Arte Mozárabe

Durante el reinado de Alfonso III “El Magno”, las fronteras del Reino de Asturias se extienden hasta el Duero, aseguradas por una serie de fortificaciones como Oporto, Toro, Zamora Simancas, Dueñas ó Burgos. Esta ancha franja de tierra fue repoblada básicamente por gentes que, partiendo del norte superpoblado, buscaban nuevos espacios y por mozárabes que huían de los problemas, cada vez mayores, para los cristianos en Al Andalus. Dos grupos humanos con muchos puntos en común que crearían una nueva sociedad y una forma de expresión artística renovada, en la que se vuelve a utilizar el arco de herradura.

Se suele llamar “Arte Mozárabe” al conjunto de manifestaciones artísticas cristianas que se produjeron en Al Andalus y en el resto de la Península Ibérica entre principios del siglo X y mediados del XI, que incluyen arcos de herradura.

A partir de la segunda mitad del siglo IX se generaron, tanto en los territorios dominados por los árabes como en los reinos cristianos, las condiciones adecuadas para promover la emigración de amplios grupos de los cristianos que vivían en Al-Andalus, que eran llamados mozárabes, hacia los territorios cristianos en los que se integraron sin problemas, ya que tanto unos como otros habían mantenido el sustrato cultural visigodo y compartían religión, cultura, muchas de las costumbres e incluso una liturgia muy concreta y claramente diferenciada de las del resto del entorno europeo.

Estos nuevos pobladores se instalaron, junto con los habitantes de los antiguos territorios cristianos, en las nuevas tierras que se iban conquistando, fundamentalmente entre los montes cántabros y el Duero. En esta zona de frontera que, expuesta a continuas razias árabes, debía mantenerse en un perpetuo estado de alerta, fueron creando con el apoyo de la monarquía astur-leonesa nuevas villas y monasterios, en algunos casos sobre las ruinas de otros anteriores o sobre algunos de los antiguos eremitorios rupestres que existían desde la época visigoda.

El impulso creador de los mozárabes que, después de haber vivido siglo y medio bajo dominación árabe, conservaban su religión y cultura desde la época visigoda, unido al espíritu de reconquista y de deseo de promoción social que aportaban los cristianos que habían tenido que refugiarse en la cornisa cantábrica ante la conquista árabe, generó un nuevo movimiento artístico y cultural que potenciaba la herencia visigoda en todas las áreas de expresión y que se fue extendiendo desde esta zona de repoblación hacia todo el conjunto de los territorios españoles dominados por los cristianos.

Esta nueva situación generó un cambio radical, tanto en el espíritu como en las formas, respecto al periodo asturiano puesto que el desarrollo de las nuevas construcciones y del resto de actividades artísticas ya no estaba dirigido directamente, aunque sí apoyado, por el monarca lo que permitió recuperar la libertad de formas dentro del mismo espíritu ecléctico que había existido en la época visigoda con lo que volvemos a encontrar una gran variedad de estructuras en las que el único elemento realmente distintivo es nuevamente el arco de herradura, aunque ahora con una mayor libertad de formas. De la misma manera que en el periodo visigodo se fueron asimilando, sobre un substrato básicamente romano, la cultura visigoda y las distintas influencias que iban apareciendo como la norteafricana o la bizantina, en esta fase que se ha dado en llamar, no sin grandes controversias, “Arte Mozárabe” se incorporan a todo lo anterior algunos nuevos elementos aprendidos en Al-Andalus, como sus técnicas de cobertura, el alfiz o los modillones, enriqueciendo, pero sin modificarla sustancialmente, la herencia del siglo VII.

La escultura de esta fase es siempre plana, generalmente tallada a bisel, siguiendo la técnica de periodos anteriores y sus temas son habitualmente vegetales y geométricos, con muy pocos ejemplos de temas figurativos. Se suele situar principalmente en capiteles, en algunos casos como San Miguel de Escalada o San Cebrián de Mazote, de gran calidad. Mención aparte merece la decoración, generalmente a base de dibujos geométricos inscritos en lóbulos, de los modillones de piedra o madera que sostienen el alero del tejado en casi todas sus construcciones.

A la hora de analizar las características más importantes del llamado “Arte Mozárabe”, nos encontramos con que sólo existen tres particularidades básicas, una considerada como la más importante, que consiste en la utilización en todos los casos del arco de herradura, otra el hecho de que en casi todas las iglesias la puerta esté situada en un lateral, y la tercera, que como explicaremos nos parece mucho mas trascendental, es la no existencia de ninguna otra característica común.

En efecto, en las construcciones cristianas de este periodo, generalmente iglesias, desde el punto de vista de su estructura nos encontramos con cualquier tipo de formas tanto de sus plantas como de los alzados. Existen tipos basilicales, de una, dos y tres naves, que en algunos casos son continuas y de la misma altura pero en otros están divididas generalmente en tres tramos muy diferenciados tanto interior como exteriormente; iglesias cruciformes o seudocruciformes e incluso, como sucede en San Baudelio de Berlanga, en forma de cubo, con un ábside y doble planta en su interior. Se encuentran iglesias de uno, dos, y tres ábsides y algunas veces con ábsides contrapuestos. En cuanto a su forma de cobertura las hay totalmente abovedadas, en general con técnicas muy depuradas importadas del arte árabe y otras con techos planos de madera; sucede lo mismo respecto al material utilizado, lo hay de todos los tipos, desde la más pobre mampostería hasta construcciones en sillares perfectamente labrados. La forma de decoración es también muy variada aunque en algunos casos se pueden encontrar líneas comunes, como los grandes modillones decorados en piedra o madera, algunos conjuntos de capiteles o los casos en los que se han encontrado pinturas murales con posibles semejanzas, detalles que no nos parecen suficientes para definir un estilo.


Fuente: Turismo prerrománico

Mapa del Mozárabe


 
 

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