Catedral de Ávila

Catedral de Ávila Cuenta la tradición de Ávila que Pedro Sánchez Zurraquines, nombrado obispo tras un viaje a Roma, halló el templo de San Salvador asolado e malparado e el maderaje podrido con las aguas, que obtuvo del rey Alfonso VI licencias y dineros para reedificar el templo y que fue el maestro navarro Alvar García de Estella, home de gran sabiduría en jometría, quien, a partir de 1091, construyó la nueva catedral.

No hay, sin embargo, rastro de documento alguno que confirme la veracidad de las fechas ni la existencia del obispo ni el trabajo del maestro navarro.

La primera referencia documental data de los años 1130 o siguientes, cuando Alfonso VII concede el tercio de censos y heredades que tenía la corona en Ávila a la catedral, que, después de haber estado abandonada durante más de trescientos años, fue nobiliter edificata por el conde Raimundo de Borgoña, padre del rey. En los años siguientes los datos documentales se suceden: en 1138, la confirmación del territorio diocesano y los bienes adquiridos y por adquirir; en 1142 la donación de Alfonso VII de lo que le correspondía de los molinos del puente y de la Serna de Linares; en 1175 Alfonso VIII concede al obispo don Sancho nuevas dádivas y derechos,... Respecto al edificio, absoluto silencio hasta 1192, fecha en que se produce un trueque en favor de la iglesia chatedral de San Salvador de Ávila... de las heredades que poseyó en vida Fruchel, maestro de obras de dha chatedral, que dejó al rey D. Alfonso por su heredero, por otras que el obpo. y cavildo tenían en Toledo.

Por consiguiente, la catedral de Ávila se está construyendo en el siglo XII, antes de 1192 y presumiblemente, según hipótesis de Gómez-Moreno, a partir de 1150 e interviene en ella el maestro Fruchel que es, junto al maestro Mateo de Santiago de Compostela, uno de los grandes representantes de la arquitectura ojival del siglo XII cuyos nombres se han librado del olvido y han llegado hasta nosotros. Es la de Ávila una compleja catedral. Está trazada sobre la base de un rectángulo duplo, de 300x150 pies - con una valoración para el módulo de 30,00 cm.- y fue en proyecto, según teoría de Merino de Cáceres (Ávila, 1994), una iglesia de tres naves con cuatro tramos, crucero triple y girola sencilla con siete capillas excavadas en el grueso muro del ábside; a los pies, pórtico abierto entre dos torres, de forma similar a como se dispone en la iglesia de San Vicente. El crucero se organizaría a base de tres naves iguales a las del cuerpo longitudinal de la iglesia, con idéntica disposición de bóvedas.

Lo primero en hacerse, como de costumbre, fue la cabecera, desarrollando su gran hemiciclo fuera de la tela oriental del muro, enlazado con éste y sobresaliendo como enorme cubo fortificado, llamado cimorro, en la Muralla de Ávila. Por dentro queda la girola o deambulatorio. Sostiene Merino de Cáceres, a quien hemos citado con anterioridad, que en el proyecto original la girola era sencilla, de una sola nave, y que hubo que recurrir a la girola de doble nave como solución constructiva coyuntural, al encontrarse los constructores con problemas para cubrir unos tramos de tanta anchura como eran los previstos inicialmente. Resulta así una girola de dos naves, rodeada de absidiolos o capillas excavadas en el muro del cimorro, que abraza el majestuoso edificio de la capilla mayor.

Seguidamente se construyó el crucero. Y poco después debió sufrir una primera transformación. Posiblemente por influencia gótica se decidió aumentar la profundidad del presbiterio, a fin de dar cabida al coro, lo que llevó consigo la supresión de la nave más oriental del crucero y el aumento de dos capillas en el deambulatorio. Resultaban así una girola de nueve capillas y un crucero de dos naves, tal y como lo conocemos en la actualidad.

Tras el crucero se erigió el primer cuerpo de las naves, con el pórtico y torres, cuyas capillas estaban terminadas a principios del siglo XIII. El cuerpo de las naves también varió, según Merino de Cáceres, en el transcurso de las obras reduciendo a tres los cuatro tramos que se preveían en el plan inicial. Como no aumentó la longitud de las naves, se produjeron ciertos desajustes en el trazado de las naves laterales, así como la necesidad de incorporar nuevos pilares columnados sobre los muros de cerramiento, además de los ya levantados de acuerdo con el plan original.

En todo caso, sea por la muerte de Fruchel sea por las zozobras que provocó el desastre de Alarcos, las obras se paralizaron, cuando estaban a punto de abovedarse las naves colaterales. Se reanudaron a mediados de siglo, pero entonces hubo preferencia por la sala capitular, el sagrario y la claustra. Finalmente, en el siglo XIV se concluyeron la claustra y la iglesia siendo obispo D. Sancho Dávila. Sus armas lucen en la alta bóveda del crucero.

En los siglos siguientes continuaron las obras. Significativa es la traslación de la puerta de los Apóstoles, que en principio estaba en el nártex del templo, al muro septentrional frente a la entrada del palacio episcopal. La traslación permitió alargar la iglesia construyendo una puerta en el exterior que se vería deteriorada por la intemperie a lo largo del tiempo y que sería sustituida por la que conocemos en la actualidad que construyó Ceferino Enríquez de la Serna entre 1779 y 1786. Significativa es también la construcción del coro en la nave central que se realiza en el siglo XVI y que supone un cambio en la concepción y percepción del espacio del templo. Y significativa es, finalmente, la construcción continuada de capillas después de la conclusión de las obras del templo: La capilla de la Librería o capilla del Cardenal, en el siglo XV; las de Las Cuevas, La Blanca y la Concepción, en el siglo XVI; y las de San Segundo y Velada, en el siglo XVII. Paralelamente se enriquece el templo con retablos, con vidrieras y obras escultóricas, con pinturas, miniaturas, libros y obras de arte de bronce, hierro y plata que pueden contemplarse en su museo.

El Altar mayor lo comienza, en 1502, Pedro Berruguete, autor de las ocho tablas de la predela: evangelistas, doctores de la iglesia, la Flagelación y la Oración en el Huerto, probablemente terminada por Santa Cruz, artista que continuaría la obra con las tablas de la Crucifixión, Resurrección y Epifanía. Finalmente termina el retablo Juan de Borgoña.
Fuente y bibliografía:
Wikipedia

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Glosario de términos

Absidiolo
Abside mas pequeño que el principal y que se distribuye generalmente alrededor de la girola.
Altar
En el culto cristiano, especie de mesa consagrada donde el sacerdote celebra el sacrificio de la misa
Cabecera
Testero de la iglesia o parte en que se halla el altar principal.
Capilla
Edificio contiguo a una iglesia o parte integrante de ella, con altar y advocación particular.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Crucero
Espacio en que se cruzan la nave central de una iglesia y la que la atraviesa.
Deambulatorio
Ver girola.
Girola
Pasillo que rodea por detrás el presbiterio o capilla mayor, prolongando las naves laterales. También se llama deambulatorio.
Nave
Cada uno de los espacios en que se divide longitudinalmente una iglesia.
Pilar
Pilastra exenta, suele tener más consistencia que la columna.
Predela
Banco o banca de retablo, parte inferior horizontal de este
Presbiterio
Zona elevada del templo cristiano en torno al altar.
Retablo
Obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar. Se divide verticalmente en calles, la central más ancha se llama espiga, y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por el guardapolvo o polsera. La palabra procede del latin retaulus y este a su vez de retro (detras) y tabula (tabla).
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