprecia bien en la foto 1).

El resto de los rasgos coinciden con los de los ejemplares que yo hallé: la forma general del cuerpo y sus partes principales (silueta alargada -foto 2-, prostomio también alargado, aunque de contornos curvos/ovalados, grandes ojos rojo oscuros en la zona posterior del prostomio…), la forma y longitud de los cirros dorsales y ventrales (entre ojivales/lanceolados y ovalados), así como su relación con la longitud y aspecto del lóbulo setígero, dotado de largas sedas compuestas, el número de segmentos corporales tras la cabeza (41-42 en mis ejemplares), la longitud que alcanzan los cirros tentaculares dorsales del segundo y tercer segmentos (en torno a los segmentos 8 y 10), y, en definitiva, el hecho de que existen sedas desde el segundo segmento tras el prostomio inclusive, característica ésta que diferencia ya de por sí de forma clara a estos animales de los del género Pterocirrus, en los que nunca hay sedas antes del tercer segmento, como muy pronto.

Un saludo.

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