Iglesia de San Pedro de Paradinas de San Juan

De origen remoto, esta villa y su iglesia pertenecieron a la Orden del Hospital. De lo románico destaca la portada sur y el ábside, pero es la imponente torre barroca su elemento más distintivo. En el interior se conservan capiteles románicos y escudos nobiliarios, uno de los cuales está protegido por una sirena.
Iglesia de San Pedro de Paradinas de San Juan Paradinas de San Juan es un lugar de origenes lejanos, ya que diferentes pueblos se asentaron en esta zona. Es posible que la primitiva iglesia tuviese orígenes visigodos, como así puede sugerir un relieve que se conserva en la base de la torre. No obstante, el esplendor del lugar comenzó años después, cuando la reina Doña Urraca, en 1113, dona a la Orden del Hospital esta aldea, cesión que confirmó años más tarde Alfonso VII en 1140, pasando los hospitalarios a acumular gran poder en esta villa. Tras la separación de los reinos de Castilla y León a la muerte de Alfonso VII, Paradinas pasó a ocupar una situación fronteriza entre los dos reinos, quedando adscrita al reino de León. En 1183 Alfonso VIII y Fernando II firman aquí las paces y diez años después Alfonso IX de León restituye la villa a la Orden de San Juan, a quien se la había arrebatado tiempo atrás, decisión que influenció a Alfonso VIII de Castilla, que se había comprometido anteriormente con el prior del Hospital a no atacar mientras estuviera bajo el control de éstos, y el prior se había comprometido a derribar el castillo de Paradinas o mantenerlo bajo la tutela del Hospital. Este acuerdo fue violado por Alfonso VIII, que atacó la fortaleza, con la consiguiente intervención del Papa, que medió para restituir a los hospitalarios las posesiones arrebatadas. A pesar de todo, parece ser que la encomienda de San Juan de Jerusalén no se estableciera hasta los primeros años del siglo XIII y determinó la construcción de la iglesia parroquial, dedicada a San Pedro. La entrega a la Orden del Hospital en 1113 había impuesto la prohibición a sus habitantes de levantar un templo sin el consentimiento de la orden, así que fueron los propios sanjuanistas los que promovieron su construcción.

El templo que ha llegado hasta nuestros días es un cúmulo de reformas que en cierto modo anulan la fábrica románica original; es una de esas iglesias, al igual que otras de la zona, como la Iglesia de San Juan de Alba de Tormes, que emplean en su fábrica el ladrillo y la piedra, ya que por motivos económicos el ladrillo era más fácil de obtener al escasear la piedra. Del exterior destaca el ábside central y la portada meridional, ya que el resto fue modificado en reformas posteriores. El ábside tiene un contrafuerte central que separa una parte redondeada de una poligonal dividida en tres paños lisos que estaban decorados con arcos de ladrillo. La portada románica está formada por un arco de medio punto y una arquivolta de bocel entre medias cañas que está decorada con botones florales tetralobulados y que se apoya sobre unas columnas provistas de cimacios decorados con florones y capiteles desgastados, en uno de los cuales se intuye una nereida de doble cola.

El interior muestra dos naves coetáneas, quizás las originales, la central y la de la epístola, separadas por arcos formeros de medio punto doblados que apoyan en semicolumnas adosadas a pilares rectangulares, con cimacios lisos y capiteles decorados con nereidas de doble cola, dragones y hojas toscas. La nave central remata en un ábside semicircular con bóveda de cuarto de esfera precedido por un presbiterio con bóveda de cañón, todo muy restaurado en épocas posteriores. El arco triunfal, que separa esta parte de la nave, es de medio punto y está soportado por columnas de piedra con capiteles decorados con leones afrontados y una escena de la Epifanía; estos capiteles y los de los arcos formeros anteriores fueron realizados por manos diferentes, pero en ambos casos datan de la segunda mitad del siglo XII. La nave septentrional corresponde a una construcción posterior en la que sólo se empleó el ladrillo; se abre a la nave central por aracos apuntados de triple rosca y en su muro aparece un gran arco de medio punto que en su día sirvió de acceso al exterior o a alguna capilla.

Quizás la estructura original de la iglesia fue de tres naves rematadas en ábsides semicirculares, de las cuales únicamente perduró el central a pesar de todas las reformas que se realizaron. Una primera fase constructiva es del siglo XII, tal como pone de manifiesto el estilo y talla de capiteles del interior y la portada; posiblemente en la segunda mitad del siglo XIII la nave del evangelio fue reemplazada por la actual, pero se desconoce el por qué de esta obra.

Fotografías de Iglesia de San Pedro de Paradinas de San Juan

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Glosario de términos

Arco
Elemento sustentante, que descarga los empujes, desviándolos lateralmente, y que está destinado a franquear un espacio por medio de un trayecto generalmente curvo.
Bocel
Moldura de cuarto de cilindro o redondeada
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Capitel
Parte superior de una columna, compuesta de molduras y otros elementos decorativos. Elemento colocado sobre el fuste de una columna que sostiene directamente el arquitrabe, arco etc. Los capiteles pueden ser vegetales, historiados (con historias), figurados (con personajes), antropomorfos (se reconocen figuras humanas), zoomórficos (animales conocidos) y fantásticos (animales no existentes). La voz proviene del latín capitellum diminutivo de caput (cabeza)
Cimacio
Pieza en forma de tabla delgada que remata los capiteles, normalmente jonicos y corintios.
Contrafuerte
Construcción destinada a contrarrestar el excesivo empuje sufrido por una pared.También llamada estribo.
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Pilar
Pilastra exenta, suele tener más consistencia que la columna.
Portada
Puerta ornamentada o decorada.
Presbiterio
Zona elevada del templo cristiano en torno al altar.
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