Castillo de Zafra

Es el castillo de Zafra uno de los más bellos y solitarios de la provincia de Guadalajara. Situado en la raya entre los reinos de Castilla y Aragón, el de Zafra es un castillo imponente, levantado sobre un roquedal en la sierra de Caldereros, en un lugar inexpugnable que jamás fue tomado por las armas.
Castillo de Zafra El castillo de Zafra se encuentra situado a 1400 metros de altitud, en la caída meridional de la sierra de Caldereros (Guadalajara), sobre una amplia sucesión de praderas de suave declive se alzan impresionantes lastras de roca arenisca, muy erosionadas, que corren paralelas de levante a poniente. Sobre una de las más altas, se levantan las ruinas del castillo, reconstruido hoy sobre los restos que los siglos habían ido derruyendo y respetando.

Es el más espléndido y llamativo de los castillos de Guadalajara. La roca sobre la que asienta fue tallada de forma que aún acentúa más su declive y su inexpugnabilidad. En la pradera que la rodea sólo quedan mínimos restos de construcciones, que quizá configuraban la muralla de un recinto exterior utilizable como caballeriza o patio de armas.

Historia

El principal suceso histórico acaecido en Zafra tiene mucho que ver con el destino de la dinastía de los Lara molineses. En el año 1222, el rey castellano Fernando III decidió castigar a los Lara cogiéndoles Zafra, y para ello movió su ejército poniendo cerco a esta fortaleza, en la que se refugió el Conde con su familia, su reducida corte y sus domésticos ejércitos. Durante unas semanas el Rey castellano presentó la batalla sin que el molinés pudiera hacer otra cosa que resistir en lo alto de su inexpugnable bastión. Cuando el cerco hizo mella en las reservas del molinés, éste finalmente se rindió, y mediante los buenos oficios de doña Berenguela, madre del monarca, ambas partes acordaron una salida al conflicto, conocida en los anales históricos como la concordia de Zafra, en la que se establecía que el heredero del señorío, el primogénito de don Gonzalo, quedaba desheredado (y así le llamaría luego la historia a Pedro González de Lara), siendo proclamada heredera la hija del molinés, doña Mafalda, quien se casaría con el hermano del Rey, el infante don Alonso, y de este modo la intervención de la Corona de Castilla se hacía un tanto más efectiva sobre los asuntos del rebelde señorío de Molina.

En las guerras civiles del siglo XV, la fortaleza de Zafra siguió teniendo una importancia suma en la estrategia del control de aquellos territorios cercanos a Molina, siempre importantes por ser los caminos naturales de paso entre Castilla y Aragón. Enrique IV entregó Molina en señorío a su valido Beltran de la Cueva, lo cual provocó nuevamente una guerra de rebeldía de las gentes de la comarca contra el señor impuesto.

Todavía en el siglo XVI se tenía a Zafra como un castillo de los más fuertes del reino. Si no de los grandes, al menos contaba entre los más fuertes, y asombraba a todos por lo difícil de su acceso, lo ingenioso de su entrada, y la capacidad que en determinado lugar (hoy desconocido para nosotros, pero quizás en el interior de la roca) tenía para albergar a más de 500 hombres. Poco a poco fueron cayendo sus piedras, desmoronándose sus murallas, desmochándose sus torreones, y borrándose los límites de sus cercas exteriores.

Descripción

La roca sobre la que asienta fue tallada de forma que aún acentuara su declive y su inexpugnabilidad. En la pradera que la circunda solamente quedan mínimos restos de construcciones, que posiblemente pertenecieran a muralla de un recinto exterior utilizable como caballeriza o patio de armas. El acceso al castillo se realiza por una escalera de madera que el actual propietario ha puesto para su uso. Hace unos años, la única forma de acceder al castro era a base de escalar la roca con verdadero riesgo. Antiguamente, cuando los condes de Lara lo construyeron y ocuparon, Zafra tenía un acceso al que algunos cronistas calificaron de gran ingenio y traza.

Una vez arriba se observa claramente que el castillo es un espacio estrecho, alargado, bastante pendiente. Queda hoy la torre derecha que custodiaba la entrada por este extremo.

A mitad del espacio de la lastra, se ven los cimientos de lo que fue otra torre que abarcaba la roca de uno a otro lado, y que una vez atravesada, permite entrar en lo que fuera patio de armas, desde el que se accede a la torre del homenaje, hoy reconstruida, a la que se sube a través de una escalera de piedra adosada al muro de poniente, y nos permite recorrerla en su interior, donde aparecen dos pisos unidos por escalera de caracol.

Una escalera interior permite subir hasta la terraza superior, almenada, desde la que el paisaje, a través de una atmósfera siempre limpia y transparente, se nos muestra inmenso, silencioso, evocador de antiguos siglos y epopeyas.

Fotografías de Castillo de Zafra

Dispones de 12 fotografías de Castillo de Zafra

Glosario de términos

Almena
Cada uno de los prismas que coronan los muros de las antiguas fortalezas para resguardarse en ellas los defensores.
Coro
Parte de la iglesia donde se situan los monjes o sacerdotes para cantar el oficio divino. A lo largo de la historia de la arquitectura su ubicación dentro del templo ha sufrido diversas variaciones, si se sitúa en la nave central se aísla mediante un cerramiento
Escalera
Construcción diseñada para comunicar varios espacios situados a diferentes alturas. Partes de una escalera
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