Cuthona genovae (3 de 3)

Descripción

Estas fotos de hoy (que no son gran cosa técnica ni estéticamente, lo sé), espero que sirvan, al menos, para documentar una especie nueva y preciosa de nudibranquio para la web de asturnatura, y que, hasta donde he podido indagar, podría tratarse de una novedad corológica, al menos para Galicia.
.
Según el catálogo de opistobranquios del Instituto Español de Oceanografía del año 2004, fue citada ya para el este del Cantábrico y para el sudoeste peninsular, amén de para otros puntos de nuestra geografía, especialmente del Mediterráneo -de donde parece ser que proviene, y de ahí el nombre específico de “genovae”-. Sin embargo, en el cuadrante noroccidental de la península nunca había sido citada.

El catálogo referido identifica ese cuadrante noroccidental peninsular como el “área 2”, y comprende toda la costa de Galicia y el oeste de la de Asturias, hasta los 6º de longitud oeste.

Estuve mirando otras publicaciones posteriores, pero tampoco hallé ninguna referencia a que hubiese sido citada para esta zona. No obstante, supongo que precisaríamos de algún tipo de “confirmación oficial” para saberlo con certeza y poder dar la cita como novedad corológica…

En cualquier caso, el hallazgo de este ejemplar creo que tiene valor en sí mismo, ya que es una especie que nunca se prodiga, pues sus citas son escasas y referidas básicamente a ejemplares aislados. Puede ser que en ocasiones se haya podido confundir con Cuthona foliata, especie a la que se parece mucho, o que haya pasado desapercibida, otras veces, debido a su escaso tamaño -en torno a 6 milímetros-.

En cuanto a las diferencias con Cuthona foliata, la principal tiene que ver con esa mancha dorsal amarilla, dispuesta en sentido longitudinal, que parte del extremo anterior y que, pasando entre los rinóforos, acaba entre los primeros ceratos.

Otros rasgos diferenciales tienen que ver con la forma de los dientes de la rádula, y otros más con el aspecto y la densidad del moteado blanquecino existente en los ceratos y en el resto del cuerpo, y así:

En Cuthona foliata la extensión del moteado blanquecino es mayor en los ceratos que en el caso de Cuthona genovae, pero en cambio no es muy denso. Por su parte, Cuthona genovae presenta un moteado más denso que Cuthona foliata en el dorso y resto del cuerpo, aunque casi carece por completo de moteado en los ceratos (basta ver las fotos para darse cuenta de que C. genovae apenas tiene motas blanquecinas en los ceratos, pero en cambio, a nivel del dorso, presenta amplias manchas blancas, de un blanco denso y opaco).

Además, el número y disposición de líneas rojo/anaranjadas de la mitad anterior del cuerpo también varía entre una especie y la otra, pues tengo entendido que hay más de esas líneas en Cuthona genovae que en Cuthona foliata, especie ésta en la que suelen limitarse a las que discurren longitudinalmente en paralelo a ambos lados de la “cabeza”, desde el extremo anterior hasta la base de los rinóforos y desde ésta hasta la base del primer grupo de ceratos.

En cambio, en Cuthona genovae existen, además, una línea rojo/anaranjada transversal, que va desde la punta de un tentáculo oral a la punta del otro, otra línea similar que discurre por la zona inferior de los flancos de la cabeza, pegada al pie, y una serie de manchas rojizas que se unen en el centro del dorso, tras el corazón, entre las bases de los primeros y segundos grupos de ceratos de ambos lados.

También, la existencia de un anillo incompleto de color rojizo/anaranjado en cada cerato, en posición subterminal, parece ser una constante en Cuthona genovae que no se da, en cambio, en Cuthona foliata.

El color de fondo de los ceratos varía entre el amarillento y el castaño oscuro (como el de mi ejemplar), dependiendo de cuál sea el contenido de la glándula digestiva.

Como todo el género Cuthona, esta especie posee largos tentáculos orales (en esta especie, además, pigmentados intensamente de amarillo/anaranjado en la cara dorsal de sus extremos) y un par de rinóforos lisos (no lamelados), que también presentan anillos subterminales de color amarillo/anaranjado, siendo blanco opacos hacia la base. Por el contrario, carece, en cambio, de tentáculos propodiales. Estas dos últimas características resultan muy útiles a la hora de distinguir al género Cuthona de las especies del género Facelina, con las que externamente puede parecerse bastante, ya que las del género Facelina poseen rinóforos lamelados y tentáculos propodiales.

Encontré a este solitario ejemplar el pasado 22 de septiembre, en el interior de un bulbo de laminaria (Saccorhiza polyschides) que crecía a pocos centímetros bajo el agua, sobre el flotador de una batea de mejillón.

Un saludo.

Etiquetas