Museo diocesano y catedralicio de Valladolid

Museo diocesano y catedralicio de Valladolid El museo catedralicio de Valladolid fue inaugurado en 1965 y se emplaza en los restos arquitectónicos restaurados de la segunda colegiata medieval que en su tiempo fue la Catedral de Valladolid, erigida por el Conde Ansúrez. El museo ocupa un conjunto de capillas funerarias, adosadas a la Colegiata del siglo XIII y que fueron modificadas en las reformas del gótico del siglo XIV.

La iniciativa se debe al que fue entonces Arzobispo de Valladolid, D. José García Goldáraz, que seleccionó esculturas, pinturas, orfebrería, marfiles, ornamentos y demás obras procedentes en su mayoría del tesoro catedralicio y de parroquias extinguidas de la Diócesis.

En la actualidad posee más de 450 piezas entre pintura, escultura policromada, orfebrería y marfiles. Destacan, por su calidad y por ser representativas del arte del Barroco español, las obras del Ecce Homo de Gregorio Fernández y la Custodia de Juan de Arfe.

La Capilla de San Lorenzo es de las más amplias del conjunto y también de las más espectaculares, gracias a su arquitectura, basada en un espacio rectangular cubierto por dos cúpulas mudéjares. A partir de mensulones parten arcos apuntados tipo diafragma que ayudan a soportar dichas cúpulas con yeserías mudéjares de gran belleza. Una de ellas es de perfil circular y la otra octogonal. La decoración es prácticamente idéntica, aunque adaptada las diferentes formas geométricas. Se basa en escudos de Castilla y León y de la Orden de Canónigos Regulares de San Agustín. Los muros perimetrales de la Capilla de San Lorenzo están completamente horadados por arcosolios apuntados de uso funerario. Estos monumentales rebajes de los muros se emplean actualmente con fines museísticos para exponer una amplísima e interesante colección de imaginería religiosa que abarcan desde los últimos siglos de la Edad Media a los primeros de la Modernidad. En ella se exhiben piezas como los sepulcros del siglo XIII, procedentes del monasterio bernardo de Palazuelos, varias esculturas de Alejo de Vahía, un retablo de la Piedad, original de Francisco Giralte y una terracota de tema similar modelada por el escultor de origen francés Juan de Juni a quien también corresponde el busto del Ecce Homo. Otra obra destacable es el relieve policromado del Llanto sobre Cristo Muerto de Isidro de Villoldo. En esta sala se encuentran asimismo el grupo de San Martín con el pobre, obra de Gregorio Fernández, siendo esta su primera obra conocida y la Magdalena realizada por Pedro de Ávila.

Desde un lateral de la capilla de San Lorenzo se accede a la Sala Capitular. Fue construida en el siglo XVII, usando parte de una crujía del claustro colegial. Se cubre con bóveda de cañón con lunetos y yeserías. Posee una sillería barroca de Felipe de Espinabete, tallada en 1764 para el coro alto la iglesia del monasterio de San Benito el Real de Valladolid y trasladada a la Catedral en 1867. Además, contiene varias pinturas, y esculturas, dos de ellas traídas de San Pablo de la Moraleja. Destaca en ella el Apostolado que se encuentra en sus muros, obra del conquense Cristóbal García Salmerón y, en el centro de la sala en una hurna de cristal, el Ecce-Homo de Gregorio Fernández (1615). Uno de los platos fuertes de esta estancia es de tipo arquitectónico, pues hallamos tapiada la que fuera puerta sur de la colegiata, esto es, la que se abría en el claustro para acceder a la nave sur del templo. Se trata de una espectacular portada tardorrománica del siglo XIII. Muestra varias arquivoltas apuntadas, la mayoría de ellas basadas en los habituales baquetones y escocias. Sin embargo la arquivolta interior muestra un doble baquetón zigzagueante, tanto en el frente como en el intradós. La arquivolta exterior es muy ancha y forma un todo continuo con el guardapolvos, mostrando un perfil de dientes de sierra muy llamativo.Además de las jambas interiores, los apoyos son cinco pares de columnas, donde alternan su posición al tresbolillo (tres adelantadas y dos retranqueadas). La articulación de las columnas y las siluetas de las arquivoltas relacionan esta puerta vallisoletana con la de la iglesia monástica palentina de Santa María de Mave. Pero a diferencia de ésta, cuyos capiteles son vegetales, la de la Colegiata de Valladolid muestra capiteles figurados de gran plasticidad: animales con cuerpos de palomas y colas largas acaracoladas en espiral (probablemente de serpiente) o lo que parece ser un águila tumbada y acurrucada picándose el pecho.

La capilla de San Lorenzo comunica por el fondo con la de Santo Tomás, bajando unos escalones. En ella se exhibe una colección de Vírgenes, la mayoría góticas y un retablo procedente de la iglesia de Santa María La Antigua, con pinturas dedicadas a Santa Ana.

Desde el lateral derecho de la capilla de Santo Tomás se accede al único resto visible del claustro primitivo en el que se encontraba la portada sur de la Colegiata, en estilo cisterciense. Cobijado en su interior figura un grupo del Llanto sobre Cristo muerto, de estilo hispano flamenco atribuido al maestro de San Pablo de la Moraleja, cuyo fuerte expresionismo contrasta con la elegancia de los atavíos. A Gregorio Fernández pertenece la escultura del arcángel San Gabriel de estilizada silueta y muy importante, por ser uno de los pocos desnudos de nuestra escultura. Los sitiales proceden del coro de la capilla del Colegio de San Gregorio (una de las sedes del Museo Nacional de Escultura) y las puertas que se hallan distribuidas por varias capillas del Museo formaron en su día los respaldos de la sillería hispano flamenca de la Colegiata.

La capilla dedicada a San Blas y San Juan Evangelista se construyó en 1337; desde su interior es visible la estructura interior de la torre románica de la Colegiata, que también desempeñaba la misión de pórtico. En este recinto han sido instalados los fondos de orfebrería del museo. El tesoro lo forman un altar de plata de la patrona del Cabildo catedralicio, labrado en estilo rococó por el vallisoletano Miguel Fernández y el cordobés Damián de Castro; la cruz renacentista de Manzanillo, original del palentino Paredes, cálices, copones y navetas góticas y renacentistas de diversas parroquias, una cruz de cristal de roca, marfiles, etc. En un lado de la capilla se puede ver el interior de la torre de la colegiata. En ella se ha colocado, en un lugar preminente, la Custodia procesional realizada por Juan de Arfe en 1590. Recibe el nombre de de Adán y Eva en el Jardín del Edén, pues en su base se representa tal escena.
Fuente y bibliografía:
Wikipedia

Fotografías de Museo diocesano y catedralicio de Valladolid

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