Palacio Arzobispal de Santiago de Compostela

Palacio Arzobispal de Santiago de Compostela El palacio de Gelmírez o pazo de Xelmírez es el antiguo palacio episcopal de la Catedral de Santiago de Compostela, situado en el lado norte de la catedral hacia la plaza del Obradoiro. Fue construido por Diego Gelmírez, arzobispo de Santiago entre 1120 y 1136, aunque del edificio original sólo se conservan las puertas de comunicación con la basílica: la puerta de Gramáticos, la puerta de la Torre y la puerta de la tribuna.

El edificio está alineado con la fachada occidental románica de la catedral, con tres plantas y acceso desde la plaza del Obradoiro. Traspasado este acceso se puede ver el pórtico románico original, oculto ahora tras la nueva fachada del siglo XVIII. En la planta baja está la Sala de Armas, con el vestíbulo a un lado (contiguo a la torre de la catedral) y el arco del palacio al norte; esta sala está dividida por columnas compuestas por cuatro más delgadas en dos naves con cinco tramos, y con bóvedas de arista.

El patio que sigue conduce a las escaleras por las que se sube al Salón de Ceremonias o Sinodial, construido entre 1253 y 1266 por el maestro Pedro Boneth sobre la sala de armas y el arco de palacio. Se trata de un amplio salón diáfano, de planta rectangular (de 32 x 8,40 metros), dividido en seis tramos rebajados, con bóvedas de crucería tripartita. Unos arcos fajones cargan sobre los nervios de las bóvedas y canecillos, de gran importancia, embutidos en los muros laterales. Son todas historiadas y una variada y rica decoración aumenta de forma progresiva desde los tramos del sur hacia los del norte. Representan un banquete con la asistencia de reyes, nobles y clérigos, acompañados de músicos y en las claves de los últimos tramos del sur se incluyen, en medio del follaje, sus respectivos ángeles que sostienen en sus manos un llameante disco solar y un creciente lunar (temas apocalípticos a los que también recurrió el maestro Mateo en la cripta y el arco exterior del inmediato Pórtico de la Gloria). Los distintos autores asumen que se trate de las bodas de Afonso IX y doña Berenguela; para otros representarían la peregrinación de Fernando III el Santo y su esposa, Beatriz de Suabia. En los capiteles se representan los comensales comiendo una empanada. Este elegante salón comedor es la obra civil gótica más acabada que se conserva en Galicia.

Otras estancias sobresalientes son la cocina medieval, una sala de guarda e la sala del arzobispo Manrique (del século XVI).

Desde los corredores del palacio se pueden ver partes de la fachada norte de la catedral, en la que merecen especial atención algunos de los canecillos románicos.

El recorrido de los capiteles del refectorio se inicia por el situado en el centro del ábside norte en el que se ve una figura de pie, con las manos extendidas en gesto de oración, vestido con amplios ropajes. Se cree que representa un sacerdote. Lo flanquean dos sirvientes vestidos con túnica corta: el de la izquierda sujeta una vasija, en parte velada por un paño que le cae desde el hombro; el de la derecha carga una especie de sopera. Los tres están calzados, son lampiños y tienen el cabello corto.

El del muro occidental, más cerca del ábside, muestra un personaje sentado a la mesa, cubierta por un mantel, que es atendido por cuatro sirvientes: uno destapa una especie de sopera que sostienen por la base el señor y el criado; al otro lado de la mesa un nuevo doméstico parece cortar una hogaza de pan. En las partes laterales del canecillo, de menor vuelo que el central, se labraron dos criados de rodillas: el de la izquierda lleva una sopera mayor que la anterior; el otro, con las manos veladas, presenta una empanada, a juzgar por la ornamentación de su parte superior. El canecillo ubicado enfrente, quizás obra del mismo artista, es el único del salón que repite la empanada con la misma ornamentación, al destapar la sopera, y a un sirviente con panes; también la mesa y mantel que la cubre son análogos.

En el segundo el comensal se está lavando las manos. Un sirviente maneja una hermosa jarra; otro, descabezado, le ofrece una toalla que extiende sobre la mesa. En los extremos, otros dos criados de rodillas llevan unas soperas como las anteriores, al tiempo que su atuendo, cabello y falta de barba también coincide con el aspecto de los primeros sirvientes. La repisa ubicada enfrente presenta músicos.

En el tercer canecillo cabia la temática, la disposición y el autor. En el centro, dos figuras sentadas tocan un organistrum; los bordes de sus ropas están ornamentados y ciñen sus cabezas coronas con gemas. A la izquierda un nuevo músico toca una fídula oval que apoya en sus piernas; al de la derecha le faltan los brazos; ambos están cobijados por arcos, disposición que se repite en el canecillo que forma pareja con él, siendo los únicos que presentan tal disposición. El siguiente del lado occidental se decora con tres ángeles de alas desplegadas y cabezas aureoladas que extienden unos letreros con epígrafes diferentes. Según López Ferreiro, en una lee: «VIR FIDELIS/ CORONABITVR IN CELIS» (el varón fiel será coronado en el cielo), en otra: «QVOT TIBI NON VIS FIERI/ ALTERI NE FACIAS» (lo que no quieras para ti, no se lo hagas a otro); finalmente, de la tercera inscripción Ferreiro dice: «está tan gastada, que apenas puede leerse». Las ropas de los ángeles tienen los bordes ornamentados, el situado a la izquierda bosqueja una leve sonrisa, y su cabello es rizado.

En el quinto vuelven a representarse escenas de un banquete. Una pareja coronada está sentada a una mesa de la que asoman sus zapatos, se cogen de la mano y mientras el personaje de la derecha toma un pan, su compañero tiene delante un plato con viandas y doblaba un brazo, hoy mutilado, sobre el pecho. A su lado, en el extremo del canecillo, un ángel lector apoya un libro abierto sobre sus rodillas; en el otro lado, un soldado con barba, vestido con cota de malla y casco en la cabeza, se protege el pecho con un escudo y se defiende con una espada, rota, que clavó en un cuadrúpedo, posiblemente un oso, con el que combate. La bestia se apoya sobre sus patas traseras y tiene una de las delanteras en el escudo del guerrero.

Los del muro oriental presentan, de sur a norte, los siguientes temas: en el primero aparece en el centro un personaje coronado y con una barba rizada, única figura que junto el soldado de la repisa de enfrente la luce, que sujeta con su mano izquierda una redoma cuya barriga toca con la diestra. Porta una túnica y manto abotonada con una fídula sobre su hombro derecho. Quizás podría representar un rey, a juzgar por la corona que ciñe su cabeza. A los lados, sus respectivos músicos, también coronados, aunque imberbes y sin manto. Los músicos con diferentes instrumentos se repiten en los tres canecillos siguientes; así en el segundo se ven cuatro músicos sentados, los del centro, con coronas en sus cabezas, llevan fídulas entalladas; los de los lados sujetan una viola vertical que los musicólogos la describen cómo «uno de los instrumentos más misteriosos del palacio de Gelmírez» y quizás una cítara, que, como el anterior, parece que surgió en el siglo XIII, por lo que tendría aquí una representación temprana.

En el siguiente se reitera la pareja sentada y coronada, aunque ahora sin instrumento musical en sus manos. El de la izquierda tiene roto un brazo y con la mano derecha sostiene un largo puñal o espada corta desenvainada cuya punta apoya sobre el pecho; su compañero, también mutilado, probablemente sujetaba un puñal y descansa la otra mano sobre la rodilla. A los lados se encuentran un sirviente sentado en una silla baja con los pies cruzados, con un objeto circular en sus manos, jalonado y con botón en su parte superior; al otro lado un músico, también sentado y con las piernas cruzadas, agarra en sus manos una nueva cítara.

En el penúltimo canecillo del muro oriental se representan tres músicos de pie, calzados y con túnicas hasta media pierna. El del centro cubre su cabeza con un gorro y lleva una arpa; otro, una fídula; finalmente el tercero, sopla en una flauta doble, instrumento que se ve en la puerta principal del monasterio de San Lorenzo de Carboeiro y en los Ancianos del Pórtico del Paraíso en la catedral de Orense. El último canecillo vuelve a presentar unos comensales semejantes a los del situado enfrente; uno de los sirvientes sostiene con las manos una pila de cuatro panes; el otro, sujeta un cántaro y se disponen a servir la bebida.

Es evidente a formación de los autores de estas piezas en el taller del maestro Mateo, tanto por los motivos decorativos como en la manera de esculpir las imágenes. Muestran, por lo tanto, una gran semejanza con los elementos del desaparecido claustro medieval de la catedral compostelana, de la portada de la capilla de la Corticela y el claustro de la Colegiata de Santa Maria del Sar.

Fotografías de Palacio Arzobispal de Santiago de Compostela

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Glosario de términos

Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Canecillo
Adorno saliente que sirve para sostener alguna pequeña cornisa, busto, balcón etc. Suelen estar decorados con figuras diversas o motivos geométricos.
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Capitel
Parte superior de una columna, compuesta de molduras y otros elementos decorativos. Elemento colocado sobre el fuste de una columna que sostiene directamente el arquitrabe, arco etc. Los capiteles pueden ser vegetales, historiados (con historias), figurados (con personajes), antropomorfos (se reconocen figuras humanas), zoomórficos (animales conocidos) y fantásticos (animales no existentes). La voz proviene del latín capitellum diminutivo de caput (cabeza)
Claustro
Galeria cubierta alrededor de un patio generalmente cuadrangular y separada de él por columnas o arquerias. Suele estar adyacente a la iglesia y formando parte de un complejo mayor (catedral, monasterio etc.). Su etimologia procede de claustrum = cerrado.
Clave
Dóvela central de un arco o pieza central de una bóveda.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Cripta
Parte subterránea de una iglesia.
Cubierta
En general, sistema de cierre de la parte superior de una construcción.
Escalera
Construcción diseñada para comunicar varios espacios situados a diferentes alturas. Partes de una escalera
Monasterio
Conjunto de edificios donde se agrupan los monjes para vivir en comunidad. Voz proveniente del latín monasterium y este a su vez del griego monastérion
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Portada
Puerta ornamentada o decorada.
Refectorio
Comedor común en un convento. Voz proveniente del latín refectorium de refectus, refección o alimento.
Tribuna
Galeria sobre la nave lateral de un templo donde pueden alojarse los fieles
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