Iglesia de Santa María de Piasca

Iglesia de Santa María de Piasca

Situación

La iglesia de Santa María se encuentra situada en la localidad de Piasca, en el municipio de Cabezón de Liébana, en Cantabria. Este templo, que perteneció al desaparecido Monasterio de Santa María la Real, constituye uno de los más notables testimonios del arte románico cántabro.

Historia

El Monasterio, de origen incierto, puede remontarse al siglo VIII o IX; su existencia en 930 ya está testimoniado documentalmente. También se sabe que la abadesa Aylo estaba en 941 al frente de una comunidad monástica mixta o dúplice que se regía por la regla de San Fructuoso, y que ese siglo y el siguiente constituyeron una época de esplendor y engrandecimiento. No es de extrañar que en el siglo XII se decidiera sustituir el viejo templo monacal por una suntuosa iglesia de estilo románico que es la que ha llegado hasta nuestros días. Esta iglesia se dedicó a Santa María, según consta en una inscripción lapidaria existente junto a la portada principal, el 21 de febrero de 1172.

En 1439, según se afirma en esa misma inscripción, se realizaron obras de restauración y reforma que afectaron a las naves y a sus ábsides, de forma que de la primitiva fábrica románica sólo persiste la parte inferior de los ábsides, la abundante ornamentación escultórica y las portadas. También en aquella fecha se reconstruyeron las dependencias monásticas situadas en el ala oeste del claustro, siendo éstas las únicas que subsisten parcialmente.

La lápida a la que se ha hecho mención informa además de que la dedicación fue oficiada por el obispo Juan de León, con asistencia del abad de Sahagún, Don Gutierre, y del prior de Piasca, Pedro, y que fue el maestro de la obra un tal Covaterio.

La iglesia

La iglesia está formada por tres naves de las que, como es habitual, la central es la más ancha. La nave central y la de la derecha rematan sus cabeceras mediante sendos ábsides de planta circular al exterior y poligonal al interior. La nave izquierda también tuvo en su día un ábside en simetría con el del lado opuesto, pero ha desaparecido y ocupa ahora su lugar una sacristía. Las naves se desarrollan en cuatro tramos de los que el primero es de igual anchura que la nave central, dando lugar a un transepto no ostensible al exterior.

Tanto las bóvedas de los ábsides como las de las naves y los cruceros son nervadas y de aspecto netamente gótico, como corresponde a la época en que fueron realizadas (siglo XV), posterior a la de la fábrica románica primigenia.

El exterior

Posee un doble acceso: la puerta principal se abre a los pies de la nave central, en el imafronte; otra puerta de dimensiones más reducidas permite la entrada por el lado sur, siendo ésta la que comunicaría antaño con el claustro. Estas dos portadas son los elementos románicos más destacados, tanto por su variada iconografía como por la calidad de las tallas, realizadas con gran maestría.

Portada oeste

La portada oeste de la iglesia es lo suficientemente importante, tanto por sus tallas como por la iconografía, como para darle importancia ya a todo el edificio. Ya que el muro de la iglesia es muy ancho, la puerta es profunda y por eso se carga de arquivoltas y capiteles. La portada está protegida por un guardapolvo en el que aparece un zarcillo sinuoso y una moldura en escocia por su interior, para dejar paso luego ya a las arquivoltas. La primera y tercera arquivoltas muestran una decoración con hojas de acanto, la segunda es lisa y la cuarta ya presenta una decoración notoria; aparece así al principio un león, un guerrero, unos músicos tocando un arpa, otros músicos tocando una especie de laúd, dovelas con motivos vegetales, la cabeza de un perro, una cabeza de monje, una cabeza barbada y un león muy similar al primero. Estas arquivoltas se apoyan sobre capiteles muy ricamente decorados.

Comenzando por la parte izquierda de la portada, el primer capitel representa una anfisbena, animal fantástico poco representado en el románico, que presenta cuerpo de serpiente con dos cabezas (una de ellas rota) en cada extremo, alas y patas; se encuentra dispuesta entre tallos entrelazados. El siguiente representa dos centauros afrontados, uno de ellos con espada y escudo y otro agarrado al escudo del primero; también presenta tallos vegetales y su cimacio muestra vueltas vegetales. el tercer capitel muestra una lucha entre un grifo con cuerpo de serpiente y una erinia, otro animal fantástico con cuerpo de serpiente, cabeza de perro y alas; en el cimacio, entre los vegetales representandos, como en los anteriores, aparece una paloma. El cuarto capitel, bastante destrozado, muestra un caballero que sostiene con una mano las riendas del caballo mientras que con la otra se despide, con su cuerpo girado hacia atrás. El último capitel de este lado izquierdo está completamente destrozado, y por lo que perdura del mismo en los laterales se ve que era un capitel de complicada cestería.

En el lado derecho, y comenzando por la parte externa, el primer capitel presenta un motivo a su homólogo en la parte izquierda de la portada. Aparecen representadas dos aves y un león rodeados por tallos y su cimacio presenta hojas quizás de roble y enroscadas. El segundo capitel representa dos animales fantásticos, grifos en este caso, afrontados y con las patas delanteras levantadas, también envueltos por los tallos que surgen de una cabeza situada en la parte inferior central del capitel. El tercer capitel presenta motivos vegetales, hojas de acanto en este caso, con las puntas dobladas. El siguiente capitel es interesante, aunque su rotura provocada no deja dilucidar con claridad la escena representada. Aparece a la izquierda una mujer de pie que parece embarazada, otra figura posiblemente sentada y a su lado otra, un ángel cabeza abajo, como si bajara del cielo. Es posible que representase la Anunciación. El último capitel de este lado derecho de la portada aparece decorado con acantos.

Todas las columnas de las portadas son lisas, excepto la cuarta de la derecha, en la que se ha tallado al arcángel San Miguel luchando con el dragón, si bien la imagen está algo destrozada. Las basas son áticas y presentan decoración dentada y plintos con fajas.

Sobre la portada se abrió un nicho de unos dos metros formado por tres espacios en los que se han colocado estatuas de San Pedro (con las llaves), la Virgen con el niño y San Pablo (calvo y con un libro), en nichos separados por columas con capiteles también decorados. Todas las figuras son románicas, excepto la central, que está datada en el siglo XVI y que posiblemente sustituya a una románica anterior desaparecida.

Portada sur o de El Cuerno

La puerta de El Cuerno es la que daba acceso al claustro del monasterio y era por donde entraban las monjas a la iglesia. Si bien es pequeña y con menos arquivoltas, la iconografía no es menos interesante que la de la portada principal. Sus dos arquivoltas son de medio punto; la exterior está decorada con motivos vegetales como son las hojas de acanto pero la interior muestra varias escenas. De izquierda a derecha se puede contemplar un motivo vegetal; una escena de fragua, en la que un hombre golpea con un martillo un objeto y otro parece soplar un fuelle; escena en la que aparece un personaje sentado con un libro y enfrente un ángel con objetos en sus manos, dos personajes que aparecen cosiendo una túnica o similar; acanto; escena en la que una mujer, a modo de Celestina, empuja con su mano a otra que forma un grupo de amor con un hombre, el cual la está besando; dos músicos, tocando una especie de rabel con un arco; monjes con capuchas que sujetan un objeto alargado; escena similar a la anterior.

Los cimacios y capiteles de esta puerta destacan por la destreza con la que han sido realizados. El cimacio izquierdo, mucho mejor conservado que el derecho, presenta una escena de caza, en la que un perro sujeta un jabalí por su pata trasera mientras un hombre con melena clava una lanza en la parte delantera del jabalí que le sale por su costado; es una representación realista, en la que al jabalí incluso se le ha representado el colmillo; las tres figuras aparecen envueltas por tallos que también rodean racimos de uvas o piñas. En la parte interna del cimacio aparecen dos animales fantásticos, grifos, que picotean esas frutas, seguidos de otros animales, también fantásticos, que muerden tallos, con cabeza de lobo o perro, quizás erinias; al final, aparece un busto humano, con melena, que sujeta y apunta con un arco a un basilisco.

El capitel derecho de la puerta, al igual que su cimacio, están muy erosionados y apenas se diferencia iconografía alguna, mientras que el capitel derecho, también erosionado, muestra dos animales, quizás arpías, con cabeza humana, enfrentadas, con alas y cola de serpiente.

La cabecera. Los ábsides

La cabecera de la iglesia muestra ahora tan solo dos de los tres ábsides que debió tener inicialmente. El que falta, el NE, está ahora reemplazado por una habitación cuadrada que cobija la sacristía.

El ábside lateral izquierdo tiene planta de semicírculo con muro de sillería, divido en su alzado por dos impostas que también rodean sus contrafuertes. Presenta una ventana con dos arcos, apuntada. La decoración del ábside, tanto sus metopas como sus canecillos, fuertemente erosionados debido a la existencia de un antiguo palomar en el tejado, ha requerido una restauración de los mismos. Entre esta decoración destaca la representación, por su escasez, de un cárabo o lechuza en un canecillo y unas figuras humanas tocando un cuerno.

El ábside central sufrió muchos cambios desde su construcción. Inicialmente tenía tres ventanales, que fueron tapiados psoteriormente. Lo que más destaca del ábside es la cornisa, ricamente decorada y que destaca en el románico de Cantabria. Está dividido en tres partes, separadas por contrafuertes. Actualmente, debido a la restauración que se está llevando a cabo, estos canecillos, metopas y capiteles se encuentran retirados de la cornisa. La iconografía representada aquí es muy variada, y al igual que en la portada, destaca la maestría con que fueron realizados. Entre los muy variados motivos, aquí se pueden contemplar grifos, sirenas, luchas de centauros, una bailarina o contorsionista, un capitel con una posible representación de la Anunciación, una grulla con el cuerpo rodeado por una serpiente, arpía, ciervo, la representación del sacrificio de Isaac, un águila, músicos, ...

El ábside presenta una gran ventana central, esbelta y reformada, con fustes y capiteles decorados. El cimacio derecho presenta una escena de caza de jabalí muy similar a la que hay en la puerta de El Cuerno, y también otra con un personaje disparando con un arco a un ave. La arquivolta de esta ventana, al igual que el resto de la iglesia también esta decorada, y destaca en ella la representación de un centauro luchando con un basilisco, un carnicero o erinia luchando con un león, grifos, todos ellos bien representados y detallados.

El interior de la iglesia

En el interior de la iglesia se pone de manifiesto que es una iglesiade tres naves. El arco toral del transepto es de gran altura y es de medio punto, mientras que el arco triunfal es apuntado. Entre estos dos arcos se encuentra el crucero, que es el tramo más alto de la iglesia, siendo más bajos los tramos laterales del mismo. Las tres partes del crucero presentan bóvedas de nervios con una clave central.

En el ábside central destacan las dos arquerías que aparecen a los lados del presbiterio y que fueron realizados, al igual que la mayor parte de la iglesia, por el maestro Covaterio.

La arquería izquierda es una arquería doble, con una chambrana con billetes en la parte superior que sirve de marco a otras dos arquerías trilobuladas con arquivoltas en escocias y billetes. Los capiteles son tres, de fuste único. El capitel izquierdo presenta un cimacio de hojas de palmas y la cesta con hojas de acanto. El capitel central es quizás el capitel románico más importante de Cantabria y es una representación de la adoración de los Reyes Magos; aparecen representados José, María con el Niño sentado en su regazo, los reyes adorándoles, si bien alguno presenta la cabeza rota, y los caballos tras ellos, además de un ángel; por encima de ellos se encuentra una representación de la ciudad de Jerusalén, con la estrella también tallada. Llama la atención la maestría con que fue realizado y la cantidad de detalles que se tallaron, tanto en los tejados de las casas como en las ropas, las alas del ángel, crines de caballos, vestimentas, caras de personajes,... El capitel derecho está prácticamente destrozado por lo que es imposible conocer su composición original; se pueden diferenciar dos leones.

La arquería derecha es prácticamente igual que la anterior en su forma pero no en los capiteles. El primero aparece muy erosionado y podría presentar dos grifos enfrentados rampantes. El segundo y central, doble ya que aquí apoyan dos arcos, es otro ejemplo de maestría en la labra, ya que presenta molinillos de palmas centrados en cálices octopétalos tallados tanto por el interior como por el exterior. El tercer capitel presenta acantos con cinco cubos en su parte superior.
Fuente y bibliografía:
Wikipedia

Fotografías de Iglesia de Santa María de Piasca

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Iconografía y bestiario románico

Una de las principales misiones que tiene la escultura del románico es la de transmitir y comunicar mediante unos programas iconográficos muy detallados una serie de ideas simbólicas o descriptivas de numerosos episodios de la Biblia, pero también de la vida cotidiana y como no los animales tanto reales como fantásticos, cada uno con claros significados para el hombre medieval.

La Iglesia de Santa María de Piasca presenta los siguientes programas iconográficos:

Bestiario románico:
Iconografía románica:

Glosario de términos

Acanto
Planta que se toma como motivo decórativo para capiteles corintios
Anfisbena
Animal mitológico del bestiario románico. Adopta forma de serpiente con dos cabezas, una de ellas en su lugar natural y la segunda en la cola. Se mueve en ambas direcciones y en sentido contrario
Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Basa
Pieza inferior de la columna que sirve de apoyo al resto
Basilisco
Animal fabuloso y maléfico con cuerpo de galllo y cola de serpiente que mata con la mirada
Billetes
Molduras que forman los ajedrezados
Cabecera
Testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.
Canecillo
Adorno saliente que sirve para sostener alguna pequeña cornisa, busto, balcón etc. Suelen estar decorados con figuras diversas o motivos geométricos.
Capitel
Parte superior de una columna, compuesta de molduras y otros elementos decorativos. Elemento colocado sobre el fuste de una columna que sostiene directamente el arquitrabe, arco etc. Los capiteles pueden ser vegetales, historiados (con historias), figurados (con personajes), antropomorfos (se reconocen figuras humanas), zoomórficos (animales conocidos) y fantásticos (animales no existentes). La voz proviene del latín capitellum diminutivo de caput (cabeza)
Centauro
Animal fantástico de busto humano y cuerpo de caballo
Chambrana
Moldura que se pone alrededor de las puertas, ventanas etc.
Cimacio
Pieza en forma de tabla delgada que remata los capiteles, normalmente jonicos y corintios.
Claustro
Galeria cubierta alrededor de un patio generalmente cuadrangular y separada de él por columnas o arquerias. Suele estar adyacente a la iglesia y formando parte de un complejo mayor (catedral, monasterio etc.). Su etimologia procede de claustrum = cerrado.
Clave
Dóvela central de un arco o pieza central de una bóveda.
Contrafuerte
Construcción destinada a contrarrestar el excesivo empuje sufrido por una pared.También llamada estribo.
Cornisa
1. Coronamiento compuesto de molduras, o cuerpo voladizo con molduras, que sirve de remate a otro. 2. Parte superior del cornisamento de un pedestal, edificio o habitación.
Crucero
Espacio en que se cruzan la nave central de una iglesia y la que la atraviesa.
Dovela
Cada una de las piedras labradas en forma de cuña y que forman un arco.
Escocia
Móldura concava
Fuste
Parte de la columna situada entre la basa y el capitel
Grifo
Animal fantástico con cabeza y alas de águila y cuerpo de león
Icono
1. Representación religiosa de pincel o relieve, usada en las iglesias cristianas orientales. 2. Tabla pintada con técnica bizantina
Imafronte
En arquitectura, la fachada principal que se levanta a los pies de un templo
Imposta
Hilada de piezas sobresaliente sobre la cual se levanta un arco o bóveda, que se coloca también para evitar que el agua discurra de forma continua por la fachada del edificio. También es un saliente con forma prismática a modo de capitel situado sobre una pilastra.
Metopa
En el friso dórico, espacio que media entre triglifo y triglifo
Moldura
Elemento corrido que se coloca sobre una superficie para decorarla y que se clasifica según su perfil, siendo normalmente de poca anchura.
Monasterio
Conjunto de edificios donde se agrupan los monjes para vivir en comunidad. Voz proveniente del latín monasterium y este a su vez del griego monastérion
Monje
Persona que perteneciendo a una orden religiosa vive en comunidad en un monasterio. La voz proviene del occitano monge, que a su vez procede del latín monicus que a su vez procede del griego monachus.
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Planta
Plano de la sección horizontal de un edificio.
Plinto
Pieza petrea donde se apoya las basas de las columnas y que sirven para elevar las mismas.
Portada
Puerta ornamentada o decorada.
Presbiterio
Zona elevada del templo cristiano en torno al altar.
Sirena
Animal fabuloso con tronco y cabeza humana y cola de pez, normalmente representada dividida en dos partes. Simboliza la tentación y el engaño de la carne
Transepto
Espacio transversal que aísla el ábside y el coro del espacio de la nave. Sobre él se eleva generalmente el centro arquitectónico o eje vertical mayor del conjunto, cubierto con bóveda y flanqueado de vanos.
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