Antigua Ciudad de Itálica

El conjunto arqueológico de Itálica, situado en el municipio sevillano de Santiponce, es el asentamiento romano más antiguo de la península. La ciudad de Itálica fue fundada en el año 206 a. de C. por el general Publio Cornelio Escipión para establecer en ella a los soldados heridos que habían luchado contra los cartagineses en Ilipa, lugar donde actualmente está ubicado el pueblo de Alcalá del Río. El nombre de Itálica proviene de la patria de origen del general Escipión, Italia, y en un primer momento la ciudad tuvo el rango jurídico de Vicus Civium Romanorum.
Antigua Ciudad de Itálica

Historia

La ciudad romana fue fundada en el año 206-205 a.C., en un hábitat indígena de la Turdetania que se remonta al menos al siglo IV aC. Dentro de su término hay yacimientos e indicios de su ocupación muy anterior, entre ellos argáricos y griegos. Durante la etapa republicana fue una ciudad importante, y mucho más en la época imperial, aun cuando nunca fue capital de provincia ni de convento jurídico. A pesar de la creencia general de que fue abandonada hacia el siglo IV, lo cierto es que sólo se abandonó la ampliación adrianea, replegándose la ciudad hacia algo más de su extensión primitiva, bajo el actual casco de Santiponce, donde continuó una vida de cierto prestigio en el Bajo Imperio y la época visigoda. Son numerosos los restos de esta época, y consta que sus murallas fueron restauradas por Leovigildo en el año 583, en el marco de sus luchas contra Hermenegildo. Otra buena muestra de esta pervivencia y prestigio, al menos hasta el final del siglo VII, es la presencia de obispos italicenses en varios concilios cristianos, siendo el último en el que se documenta uno de ellos, un tal Cuniuldo, el XVI de Toledo, en el año 693. Itálica llegó aún viva a la época musulmana, cuando varios autores árabes la mencionan con el nombre de "Talikah/Taliqa" y existen algunos personajes conocidos con la nisba "al-Talikí" (también, aunque menos, han aparecido restos arqueológicos). De tal modo que no es hasta el siglo XII cuando debió de ser realmente abandonada, pasando a ser un despoblado, llamado por los cristianos "Campos de Tal(i)ca" y también "Sevilla la Vieja".

Itálica fue la primera ciudad romana fundada en Hispania y también fuera de territorio italiano. Al finalizar la Segunda Guerra Púnica en Hispania, asentó a los soldados heridos en una ciudad turdetana preexistente -cuyo nombre original se desconoce-, en la zona alta del Aljarafe, en la ribera oeste del río Baetis, ubicada a medio camino entre las también ciudades turdetanas de Hispalis (Sevilla) e Ilipa (Alcalá del Río, SE), y seguramente portuaria. El texto de Apiano de Alejandría donde esto se relata, (Iberiké, 38) permite deducir que la procedencia de dichos soldados era fundamentalmente italiana, esto es, de unidades auxiliares itálicas, y de ahí el nombre elegido por Escipión.

La época de mayor desarrollo llegó con los emperadores Marco Ulpio Trajano (53-117), nacido en la ciudad, y Publio Aelio Adriano (76-138). Bajo el mandato de Adriano, que nació en Roma pero cuya familia provenía de Itálica, la ciudad consiguió un gran desarrollo y obtuvo la categoría de colonia con el nombre de Colonia Aelia Augusta Italica. Tanto el tamaño como la riqueza de la ciudad fue decayendo entre los siglos III y IV.

Es durante el gobierno de Adriano cuando la propia ciudad solicita del emperador, y en contra su consejo, cambiar su ventajoso estatuto municipal romano por el de colonia romana, más pesado pero más prestigioso, pues eran simulacra Romae ("espejos de Roma") y como una parte ideal o extensión de la propia Urbs. A raíz de dicha concesión pasó a llamarse Colonia Aelia Augusta Itálica, en honor de Adriano, títulos que suelen aparecer abreviados como C.A.A.I.

Itálica se puede dividir en dos zonas bien diferenciadas: la Vetus Urbs (ciudad vieja) y la Nova Urbs (ciudad nueva). La primera, Vetus Urbs, fue fundada por el general Escipión y actualmente se encuentra bajo el casco urbano de Santiponce. La zona nueva fue construida por el emperador Adriano, funcionó aproximadamente un siglo y es la parte del conjunto arqueológico que se puede visitar. Las excavaciones arqueológicas comenzaron en el siglo XVIII, entre 1751 y 1755, de la mano de Francisco Bruna. Desde entonces, los estudios arqueológicos en la ciudad han sido numerosos.

Los restos arqueológicos

Entre los restos de lo que fue la nova urbs se destacan el anfiteatro, el supuesto templo de Trajano (Traianeum), las termas llamadas "mayores" o "de la reina mora", y las diferentes casas.

Las murallas

Es posible que el núcleo íberorromano dispusiera de una cerca definiendo su perímetro, pero las primeras noticias históricas de las murallas son de mediados del siglo I a.C. Augusto trabajó en ellas, Adriano las amplió y Leovigildo las restauró en el 583. El perímetro máximo, en el siglo II d.C., fue de más de 3.000 m., con un grosor medio de 1,5m. Procedencia. En época romana toda la ciudad estaba delimitada por un perímetro amurallado. Tenía, por lo general, un carácter defensivo, pero también desempeñaba un papel simbólico y religioso, ya que la influencia de los dioses y sus templos alcanzaba hasta ella. Hay restos visibles en dos puntos del Conjunto Arqueológico: un torreón de tiempos de Augusto, en el área del teatro, contiguo al graderío; y un lienzo de época Adrianea en el extremo septentrional de la ciudad, junto al anfiteatro. Descripción técnica. El torreón del área del teatro, de época de Augusto (27 a.C.-14 d.C.), está construido con un aparejo que combina el hormigón con franjas verticales de sillería; de los tramos de época de Adriano (117-138 d.C.) se conserva la cimentación de hormigón. Comentarios. Las murallas de Itálica, que llegaron a abarcar una superficie de más de 50 Has., fueron edificadas en diversas fases que se corresponden con las ampliaciones y reducciones operadas en la superficie que ocupaba la ciudad. Una prospección geofísica desarrollada entre 1991 y 1993 localizó un lienzo de muralla que discurría tras la elevación donde se asienta el templo dedicado presumiblemente a Trajano. Está pendiente de datación arqueológica, pero se piensa que pudiera tratarse de un tramo tardorromano erigido tras la hipotética reducción del solar urbano, o bien de la actuación del rey Leovigildo, que restaura las murallas italicenses en el año 583, en la época del enfrentamiento con su hijo Hermenegildo.

El anfiteatro

Se construyó en la época del emperador Adriano, aproximadamente entre los años 117-138 y fue uno de los más grandes de todo el Imperio Romano. Con una capacidad de 25.000 espectadores y unas medidas totales de 156 x 134 m, disponía de tres niveles de graderío. Bajo el nivel del antiguo suelo de madera del anfiteatro había un foso de servicio para los diferentes espectáculos de gladiadores, denominados munus gladiatorum y luchas contra fieras, llamadas venationes. El graderío, cavea estaba dividido en tres secciones, la ima, media y summa cavea, separadas por unos pasillos anulares denominados praecinctiones. La primera, la ima cavea, disponía de 6 gradas, con 8 puertas de acceso, y estaba reservada a una clase dirigente. La segunda, la media cavea, estaba destinada a la población más humilde, tenía 12 gradas y 14 puertas de acceso. La summa cavea, cubierta por un toldo, estaba reservada solamente para albergar a niños y mujeres. El anfiteatro contaba además con varias salas dedicadas al culto de Némesis y de Dea Caelestis.

El teatro

El teatro es la obra civil más conocida de Italica. Tenía una capacidad para 3.000 espectadores, y en él se escenificaban representaciones de obras trágicas, cómicas y espectáculos de mimo. Excepcionalmente, se producían actuaciones musicales e, incluso, algún acto religioso, especialmente los relacionados con el culto al emperador. Como en todos los teatros romanos, la orchestra o espacio semicircular separaba el escenario del graderío o gradatio. Éste, revestido de mármol, cuenta con tres escalones anchos en la zona baja (primus subselliorum ordo), donde se instalaban los asientos móviles (subsellia, sedilia) para personajes del mayor rango (senadores, legados, magistrados locales, sacerdotes de alto nivel, invitados extranjeros...). Un balteus o cinturón de mármol (en Itálica de colores alternos) separaba esta zona privilegiada de los habituales tres sectores de gradas, denominados caveae: ima, media y summa cavea, separadas entre sí por praecinctiones o pasillos horizontales y escaleras verticales (scalae) de acceso a los asientos, que se asignaban en orden socialmente inverso. Cada uno de los sectores así delimitados se denominaba cuneus (en Itálica, cuatro). Desde Augusto, los soldados, los hombres casados, y los jóvenes junto a sus preceptores, debían ocupar espacios separados, posiblemente utilizando para ello dichos cunei. En la zona más alta se sentaban por orden las mujeres, los plebeyos libres pero pobres y finalmente los esclavos. Lo coronaban una porticus in summa gradatione, y seguramente los anclajes para el despliegue de un sistema de toldos (velarium).

En cuanto a la zona del escenario, se imbricaba con la orchestra mediante los nichos alternantes de un pulpitum pintado. La scaenae frons era un edificio de órdenes columnados, con las tres puertas usuales o valvae (la regia o central y las dos hospitales o laterales); posiblemente la central fue rehecha a comienzos del siglo III, como recuerda una bellísima ara hexagonal encontrada durante la excavación. La zona trasera del teatro, que daba al río, estaba ocupada por un amplio pórtico, con pedestales inscritos de distintas épocas, y un pequeño santuario dedicado a Isis (Iseion), con lápidas de plantas de pies, similares a las del Nemeseion del anfiteatro.

El Traianeum

El Traianeum o Templo de Trajano es un templo dedicado al emperador Trajano, nacido en Itálica, y que fue erigido por su sobrino, el emperador Adriano. Se encuentra en una plaza de la nova urbs, rodeada por una plaza porticada. Tiene una superficie de una hectárea. Se trata de un templo octástilo períptero ubicado sobre un podio en altura. Mide 107,60 metros de largo por 80,10 metros de ancho. Está construido en un gran recinto cuadrangular circundado por un pórtico que limita con el exterior con un muro compuesto por exedras rectangulares y semicirculares alternas. Las dimensiones de la plaza que albergaba el templo eran, de 86 por 56 metros de interior, escoltada por cien columnas de mármol de Eubea, pórticos con exedras que albergaban esculturas sobre pedestales, estatuas en la explanada, diversas fuentes, el gran templo elevado sobre un podio de 29 por 47 metros; y un ara para los sacrificios, inscrita en un edículo rectangular situado frente al templo.

Las termas

Itálica tenía al menos dos complejos termales de carácter público, uno en la ciudad vieja y otro en la ciudad nueva, ambos con piscinas de agua caliente (caldarium), templada (tepidarium) y fría (frigidarium), sudatorio (laconicum) y acaso palaestrae de ejercicio, como era la costumbre, que satisfacían plenamente las costumbres higiénicas de la población romana. Las termas de la ciudad vieja se conocen popularmente como "Menores" o "de Trajano", y son visitables dentro del pueblo. Las termas de la ciudad nueva son las llamadas "Mayores" o "de la Reina Mora", ocupando la extensión de una manzana completa; parece que quedaron inconclusas, y aún se encuentran en parte sin excavar; es de las zonas más expoliadas de la nova urbs.

Las termas mayores eran un centro de ocio que albergaba, junto a otros servicios, los baños públicos. Datan de la época de Adriano, hacia la primera mitad del siglo II. Es un edificio de grandes dimensiones; aproximadamente ocupa una extensión de 32.000 metros cuadrados. Se encuentran en la nova urbs, ocupando la extensión de una manzana completa, aún en parte sin excavar. Todavía se conserva la estructura de la distribución de las piscinas y los hornos. A las termas se accedía a través de una escalinata que daba paso al vestíbulo. Tras éste se halla la piscina con forma de T, con las paredes y suelos revestidos de mármol blanco. A continuación se accede al resto de las habitaciones del baño y en torno a ésta se hallan las habitaciones de servicio y las dependencias. Además de las termas propiamente dichas, con las tres salas (caldarium, tepidarium y frigidarium), el edificio albergaba una biblioteca, sala de masajes, sauna, vestuarios y al sur del cuerpo principal se extendería la palestra que ocuparía casi la mitad de la edificación.

Las termas menores e encuentran en el casco antiguo de Santiponce, más concretamente en la calle Trajano, y su datación es anterior a Adriano. A estos restos se le han dado numerosas interpretaciones. Han sido fechadas en los tiempos de Trajano (98-117) por los modos constructivos empleados y en época de Adriano fue reforzada su estructura. La superficie ocupa un área de cerca de 1.500 metros cuadrados, en una zona urbanizada por Trajano con edificios públicos. Los vestigios que se observan se corresponden con el área central y trasera de los baños, pudiendo reconocerse dos salas de temperatura caliente (caldarium), una templada (tepidarium) y otra para baños fríos (frigidarium) y para la práctica de ejercicios. El solar excavado no abarca en su totalidad toda el área de las termas, pues ésta se extiende por debajo de las casas circundantes, especialmente la puerta principal.

Los acueductos

Tradicionalmente se conocía en la bibliografía la existencia de restos de un único acueducto que traía el agua a Itálica desde Tejada la Nueva (cerca de Escacena del Campo (Huelva), a unos 36,5 km al O. de la ciudad. De él se tenía noticia de algunos restos visibles, y la referencia de unas grandes cisternas ya cerca de la ciudad, que fueron vistas y descritas por el erudito jerónimo fray Fernando de Ceballos, pero cuya ubicación se daba por perdida. Ciertos trabajos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en enero de 1974 dieron con algunos de los restos y calcularon la pendiente directa del que aún se creía único acueducto. Ello dio lugar a un estudio arqueológico en profundidad de todo el recorrido, durante los años 1974 y 1975, descubriéndose entonces que en realidad existían dos acueductos, el segundo aprovechando parte del recorrido del antiguo (croquis de ambos recorridos).

El primer acueducto (que se delató por la existencia de distintos spiramina o lumbreras circulares), data de comienzos del siglo I d.C. y traía el agua desde al menos diez manantiales junto al río Guadiamar (el antiguo Maenoba), el principal de ellos el de la Huerta de Basilio, abasteciendo sólo a la por entonces existente vetus urbs o ciudad vieja. Buena parte de este acueducto, hasta la cañada de Conti, discurre de forma subterránea, pero en algunos puntos (el mejor a su paso por la finca "La Pizana", en el término de Gerena), la galería por la que discurría el agua es visible en unos 40 m., presentando una altura de 1,70-1,80 m y en torno a 80–90 cm de ancho. El specus o canal iba cubierto con bóveda de cañón. Las principales características de este acueducto más antiguo, según la autora, son el uso masivo de hormigón, las lumbreras circulares, y su general carencia de revestimiento de ladrillo, excepto para el dovelaje de los arcos en algunos pequeños puentes.

Cuando la construcción de la llamada nova urbs, con sus grandes casas, termas y el enorme anfiteatro, fue evidente la necesidad de ampliar la traída de aguas. El problema se resolvió de una forma ingeniosa,21 construyendo una larga ampliación que recogía aguas de otra buena zona de manantiales, más alejada, en el cortijo de Peñalosa de Tejada la Nueva (término de Escacena del Campo, Huelva), cerca de la romana Ituci, donde se conservan aún las Fuente Grande, Fuente Pequeña, de la Reina Mora y otras varias más, anexionando la nueva canalización a la del acueducto primitivo a la altura de la citada cañada de Conti. Poco antes de llegar a Itálica, la conducción adrianea se separaba de nuevo, arribando a las cisternas propias, de tres naves (las vistas en el siglo XVIII por Zevallos), ya cerca del anfiteatro. El acueducto adrianeo era una construcción hormigonada, pero con la particularidad de estar enteramente revestido de ladrillo, un detalle de lujo éste que no presenta ningún otro acueducto de la península, y muy pocos en el Imperio. Su specus o canal es menor, siempre con cordón hidráulico y elevado sobre una substructio para mantener la cota constante; debía de ir tapado en los tramos abiertos con tegulae o con planchas de piedra de Tarifa. Sus lumbreras, a diferencia de las del antiguo, son cuadradas y revestidas también de ladrillo, denotando su coetaneidad con la nova urbs y su sistema de cloacas. Contaba con largos tramos de arquerías para salvar arroyos y vaguadas, en su mayoría hoy desaparecidas, aunque en el cruce del río Guadiamar se conserva aún un tramo espectacular.

Las casas

En el esplendor de la Itálica de Adriano, se construyeron en la ciudad nueva casas de importantes y ricas familias locales, algunas de las cuales serían sin duda senatoriales que, además de seguir el esquema tradicional de la casa romana, con un patio interior del que luego derivarían los patios de las casas andaluzas, poseían la estética helenística predominante de la época. La Casa de Neptuno contiene termas y sólo ha sido parcialmente excavada. La Casa de Hilas, cuy nombre se ha tomado del tema de unos de sus numerosos mosaicos. Esta villa ofrece la mejor colección de mosaicos geométricos, todavía in situ, en Itálica. La Casa de los Pavos Reales también toma su nombre por uno de los mosaicos de su lado septentrional que reproduce una escena con pavos reales. Destaca un gran horno en una de las habitaciones que hacía la función de cocina. La Casa del Planetario posee un mosaico que contiene medallones con representaciones de las divinidades planetarias que dan nombre a los días de la semana en el calendario romano.
Fuente y bibliografía:
Ayuntamiento de Santiponce
Wikipedia

Fotografías de Antigua Ciudad de Itálica

Dispones de 15 fotografías de Antigua Ciudad de Itálica

Horarios y contacto

Las oficinas administrativas se hallan en la avenida de Extremadura, número 2, en Santiponce. Cualquier consulta puede realizarse a través del teléfono de información general 95 562 22 66 o del número de fax 95 562 22 67.
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