Necrópolis de El Monte Areo

Necrópolis de El Monte Areo

Areo

La necrópolis de El Monte Areo es una extensa necrópolis que cumple el papel de un complejo funerario múltiple, reuniendo sobre un eje de poco más de cuatro kilómetros, distintos agrupamientos de tumbas, verosímilmente correspondientes a comunidades prehistórica diferentes, localizables tanto al N. como al S. de la sierra, disponiendo seguramente de territorios de hábitat y de aprovechamiento económico establecidos con cierta precisión. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural en el BOE 272 de 14/11/1995

El entorno

Desde el punto de vista físico, el Monte Areo se erige como el accidente orográfico más acusado de la región de Peñas extendido desde el río Tabaza hasta el comienzo de la ría de Aboño, con una longitud de siete kilómetros, entre los concejos de Carreño y Gijón.

En el Monte Areo un relieve estrecho y alargado que en dirección O.SO-NE.E se extiende por los concejos de Careño, especialmente, y Gijón, finalizando al NE. en Campa Torres, en aguas del mar Cantábrico. Actúa como una aparente barrera de separación entre las tierras de suave topografía de la región costera de Peñas, al N., y la cuenca sedimentaria central asturiana, al S. Esta posición destacada permite que se vea la sierra desde puntos diversos, ofreciéndose como una referencia espacial de primer orden. En su conformación son también determinantes la baja altitud y el aplanamiento (en realidad son viejas plataformas marinas), dispuesto su lomo, sumariamente, en dos escalones que se suceden en torno a los 150 metros y 250 metros de altitud. La elevación sobre las áreas bajas que domina es discreta: 175 metros en el N. y, algo más acentuada, 200 metros en el S., pero suficiente para erigirse como un espléndido mirador, tanto hacia la región de Peñas, con el océano al fondo, como sobre extensos sectores de la cuenca central. Pese a esta situación de dominio, las tierras bajas están próximas y el tiempo de desplazamiento desde las mismas hasta los dólmenes y túmulos resulta breve. Esta última nota delata la perceptible cercanía entre el espacio vital y el funerario.

Necrópolis

El Monte Areo fue, durante la Prehistoria reciente, un importante territorio funerario para las sociedades neolíticas instaladas en el segmento territorial que abarca la región de Peñas y parte de la cuenca central asturiana.

Del uso funerario y ceremonial de este Monte se identifican todavía una treintena de monumentos tumulares en grado distinto de conservación, si bien describiendo un ámbito monumental organizado en necrópolis de dos o tres de tales túmulos, localizado perfectamente en las parroquias de El Valle y Guimarán, ambas en el concejo de Carreño. Globalmente la dispersión tumular se extiende en un eje de 4.300 metros desde el conjunto de El Llano, el más occidental, hasta los túmulos números XVIII y XIX, en el oriental (véase mapa de la necrópolis en la documentación anexa).

Hasta el momento fueron analizadas y debidamente estudiadas en varias excavaciones arqueológicas cinco de esas arquitecturas que, en conjunto, ofrecen el panorama arqueológico más completo del fenómeno megalítico en el territorio asturiano. Gracias a dichas excavaciones se conoce bien la composición de dos de esos conjuntos funerarios, los que fueron denominados como Les Huelgues de San Pablo (Guimarán) y El Llano (El Valle).

Del análisis de los monumentos y de sus contenidos instrumentales (ofrendas mortuorias) podemos inferir conductas distintas que acaso señalen también tiempos diferentes en el uso funerario del Monte. En tal supuesto, los monumentos de Les Huelgues de San Pablo podrían corresponder a un momento más antiguo o arcaizante que los sepulcros erigidos en El Llano.

Tanto la información arqueológica con sus sistemas propios de aproximación cronológica, como la proviniente del método del C-14, permite afirmar que, al menos, el tiempo de vigencia de la necrópolis del Monte Areo, en El Llano y Les Huelgues de San Pablo, se establece entre los últimos siglos del IV y comienzos del III milenio antes de Cristo.

Tipología

Los monumentos investigados procuran, además, una curiosa variedad tipológica que se ajusta a la cada más perceptible aceptación de la diversidad y riqueza formal en arquitecturas y procedimientos rituales integrantes del mundo funerario neolítico. Las formas reconocidas se pueden ordenar sumariamente:
  1. Dólmenes típicos simples de túmulo bien construido, recubierto por una coraza pétrea y acogiendo en su interior cámaras cuadrangulares, cerradas, de cubierta monolítica.
  2. Dólmenes de vestíbulo y cámara alta, con una altura interior del ámbito específicamente sepulcral, próxima a los dos metros.
  3. Túmulos sin definición cameral precisa pero de considerable entidad monumental (hasta 20 metros de diámetro).


El conjunto de ofrenda que constituyen los ajuares funerarios, desde las hachas pulimentadas hasta las numerosas lámina de sílex, las puntas de flecha o ciertos objetos de adorno o suntuarios, en azabache o cristal de roca, expresa las directrices técnicas y culturales de las poblaciones neolíticas, así como fenómenos de gran interés como la selección-importación de manufacturas, formas remotas de comercio, etc.

Esta extensa necrópolis cumple, en fin, el papel de un complejo funerario múltiple, reuniendo sobre un eje de poco más de cuatro kilómetros, distintos agrupamientos de tumbas, verosímilmente correspondientes a comunidades prehistórica diferentes, localizables tanto al N. como al S. de la sierra, disponiendo seguramente de territorios de hábitat y de aprovechamiento económico establecidos con cierta precisión.

Dólmenes

El Areo alberga la necrópolis tumular más importante del Norte de España. Un túmulo es un monumento funerario prehistórico formado en general por un montículo en cuyo interior aparece una cámara donde se deposita el cadáver. Esta última estructura se llama dolmen y está formada por bloques de piedra colocados verticalmente con otra piedra que sirve de tapa o cobertera. Estos dólmenes de Monte Areo, de hace aproximadamente 5.000 años, fueron desde siempre y como era habitual en toda Asturias, brutal e inútilmente saqueados por pseudoarqueólogos sin conocimientos y muchas veces siguiendo leyendas sobre tesoros escondidos del tiempo de los moros.

Más de treinta dólmenes están repartidos por la planicie llamada así precisamente los Llanos, este apelativo le sobreviene por tratarse de una gran llanura en la que se pensó instalar el primer aeropuerto de Asturias.

Desde 1991-1997, la Universidad de Oviedo realizó estudios arqueológicos dirigidos por el profesor Miguel Ángel de Blas Cortina. En el año 2000 se firmó un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Gijón, la Mancomunidad Cabo Peñas ( que integra a el Ayuntamiento de Carreño y el limítrofe de Gozón), y la Universidad de Oviedo, en el marco de dicho convenio en el año 2001 se elabora el Plan director para la promoción cultural del Monte Areo. La dirección científica del mismo fue desarrollada por Miguel Ángel de Blas, y en la labor de coordinación intervinieron, Ángel Villa Valdés, Carmen Suárez López, el inventario arqueológico fue realizado por Otilia Requejo Pagés, y Cristina Arca, el patrimonio etnográfico, es obra de Juaco López Álvarez, el Patrimonio artístico fue analizado por Vidal de la Madrid Álvarez, y el estudio botánico por Vicente Rozas Ortiz.

Tomando como referencia este Plan Director el Ayuntamiento ha desarrollado y desarrolla diferentes Talleres de Empleo encaminados a la ejecución de dichas recomendaciones Parque Monte Areo I, dirigido por Esperanza Ibañez "Parque Monte Areo II", dirigido por Valentín Salvadores Rubio y Parque Monte Areo III, dirigido por Javier González Fanjul. Todos estos Talleres fueron promovidos por el Ayuntamiento de Carreño y el Principado de Asturias, a través de la Dirección General de Formación, para la ejecución de las actuaciones previstas en el Plan Director para la Promoción Cultural del Monte Areo.

En la actualidad dos son las áreas dolménicas que pueden ser visitadas Cierru Los Llanos, en la parroquia del Valle y Les Huelgues de San Pablo en Guimarán, aunque son más de treinta las construcciones prehistóricas identificadas.

Área Dolménica Cierru Los Llanos

Es un túmulo de unos 340 metros cuadrados de superficie circular, construido con capas de tierra envolviendo una cámara sepulcral de bastante altura, en torno a dos metros en su interior, edificada con las grandes lastras (la del techo pesa 2.900 kilos) de roca cuarcítica, normalmente muy alterada, extraídas de los crestones que emergen en los rebordes superiores de la sierra. Compone la cámara un modelo de dolmen ya evolucionado: a esa cavidad sepulcral se podía acceder a través de un pequeño pórtico o vestíbulo cuya entrada se abría a levante.

Este Dolmen, identificado por el equipo de arqueólogos de la Universidad de Oviedo como Monte Areo XV, señala el apogeo de lo megalítico, lo dolménico, en la comarca costera central de Asturias, tiempo fechable en torno al 3.000 a.c.

Tipológicamente es un dolmen clásico, provisto de un corto corredor o pórtico. Este rasgo estructural es frecuente en otras regiones megalíticas próximas: Galicia o Submeseta norte, es por el momento raro en todo el extenso territorio del Cantábrico que media entre las cuencas de los ríos Eo y Bidasoa.

En este dolmen se hallaron entre otras una pieza de azabache (oliveta) perforada, varias láminas de sílex (la pieza mayor mide 120 mm de longitud), puntas de flecha de sílex, y cuarzo, y un ejemplar de cuarzo filoniano de buen tamaño y gran limpidez.

Los accesos a este túmulo son varios, pero más fácil es el que se detalla a continuación: carretera CE-6 Pervera-Ambás a la altura de la parroquia de El Valle, en el barrio Fancornio tomar desvío a la izquierda, hay una señal que indica pista de Aeromodelismo. Por esta subida encontraremos en el margen izquierdo el mirador natural de la Peña el Carro. Se continúa por la misma pista hasta llegar a un cruce de caminos. Si se continúa de frente en el margen derecho encontraremos el dolmen. Por contra si torcemos a la izquierda hallaremos el Área Recreativa y la Pista de Aeromodelismo.

Área Dolménica Les Huelgues de San Pablo

Es según de Blas Cortina el túmulo mejor conservado de todos los que integran la estación prehistórica, constituye un ejemplo clásico de dolmen simple o, mejor, dicho de los que se denomina cofre megalítico. Su cámara sepulcral se ofrece, en efecto, como un gran cajón formado por gruesas lastras de cuarcita, con una única tapa de la misma roca.

Una vez construida la cámara fue envuelta lateralmente por una masa ordenada de bloques de piedra.

Las fases subsiguientes atendieron al recubrimiento de la tumba con potentes capas de sedimento, alternadas y fortalecidas por otras capas, asentadas, de piedras de buen tamaño. El túmulo así construido quedaba delimitado perimetralmente por un anillo también de bloques. Su sólida construcción favoreció su perennidad.

Este dolmen se identifica por el equipo de arqueología de la Universidad de Oviedo como Monte Areo VI.

Los instrumentos hallados en este túmulo no reflejan una fase megalítica avanzada: un raspador, una pequeña azuela de fibrolita, lascas...

En cuanto a su ubicación: Varios son los senderos que nos llevan a este dolmen, quizás el que menor riesgo de perdida entraña es por la carretera CE-6, a la altura de la parroquia de Guimarán, en el Bº de Cespedera, tomar el desvío conocido como Subida a San Pablo (siguiendo el Camino de Santiago). Al final de la subida continuar por la pista en dirección al picadero de caballos y tomar el desvío a la izquierda. El túmulo se encuentra en el margen derecho de la calzada.

Delimitación

El área comprendida dentro de una línea, que partiendo del punto A (coordenadas U.T.M.: X = 274.610, Y = 4.831.500, Z = 261), del plano que se adjunta, continúa en línea recta hasta el punto B (coordenadas U.T.M.: X = 274.470, Y = 4.831.820, Z = 250), para, desde este punto, seguir por la curva de nivel 250 hasta el punto C (coordenadas U.T.M.: X = 275.250, Y = 4.832.455, Z = 250), de donde parte en línea recta hasta el punto D (coordenadas U.T.M.: X = 275.650, Y = 4.824.250, Z = 150) y desde aquí sigue la curva del nivel 150 hasta el punto E (coordenadas U.T.M.: X = 278.170, Y = 4.824.690, Z = 150), continuando en línea recta hasta el punto F (coordenadas U.T.M.: X = 278.880, Y = 4.824.690, Z = 150), para desde este punto, seguir por la curva del nivel 150 hasta el punto G (coordenadas U.T.M.: X= 278.880, Y = 4.824.690 (Gijón), Z = 150), de donde parte una línea recta hasta el punto H (coordenadas U.T.M.: X = 279.120, Y = 4.824.370, Z = 150), y desde aquí, continúa por la curva de nivel 150 hasta el punto I (coordenadas U.T.M.: X = 278.170, Y = 4.824.200, Z = 150), desde este punto, sigue la línea marcada por el límite de los concejos de Carreño y Gijón hasta el punto J (coordenadas U.T.M.: X = 275.120, Y = 4.831.690, Z = 260); desde aquí mantiene el trazado del camino hasta el cruce de caminos, donde se sitúa el punto K (coordenadas U.T.M.: X = 275.060, Y = 4.831.290, Z = 260), y desde este punto, continúa por el camino para enlazar con el punto A.

Flora de Necrópolis de El Monte Areo

La necrópolis se encuentra rodeada de amplias plantaciones de eucaliptos (Eucaliptus globulus).

Fuente y bibliografía:
Wikipedia

Fotografías de Necrópolis de El Monte Areo

Dispones de 3 fotografías de Necrópolis de El Monte Areo

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