Meloe proscarabaeus Linnaeus, 1758

Aceitera

Clasificación

Dominio Eukarya, Supergrupo Amorphea, Filum Arthropoda, Subfilum Hexapoda, Clase Insecta, Orden Coleoptera, Suborden Polyphaga, Superfamilia Tenebrionoidea, Familia Meloidae, Género Meloe

* Clasificación taxonómica en revisión para adaptarla a las categorías actuales. Consulta la bibliografía para más información sobre las categorías taxonómicas empleadas.

Nombres vernáculos

Español: Aceitera, carraleja. Inglés: Oil beetle. Francés: Méloé printanier.

Nomenclatura


Publicación original
Meloe proscarabaeus Linnaeus, 1758. Syst. Nat. 1: 419 [Ver pdf]
Ind. loc.
Habitat in apricis campis, edit Ranunculos, Veratrum; vernalis.

Descripción de Meloe proscarabaeus

La aceitera es un escarabajo de color negro violáceo que alcanza los 2.5 cm de longitud las hembras, mientras que los machos apenas llegan al centímetro. Tiene los élitros cortos y separados, lo que deja al descubierto la mayor parte del abdomen.

Fotografías de Meloe proscarabaeus

Hábitat y ecología de Meloe proscarabaeus

El ciclo vital de este escarabajo es realmente curioso. La hembra deposita los huevos en el suelo, y al nacer, las larvas suben a una planta con flores que son a menudo visitadas por las abejas; cuando una llega, se agarran fuertemente con sus garras y no se sueltan hasta que están en la colmena. En ella, la larva de la aceitera se alimentará de los huevos, polen y néctar de las abejas; pupa en la colmena y al madurar la abandona. En 1851, Boitard comenta lo siguiente sobre la aceitera:

Vemos al proscarabeo arrastrarse con pesadez en los terrenos labrados y en los prados, donde se alimenta de yerbas y de hojas de plantas no muy altas. El aceite espeso y amarillento que trasuda de las articulaciones de sus muslos, le sirve como medio de defensa con respecto a otros animales, especialmente, insectos; pero el hombre le atribuye virtudes medicinales; de modo que lo mismo que la naturaleza dio al proscarabeo para librarse de sus enemigos le atrae su propia destrucción. Antiguamente fue preconizado para los casos de hidropesía, así como para la peste, y además se ha hecho del mismo un cosmético para corregir las grietas del cutis. Últimamente se ha propuesto como preservativo de la hidrofobia, enfermedad de las más terribles que afligen a la humanidad. El gran Federico compró por la suma de 500 escudos a un silesiano un remedio, que este daba por infalible en caso de mordeduras de perros rabiosos, siendo la base principal de dicho remedio el aceite del proscarabeo. La receta vio la luz pública en los periódicos; pero por desgracia la experiencia no ha confirmado la fama que dieran a dicho aceite la ignorancia o la mala fe.

El célebre naturalista de Geer, observó que la hembra pone en el suelo una infinidad de huevos amontonados; de los que salen unas larvas con seis patas, y dos filamentos en la extremidad posterior del cuerpo: estas se ponen en contacto con las moscas y les chupan la sangre. Varios naturalistas se negaron a creer que estas larvas fuesen parásitas; sin embargo, las observaciones auténticas de Lepelletier, Saint-Fargeau y Serville, quienes aislaron algunas hembras del proscarabeo, y obtuvieron de ellas larvas idénticas a las descritas por de Geer, no dejan duda de que estas larvas sean las del meloe Véase lo que condujo al célebre naturalista sueco por la senda de dicho descubrimiento. Había encerrado en una salvadera una hembra de proscarabeo, la cual pronto puso un gran montón de huevecillos oblongos y de color anaranjado-claro; aplicados los unos encima de los otros, pero sin estar pegados, formaban juntos una masa del tamaño de una avellana. Algún tiempo antes de nacer, halló por acaso ciertas larvas pequeñísimas encima del cuerpo de unas moscas velludas, de dos alas, semejantes a abejarrones y pertenecientes al género sirfo. Dichas larvas estaban pegadas a la cara inferior del coselete de la mosca, fuertemente agarradas con los garfios de las patas: observolas, y trazó su esmerada y detenida descripción. No tardaron en nacer los huevos del proscarabeo; y con gran sorpresa del naturalista de Geers, salieron unos gusanos del todo idénticos a los que había hallado en el cuerpo de las moscas. Entonces puso dos moscas domésticas en la salvadera donde guardaba dichas larvas; y en efecto, apenas pasó por donde estas se hallaban una de las moscas, se le pegaron debajo del coselete y no la abandonaron más; puso luego una mosca velluda y en menos de media hora se le cogieron debajo del cuerpo una multitud de larvas, colocándose bajo del coselete, de una parte del abdomen y sobre todo al rededor de las articulaciones de las patas, tan acumuladamente, que fue imposible calcular su número. «Fácilmente se concibe, dice de Geer, que una mosca sobrecargada con tal número de enemigos no debía hallarse muy a sus anchas; así fue que no perdonó esfuerzo a fin de sacudírselos, frotando continuamente las patas, ora al cuerpo, ora unas con otras; pero todo en vano, pues ni una sola larva quiso soltar la presa. No sin motivo habían elegido estas la cara inferior del coselete para adherirse a ella; pues en ningún punto hubieran estado tan seguras y fuera del alcance de las patas. Desde que murió la mosca, es decir, al cabo de tres días, abandonaron su cuerpo las larvas, sin duda porque no podían alimentarse; por lo que tuve cuidado durante algunos días de proporcionarles moscas, a las cuales no dejaron de adherirse desde luego. Admira la destreza con que estas larvas se pegan a la mosca. Cuando pasa por cerca de ellas siempre hay algunas prontas a cogérsele primero a una pata o a una ala; conseguido esto, ya no la sueltan, y al fin llegan al punto de elección.» No habiendo notado de Geer cambio alguno sensible en el crecimiento de estas larvas, dejó de procurarles moscas, y por consiguiente murieron unas tras otras.

Distribución de Meloe proscarabaeus

Curiosidades

Muchas especies de la familia contienen una sustancia, la cantaridina, que exudan con la hemolinfa cuando son molestados, de ahí su nombre de aceiteras. La manipulación del escarabajo puede irritar la piel y formar vesículas dolorosas que pueden persistir varias semanas e incluso conjuntivitis si se llevan las manos a los ojos. La ingesta de cantárida provoca molestias urinarias que van acompañadas de priapismo, por lo que el polvo resultante de secar y moler estos escarabajos hizo que se usara de afrodisiaco y remedio contra la impotencia hasta el siglo XVII, cuando dejo de emplearse debido a la gran cantidad de muertes por sobredosis que provocaba.

Glosario de términos

Abdomen
En los artrópodos parte posterior del cuerpo que está formada por 6 segmentos.

Bibliografía y más información

Guía de campo

Artículo científico

Categorías

Citar como

MENÉNDEZ VALDERREY, Juan Luis. Meloe proscarabaeus. En asturnatura.com [en línea] Num. 227, 18/05/2009 [consultado el 10/4/2024]. Disponible en asturnatura.com.
ISSN 1887-5068

Especie añadida el 18-04-2009
Descripción creada el 18-05-2009
Última modificación el 18-05-2009

Top