Abrigo de La Viña

Abrigo de La Viña

Descripción

El abrigo de La Viña está localizado muy cerca del pueblo de Manzaneda, en la falda del monte La Viña, que forma una abrupta sierra de unos 1500 m que cae hacia el río Nalón. Tiene unos 30 m de largo y está junto a una pared vertical, orientado al este, dominando un gran tramo del río y el valle.

Fue descubierto el 28 de octubre de 1978 por J. Gavelas, si bien ya era conocido por los habitantes del lugar desde hacía mucho tiempo; en su inspección inicial el día del hallazgo se localizó por la superficie numeroso material, como buriles, raspadores y hazagallas, correspondientes al paleolítico superior, lo que presuponia la presencia de horizontes inferiores fértiles; presentaba ya una cata realizada de forma ilegal. Las excavaciones posteriores, dirigidas por J. Fortea, arrojaron datos realmente importantes al descubrir niveles que iban desde el Auriñaciense hasta el Magdaleniense. Además, la mayor parte de la pared del abrigo presenta numerosos grabados.

Representaciones parietales

Los grabados del abrigo de La Viña, repartidos por toda su pared, están iluminados por la luz, por lo que puede considerarse como perteneciente al grupo de los santiarios exteriores junto con otros como por ejemplo la Cueva de La Lluera. Son grabados realizados con dos técnicas, unos con trazo fino y débil y otros con trazos muy profundos y gruesos.

Entre las figuras más fáciles de identificar destacan las de la pared izquierda del abrigo, junto a la entrada, donde en una pequeña cavidad aparece a 150 cm del suelo aproximadamente la figura de un caballo, realizado con trazos gruesos y continuos, si bien su cabeza y el extremo de las extremidades, incabadas, están realizadas con un rayado más débil y discontinuo. A poca distancia aparecen trazos sinuosos pertenecientes a figuras inacabadas, como vientres, ancas, lomos y extremidades de posibles cérvidos; la fuerte exposición del abrigo ha hecho que a lo largo del tiempo se desprendiesen placas de la pared y por ello muchas figuras están inacabadas. En la pared derecha de la cavidad hay algunos grabados gruesos y entre ellos la cabeza de un cáprido.

En el sector central del abrigo, a unos 5 m a la izquierda de la parte anterior, a escasos centímetros del suelo se encuentra la figura de un cérvido provisto de una gran cornamenta. Aparece a partir de aquí un conjunto de líneas sinuosas, entremezcladas, unas más profundas que otras, entre las que destacan unos grabados anchos y profundos, verticales y paralelos que incluso se encontraban cubiertos por el suelo, un dato importante a tener en cuenta para su datación; por encima de estos grabados aparecen algunos trazos más finos y menos profundos entre los que se pueden apreciar algunas líneas cérvico dorsales y animales incompletos.

Continuando por la pard se inicia un nuevo conjunto de grabados, el más prolífico de todos, similar al anterior en su ejecución técnica y en su temática. Abundan líneas entremezcladas, algunos signos, formas sinuosas, entre los que se pueden apreciar algunas ciervas trilineares y algún caballo, además de numerosas líneas cérvico dorsales.

Yacimiento arqueológico

Tras las excavaciones dirigidas por J. Fortea en el abrigo de La Viña, es posible emitir una serie de conclusiones:

  • Las relaciones entre la pared grabada y las capas arqueológicas, así como las teóricas alturas del campo manual, permiten avanzar que aquellas incisiones verticales fueron grabadas desde los niveles auriñacienses, inluso los más profundos descubiertos hasta 1993. Los cortes de referencia que estamos estableciendo, sin haber tocado fondo en el del sector occidental, ofrecen varios niveles auriñacienses litoestratigraficamente diferentes.

  • En el sector central, las excavaciones prueban que el primero y menos antiguo de los tres niveles perigordienses cubrió al tercio inferior de las incisiones verticales. Estos niveles han proporcionado fragmentos de alguna punta pedunculada, buriles de Noailles típicos, puntas de Vachons, de la Gravette. laminitas con borde abatido, etc.

  • En el sector occidental, una de las incisiones canalizó las aguas que resbalaban por la pared e inició, a partir del límite inferior de la incisión, una columna de reconstrucción litoquimica que siguió bajando por la pared y se paró justo a techo del nivel VII, lugar en el que se derrarmó horizontalmente sellando a este nivel. Ello quiere decir que como mínimo las incisiones son anteriores al nivel VI, que pertenece al Solutrense antiguo.

  • Estas incisiones fueron cubiertas en diversas zonas de los sectores central y occidental por el Perigordiense final, los Solutrenses inicial y superior de facies cantábrica y por el Magdaleniense IV cátabro-pirenaico, que reocupó el abrigo tras fases muy húmedas y fuertemente erosivas que afectaron intensamente al techo del Solutrense superior.

Todas estas observaciones permiten concluir razonablemente que estos grafismos se grabaron en época auriñaciense. Son el único componente del primer horizonte gráfico (¿artístico?) de La Viña. Otro yacimiento de la cuenca del Nalón, la Cueva del Conde, ofrece en su conjunto A una pared con grabados exactamente iguales a los de La Viña. Su contexto arqueológico, con estratos que llegaron a tapar los grabados, sirvió a Jordá en 1969 para basar en esta cueva los inicios auriflacíenses del arte paleolítico en Asturias Los datos de La Viña vienen a confirmarlo: es muy fuerte la imagen que ambos yacimientos ofrecen con unos paneles grabados exactamente iguales y que se relacionan con depósitos del Paleolítico superior antiguo.

La Viña y La Cueva del Conde permiten configuran un primer horizonte gráfico en la cuenca media del Nalón.

Delimitación del entorno

La delimitación del entorno del abrigo de La Viña viene recogida en el BOPA 158 de 09/07/2009. El primer límite más claro del perímetro de protección propuesto es la AS-242 que cierra el entorno propuesto por el este y por el sur. Antes de la curva que baja hacia Olloniego, el perímetro gira hacia el norte para alcanzar el Camino de Santiago, incluyendo en parte el núcleorural definido para las construcciones que han sobrevivido al cierre de las minas que horadaban el monte del Picullanza. El siguiente hito es el camino que sube hacia frente de avance abandonado de la antigua cantera que queda englobada de esta forma en el perímetro. Desde ahí, por el norte de la cueva, se ha trazado una línea que sigue la divisoria hacia el punto más alto de la zona (347 m) y que continúa la vertiente hasta alcanzar un camino tomado por la vegetación que bajaba hacia la fuente de Manzaneda donde se empalma con la AS-242, punto en el que se inició esta descripción.

Fuente y bibliografía:
Wikipedia

Fotografías de Abrigo de La Viña

Dispones de 12 fotografías de Abrigo de La Viña

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